Société Générale afronta el riesgo

La decisión de Société Générale de deshacerse de la gestión de activos podría resultar profética. Desde la crisis, rivales como Goldman Sachs, Morgan Stanley y Deutsche Bank han hecho todo lo contrario, adquirir más volumen en la gestión de activos con el fin de asegurar sus altos rendimientos de capital eficiente y evitar las reglas de capital cada vez más onerosas de la banca. Sin embargo, una derrota en el mercado de bonos podría cambiar la tendencia.

La decisión de SocGen continúa su movimiento de hace un año, cuando optó por comprar la parte de Credit Agricole en su bróker conjunto Newedge. En ese momento, también renunció a una participación del 5% en su otra empresa conjunta, el negocio de fondos Amundi. Ahora planea sacar a bolsa su participación restante del 20% en él.

Crédit Agricole no está recibiendo un mal negocio. Además, la unidad ha crecido de manera constante, alcanzando los 954.000 millones de euros en activos a finales de marzo. Eso hace que sea el mayor administrador de fondos de Europa y el noveno más grande a nivel mundial, con un tamaño cada vez más importante dados los costes regulatorios. Además, la expansión cuantitativa europea podría empujar a los inversores a meter más de dinero en un esfuerzo por obtener beneficios a partir de los inflados precios de los activos.

Sin embargo, el nerviosismo de la industria sobre una burbuja de bonos y el riesgo de liquidez es igualmente evidente. La importancia del 54% de los bonos en Amundi podría ser problemática: los datos de Bank of America Merrill Lynch muestran que las salidas semanales desde esta clase de activos alcanzaron su máximo de dos años este mes.

Todo ello contrasta con la certeza que SocGen pone en la venta, en forma de un impulso de capital de 20 puntos básicos a su ratio de capital ordinario Tier 1. La gestión de activos no se ha convertido de la noche a la mañana en un fiasco. Pero el ejemplo de SocGen hará a otros pensar hasta dónde quieren ir.