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El 26 y 27 de septiembre

Los edificios de Madrid se desnudan para los vecinos

El festival de arquitectura Open House abrirá al público más de 100 espacios La iniciativa, que se celebra en Barcelona desde 2010, es un éxito de participación

Manuel G. Pascual

Madrid se sumará este año a la treintena de ciudades de todo el mundo que durante un fin de semana muestran sus partes más íntimas a los ciudadanos. El festival de arquitectura Open House Madrid, que se celebrará el 26 y 27 de septiembre, permitirá a vecinos y turistas disfrutar de más de un centenar de edificios, algunos de los cuales no suelen ser accesibles al público (o lo son de manera restringida).

Edificios corporativos o monumentales, instalaciones públicas de interés, palacios privados, instituciones culturales... El único requisito es que sean construcciones interesantes desde el punto de vista del diseño.

La entrada al centenar de edificios que participan en la feria será gratuita, y amenizada por los comentarios de más de 400 voluntarios. En su mayoría estudiantes de arquitectura o artes, serán los encargados de guiar al público por los más icónicos gigantes de ladrillo de la Gran Vía, por las salas más secretas de museos, por el tan majestuoso como desconocido Banco de España o por las azoteas de los grandes rascacielos de la ciudad. Pero también guarderías, centros médicos o instalaciones deportivas de alto interés estético. Porque los hay.

Las claves

Edificios. La lista de los 108 edificios que participan en la iniciativa está disponible en su sitio web.

Reserva. Algunos de ellos, por motivos de tamaño o de demanda, solo se pueden visitar pidiendo hora previamente. El plazo para hacerlo arranca hoy. Las visitas son gratuitas.

Voluntarios. Más de 400 voluntarios, en su mayoría estudiantes de arquitectura o de arte, harán de guía a los interesados.

Fechas. Se celebra el fin de semana del 26 y 27 de septiembre. Y, en Barcelona, el del 24 y 25 de octubre.

“El festival Open House es una idea loca que se ha hecho global”, explicó ayer la creadora de la iniciativa, Victoria Thorton, durante la presentación oficial del evento. “Hace veinte años se nos ocurrió llamar a la puerta de edificios emblemáticos de Londres y decirles si podían entrar miles de personas a sus casas sin pagar un centavo a cambio. Me enorgullece que haya funcionado tan bien”.

La capital británica, cuna de este movimiento, atrae la atención de más de medio millón de curiosos durante el fin de semana en que se celebra el festival, en el que participan más de 700 edificios. Las cifras en el resto de urbes son más modestas, aunque también se cuentan por decenas de miles a los interesados. Nueva York, Dublín, Buenos Aires o Monterrey se cuentan entre las urbes que participan en la iniciativa. También Barcelona, donde se han celebra desde 2010 y se moviliza a más de 50.000 personas. La edición de este año será en octubre.

“Me gusta entender esta iniciativa como un diálogo entre ciudadanía y ciudad. La arquitectura está para que la disfrute la gente; de otro modo no sirve de nada”, señaló Thorton.

Otro de los atractivos de la feria son las actividades que se realizan. “Yo destacaría un recorrido que vamos a hacer por Usera. Los barrios de la periferia son unos grandes desconocidos para muchos”, dijo Paloma Gómez, arquitecta y codirectora de Open House Madrid.

Concursos de fotografía, maquetas comestibles, visita a casas que hayan aparecido en la revista especializada AD, proyecciones, talleres infantiles, conferencias, debates sobre cómo serán las ciudades del futuro... El abanico es amplio y el objetivo único: acercar al ciudadano las joyas arquitectónicas que tiene a su alrededor.

Jardines de la Fundación Francisco Giner de los Ríos, en Madrid.
Jardines de la Fundación Francisco Giner de los Ríos, en Madrid.

El renacer de la Institución Libre de Enseñanza

La nueva vida que se le ha otorgado a la sede madrileña de la Fundación Francisco Giner de los Ríos, uno de los padres de la Institución Libre de Enseñanza, pasa desapercibida al viandante distraído que recorra la calle General Martínez Campos (que homenajea, por cierto, a uno de los militares que instigaron la restauración borbónica).

Un estrecho edificio acristalado recubierto de una celosía de brillante acero es la única prueba externa de que algo ha cambiado en el recinto en el que un día nació la Insitución Libre de Enseñanza. Pero con solo entrar en el recinto se puede ver que algo está pasando en la fundación. El acceso da a un jardín con un camino en forma de S, de los pocos elementos que se decidieron mantener de cuantos allí permanecían. Otro de ellos es el pabellón McPherson, donde trabajaba uno de los investigadores que colaboraban con Giner de los Ríos. La casa de este último también se ha dejado a la vista del curioso. El resto es pura fantasía: jardines verticales y módulos aquí y allá recubiertos de una cuidada celosía que alojan unos 5.000 metros cuadrados de instalaciones, incluyendo un auditorio que no dejará indiferente a nadie.

El proyecto, obra del estudio Amid.Cero9, que costó en torno a los seis millones de euros, fue acabado a principios de año. Esta es una de las joyas de más reciente factura a las que tendrán acceso los participantes en Open House Madrid.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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