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Los trabajadores han de volver hoy a la planta

Fuenlabrada, último reducto del ERE de Coca-Cola

Protesta en las puertas de la fábrica en enero.
Protesta en las puertas de la fábrica en enero.EFE

Se hacen llamar “espartanos” y han llevado el apodo a su actitud. Los trabajadores de la embotelladora de Coca-Cola en Fuenlabrada son casi el último reducto en pie de uno de los conflictos laborales más largos que se han producido en España. Lo más de 200 empleados de la fábrica madrileña, que fue cerrada y ahora será reabierta, están llamados hoy a volver al trabajo.

Fueron los más movilizados en contra del ERE en Coca-Cola Iberian Partners que dejó en la calle a más de un millar de personas y que provocó el cierre de cuatro fábricas en España. Tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo les dieron en parte la razón al declarar nulos los despidos. Desde entonces, el conflicto con la empresa se ha ido enconando.

El pasado viernes la compañía alcanzó un acuerdo con los sindicatos para la rescisión de 430 contratos de trabajadores que estaba obligada a readmitir, ya que solicitaban la ejecución de la sentencia. Esta decisión, que cuenta con el beneplácito de la Audiencia Nacional, deja en solo 325 los trabajadores que la empresa tiene que devolver su puesto de trabajo, la mayoría los de Madrid.

Además de los de la famosa fábrica, hay cerca de un centenar de trabajadores que tienen hasta mediados de mes para reincorporarse, puesto que su nuevo puesto de trabajo se encuentra en otra planta distinta a la suya de origen. Tanto estos como los de Fuenlabrada han presentado incidencias de readmisión a la Audiencia Nacional al entender que las propuestas de la compañía no se ajustan a lo que dictaminan las sentencias judiciales.

Recolocación “irregular”

En el caso de los “espartanos”, están llamados a un curso de formación que empieza hoy y que según la empresa está enfocado a los nuevos usos que tendrá la fábrica, que pasa de ser un centro productivo a uno de logística y de I+D. “Se trata de una readmisión irregular”, defiende Juan Carlos Asenjo, portavoz de CC OO en Fuenlabrada. El representante entiende que es una forma de prolongar el conflicto para evitar su readmisión.

La compañía ha comenzado con los trámites de seguridad y de limpieza para reabrir la planta en Fuenlabrada, que lleva más de año y medio cerrada. Los trabajadores defienden que se tendría que abrir como centro productivo y que ya está lista para volver al embotellado desde hoy. Por ello, aunque acudan al curso que ahora empiezan, siguen mostrando su rechazo a las medidas tomadas por Iberian Partners. “Esta propuesta incumple la sentencia judicial”, argumenta Asenjo.

Tanto este colectivo, como aquellos que tienen que cambiar de destino, están a la espera de que la Audiencia Nacional dictamine si acepta o no sus demandas. Es posible que este hecho no se produzca hasta septiembre o incluso octubre. El sindicato UGT pidió el viernes que hasta que el tribunal se decante se ponga en suspenso la fecha de vuelta al trabajo planteada por la empresa.

La sentencia de nulidad del Tribunal Supremo decretada en mayo dejó a Coca-Cola Iberian Partners sin más opciones que la readmisión de más de 800 trabajadores. Sin embargo, finalmente ha logrado que sean solo 325 las recolocaciones que ha tenido que hacer gracias al pacto alcanzado la semana pasada con los sindicatos. La declaración que emita la Audiencia Nacional sobre las demandas ante las recolocaciones “irregulares” presentadas por estos trabajadores serán las que pongan, previsiblemente, el definitivo punto final al conflicto.

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