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Columna
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Una buena salida para la ambición

George Osborne ha encontrado la salida correcta para sus ambiciones políticas. El ministro de Finanzas de Reino Unido, un serio aspirante a suceder al primer ministro, David Cameron, acostumbra a proponer ideas contrarias a su base política conservadora. Muestra de ello es, por ejemplo, el anuncio de julio de un “salario digno” nacional. Una jugada para proteger mejor el sector financiero británico en Europa es una forma mejor de emplear el tiempo.

Las normas de compromiso de Reino Unido con el resto de la Unión Europea de los 28 necesitan una actualización. Los 19 miembros de la unión bancaria de la zona euro votan como un bloque. Las salvaguardas puestas en marcha en 2012 por la Autoridad Bancaria Europea para toda la UE requieren una mayoría de votos tanto de los que están en la moneda única como de los que no, pero a medida que más países se sumen al euro, el sistema alcanzará una fecha de caducidad natural. Por otra parte, el problema va más allá de la regulación bancaria.

Las normas de compromiso de Reino Unido con la UE de los 28 necesitan una actualización

Osborne podría trabajar con lo que ya está en marcha. Podría presionar para que cualquier propuesta sea descartada si tres países que no estén en la moneda única votan en contra, como sugirió el think tank Open Europe ayer. O podría hacer que la protección de la City fuera parte de las reformas que Reino Unido quiere en los tratados de la UE. Si bien esto es difícil, podría acordarse como parte de una especie de cheque con fecha posterior, en el que las naciones se comprometan a hacer cambios cuando los tratados reabran.

Reino Unido hace bien en gastar capital político para proteger la City. El control de la migración, su otro interés, está cargado de emoción y complejidad debido a la actual crisis de los refugiados de Europa. Y la amenaza de ser marginados en temas financieros es real. La imposición a Reino Unido del equivocado límite de la UE a los bonus bancarios es un buen ejemplo de lo que sucederá cada vez que el país carezca de voz.

Es aconsejable que Osborne asuma un papel proactivo en estas negociaciones. La configuración de una relación sostenible entre la City y Europa constituiría una salida bienvenida a las artimañas políticas. Él, sin duda, se da cuenta de que también sería un apoyo para una futura carrera para ser primer ministro.

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