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Viajes para los últimos exploradores

‘Hakuna matata’ en las grandes sabanas de África

"Yo tenía un granja en África, al pie de las colinas de Ngong” es la frase de película más recordada relacionada con el fabuloso continente negro y nos retrotrae a una época menos romántica que la que narra la vida de la escritora danesa Karen Blixen en la cinta Memorias de África, pero igual de fascinante. La de los grandes exploradores, los safaris, la naturaleza en estado puro y los mayores depredadores merodeando en casi total libertad. Los cazadores y mercenarios sin escrúpulos han puesto en peligro a muchas especies. Hoy viven protegidas en reservas y parques naturales. Casi todas las agencias de viajes ofrecen en sus catálogos safaris organizados y a medida en distintos países de África y aptos para todos los públicos.

Los lobos solitarios pueden viajar por su cuenta, pero necesitarán buena dosis de paciencia y tiempo para solventar contratiempos, sobre todo en lugares remotos y con infraestructura precaria.

Para los que viajen por primera vez a África, la mayoría de las agencias recomienda el alojamiento en lodge –hoteles a menudo de una sola planta o bungalós mimetizados con el entorno y con todo tipo de detalles y equipamiento, dependiendo de la categoría que se elija–. En ellos, la sensación de seguridad es mayor que si se opta por acampar tanto en tiendas de campaña móviles como de lujo, para seguir las migraciones y disfrutar de las noches africanas bajo las estrellas en parajes menos invasivos y de más difícil acceso para el turismo de masas.

Kenia y Tanzania son los destinos más populares por la cantidad y variedad de animales que se pueden ver, pero también por sus espectaculares paisajes salpicados de solitarias acacias. Entre junio y octubre, según se visite el Masai Mara o el Serengeti, se producen las grandes migraciones. Un espectáculo difícil de olvidar.

Sudáfrica, Namibia, Zambia o Botsuana suelen ser destinos más exclusivos, pero cada vez con una más que creciente demanda.

Jambo, bwana (bienvenido, señor). Elija destino y compañía.

CON NIÑOS

Cada vez son más las familias que se animan a viajar con niños e incluso a llevarse a los abuelos contratando safaris a medida. Si se viaja con niños pequeños, desde Nuba recomiendan descubrir las reservas privadas libres de malaria de Sudáfrica, como Madikwe. Una zona totalmente adaptada a este perfil que cuenta con kids club (clubes infantiles) y actividades para toda la familia.

Namibia es otro de los destinos que fascinará a grandes y niños mayores por la diversidad de paisajes, incluido su famoso desierto rojo de dunas y por la oportunidad de descubrir tribus autóctonas, como los himba, y aprender costumbres tan diferentes a las nuestras.

Los mayores de 12 años son los que más disfrutan de los safaris clásicos. El Parque Nacional de Kruger (Sudáfrica) es ideal para contemplar infinidad de animales, al igual que las grandes reservas de Chobe, también en Sudáfrica o la de Moremi en Botsuana. En este país, además, se pueden realizar safaris a caballo, en canoas tradicionales (mokoro) o remontar el delta del Okavango en lancha rápida.

Otro de los grandes alicientes es la posibilidad de acampar al aire libre en parajes solitarios con todas las comodidades de un gran hotel. Para niños y mayores será una fenomenal aventura. Al ser itinerarios a la carta, consultar información y precios en Nuba.net.

ROMÁNTICOS Y SIBARITAS 

Desde hace unos años, África se impone como destino para los viajes de luna de miel y también como destino de lujo. Ideal para aquellos que buscan un turismo experiencial y exclusivo y están dispuestos a tirar la casa por la ventana, por una vez en la vida, o no tienen problemas presupuestarios.

Revivir las románticas escenas entre Blixen y el aventurero Denys Finch, sobrevolar en globo la sabana, hacer pícnics con vistas, disfrutar de una cena romántica en un restaurante submarino (Nuba.net) o reservar vuelos privados para atravesar la sabana (Viajeselcorteinglés.es) a vista de pájaro son algunos de estos pequeños placeres.

Una de las tendencias más en boga de este tipo de viajes es el glamping o acampadas con glamour (Glamping.com). Un concepto que rememora los campamentos y expediciones del siglo XIX en entornos paradisiacos donde no llega el turismo de masas y donde los alojamientos son tiendas de campaña o lodges de estilo colonial con todas la comodidades del mejor hotel de lujo y donde los detalles marcan las diferencias. Entre otros, antiguas bañeras con patas con vistas a una charca de hipopótamos, camas king size con dosel, muebles victorianos o servicio de mayordomo las 24 horas.

El destino clásico suele ser un combinado Kenia-Tanzania, con extensión a la idílica Zanzíbar, la isla de las especies. Imprescindibles las visitas a Masai Mara, el mítico Kilimanjaro, Serengeti y Ngorongoro. Reservas y parques naturales donde se pueden observar innumerables animales salvajes.

Los viajeros más trendies y fashionistas prefieren destinos más especiales y entornos menos masificados, como Namibia, Zambia o Sudáfrica, completan sus vacaciones con días extras en las islas Mauricio, Maldivas o Seychelles y realizan travesías a vela entre los atolones del Índico. Los precios varían según los servicios contratados.

ENTRE AMIGOS Y SIN COMPLEJOS 

En su mayoría son itinerarios organizados, en grupo, en el que el transporte son camiones perfectamente adaptados para este tipo de rutas, los alojamientos son en tienda de campañas clásicas o lodges y el viaje requiere una alta implicación y colaboración de los viajeros en las labores de intendencia diarias. ¿Ventajas? En general, estos viajes suelen ser más asequibles y la experiencia humana y el clima de camaradería, enriquecedores; las noches contemplando el cielo al lado de las fogatas, alimentando leyendas y vigilados por el titilar de las pupilas de las hienas resulta espectacular y sobrecogedor.

¿Sinsabores? Son viajes duros y no aptos para melindrosos. A menudo, incluyen trekkings y los viajeros deben montar y desmontar cada día sus propias tiendas y dormir al aire libre en zonas acotadas para acampar, pero no deja de ser la sabana, incontrolable y salvaje; se duerme en sacos de dormir; a veces las duchas son inexistentes o precarias, y los turistas deben colaborar y repartirse tareas como preparar las comidas, servir el rancho y… lavar y recoger los platos. ¿Esto son vacaciones? Pues sí y les animamos a probar la experiencia.

En Pasaporte a la Aventura (Pasaporte3.com) ofrecen distintas rutas por toda África. Uno de los viajes estrella son los trek en busca de los gorilas que habitan en Uganda y Ruanda. Paradas obligadas son el Parque Nacional de los Volcanes y la reserva del bosque impenetrable de Bwindi, donde viven los gorilas de montaña, en peligro de extinción.

Dependiendo del viaje que se elija, el recorrido nos lleva hasta las míticas Fuentes del Nilo, donde los viajeros pueden realizar en exclusiva un safari en el Nilo Blanco, en la original y restaurada embarcación a vapor utilizada en La reina de África. Se puede contratar un safari a pie entre rinocerontes en el Santuario de Ziwa o visitar Ishasha, en el Parque Queen Elizabeth, una de las tres únicas zonas de África donde es posible ver leones trepadores de árboles.

Viajar sin riesgos, volver sanos y salvos

Cuando emprendemos un viaje por zonas de riesgo hay que extremar las precauciones para mantenernos sanos durante el trayecto. Estas son algunas de las recomendaciones básicas que ofrece el grupo Asisa.

 Un mes antes del viaje debemos informarnos sobre las posibles enfermedades e infecciones potenciales del destino al que vamos, así como conocer el tipo de vacunación específica si fuera necesaria para viajar, consultando un centro de medicina del viajero o de vacunación internacional.

Contratar un seguro médico con cobertura de gastos, hospitalización y traslado en el extranjero antes de nuestra partida nos ahorrará disgustos y costes extras si sufrimos algún percance o enfermedad.  En caso de necesitar viajar con medicamentos, deberemos consultar al médico y asegurarnos de que tenemos las recetas y certificados necesarios para llevar las medicinas.

 Chequeo posviaje si advertimos cualquier síntoma extraño, sobre todo viajeros diagnosticados de enfermedades crónicas o que sufren algún tipo de inmunodepresión, aun tres meses después del regreso del viaje.

Guía para el viajero

 SAFARI significa viaje y la mayoría de los recorridos turísticos son para observar y fotografiar animales en su hábitat natural. La mayoría de los safaris se concentran en dos zonas: en Kenia-Tanzania, extensas llanuras, sabanas, donde no hay nada que impida ver la vida cotidiana de los animales, y en el África austral, donde la vegetación es más tupida y muchas veces es necesario seguir el rastro.

Cómo ir. Lo más recomendable y práctico es acudir a una agencia con experiencia que nos garantice la seguridad en el viaje y que conozca el destino al que queramos ir. Explicar nuestras expectativas, necesidades y dejarnos aconsejar. Muchos operadores organizan viajes a medida.

Cuándo ir. Depende del clima, del destino y de lo que busque. Para ver las grandes parideras de ñúes y cebras en el Ngorongoro tendrá que viajar en febrero y marzo; si busca ver muchos animales en Botsuana, lo mejor es ir de mayo a octubre cuando las altas temperaturas secan el paisaje y favorecen la observación de grandes concentraciones de animales en los abrevaderos. En primavera comienza la crecida del delta del Okavango, ideal para paseos románticos en mokoro (canoa); en septiembre le sorprenderán las grandes manadas de elefantes en Chobe.

Transporte. Depende también del tipo de safari que elija. Por tierra, puede viajar en todoterrenos o minibuses para grupos pequeños o familias. Para grandes grupos –hasta 20 personas–, muchas agencias cuentan con camiones especialmente acondicionados para los safaris, que incluyen guía, conductor y cocinero. Hay circuitos que incluyen etapas en avioneta o en globo, pero más caras.

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