La vuelta del dinero a España dispara el número de Sicav a récord
El dinero que ha regresado a España dispara el número de Sicav a más de 3.300 sociedades El patrimonio pulveriza el nivel más alto al rozar los 36.000 millones de euros.
Los fondos de inversión han absorbido una buena parte del ahorro que se destinaba a los depósitos, que ofrecen de media un pírrico 0,4% en plazos de hasta un año. El patrimonio de la inversión colectiva marcó un mínimo de poco más de 110.000 millones en 2012, pero desde entonces se ha duplicado hasta rozar los 222.000 millones en mayo, según los últimos datos de Inverco.
El instrumento más similar a los fondos, con todas sus ventajas fiscales, y que permite la máxima independencia en la gestión a las grandes fortunas son las Sociedades de inversión de capital variable (Sicav), que sufrieron con dureza la crisis financiera. Su número cayó en 2011 por debajo de las 3.000 y el dinero que gestionaban no llegaba a finales de ese año a 24.000 millones.
Pero la creación de estos vehículos se disparó el año pasado con un total de 240, y en lo que va de 2015 se han constituido 75 más. El número vuelve a los niveles históricos de 2008, con más de 3.300 sociedades, y su patrimonio es más elevado que nunca, con cerca de 36.000 millones a finales de mayo, un 13% más que a cierre del pasado ejercicio. Queda por tanto pulverizada la marca de 2014, cuando el dinero que gestionaban se situaba en 31.487 millones de euros. La llegada de capitales del exterior y la mejor situación económica son factores que explican este renovado boom, según Gonzalo Nebreda, director de Banca Privada de Renta 4. Esta firma cuenta con 57 Sicav, tras la creación de 15 a lo largo de este ejercicio, con un patrimonio bajo gestión de 674 millones de euros.
La amnistía fiscal del Gobierno en 2012 regularizó 40.000 millones de euros que, una vez declarados, no tenían ningún incentivo para permanecer fuera de España. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, de febrero de este año, 31.484 contribuyentes se acogieron a esa regularización. Desde 2008 ha aumentado en más de 50.000 personas el número de individuos con un patrimonio superior al millón de dólares, según Capgemini, que añade que en el último año hay 17.000 millonarios más en España.
“Desde hace más de un año, además, los mercados de renta variable han evolucionado favorablemente, se han reducido los tipos de interés que se pagan por los depósitos [...] y muchos españoles han repatriado el patrimonio que tenían en el extranjero ante la mejora de la economía y la menor incertidumbre respecto al futuro macroeconómico”, apunta Adela Martín, directora de Banca Privada de Bankinter.
Bankinter lidera
El banco que pilota María Dolores Dancausa ha puesto el acelerador en las Sicav. Una de cada tres nuevas sociedades son de Bankinter, que cerró mayo con 392 vehículos, un 36% más que a inicios de 2014. La entidad obtiene la medalla de plata en el ranking español por número de Sicav, según Inverco. El patrimonio de las Sicav del banco cerró mayo con 2.748 millones, un 36% más que a inicios de 2014. La medalla de oro en cuanto a cantidad de vehículos es para Santander, con 522 Sicav, y el tercer puesto, para BBVA, con 342 sociedades. Después están CaixaBank (231), UBS (214) y Sabadell (181).
Varios grandes inversores redujeron en el peor momento de la crisis su número de Sicav, como los Sanahuja, los Del Pino o Ramchand Bhavnani. El máximo accionista de Inditex, Amancio Ortega, decidió clausurar las suyas en 2012. Unos necesitaban liquidez; otros, como el fundador del gigante textil, han optado por destinar una parte creciente de sus ahorros al sector inmobiliario. También hay casos en los que los inversores priman el anonimato, un atributo que no proporcionan las Sicav. Su hueco ha sido cubierto, sin embargo, por una hornada de nuevos inversores. Para crear una Sicav es necesario un patrimonio mínimo de 2,4 millones de euros y contar al menos con 100 accionistas. Si no se cumple este requisito, que ha de verificar la CNMV, los vehículos no pueden beneficiarse de la tributación reducida del 1%.
El gran destino de las inversiones de las Sicav es el extranjero. A cierre del año pasado tenían el 57,2% de su patrimonio fuera, con un aumento de 6,6 puntos porcentuales en 12 meses. La renta fija española suponía el 16,2% (era un 22,8% un año antes), la Bolsa española suponía el 10,6% (frente al 10,9%), mientras que los depósitos representaban el 3,7%, frente al 6% previo.
Torrenova, la Sicav en la que la familia March invierte parte de su fortuna, es la líder por patrimonio con 1.250 millones y la segunda por número de accionistas, con más de 5.000, según Morningstar. En lo que va de 2015 gana un 3% con una estrategia conservadora.
Los argumentos a favor vencen el desafío de la ‘nueva política’
La última reforma fiscal eliminó la penalización de las plusvalías obtenidas a corto plazo –en 12 meses o menos–, que hasta enero de este año tributaban al tipo marginal del contribuyente. Ahora pagarán entre el 20% y el 24% de las ganancias, con lo que las Sicav ya no suponen una ventaja en este punto. Con todo, Javier Sáenz de Cenzano, director de análisis de Morningstar, destaca que las Sicav “siguen teniendo el componente fiscal de la exención en el traspaso, una diferencia muy potente frente a la inversión en acciones”. “Además, los dividendos [cobrados individualmente] tienen retención en el momento de percibirlo”, añade.
Paula Mercado, de VDOS, señala que “posiblemente el crecimiento de las Sicav se modere por la modificación de la tributación de las plusvalías de menos de un año, pero también porque no parece que las repatriaciones vayan a incrementarse y porque el mercado tiene mayor volatilidad”.
Los nuevos partidos políticos son críticos con las Sicav. Ciudadanos aboga por “modificar su régimen fiscal” para acabar con la elusión tributaria que practican las grandes fortunas, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado que “son sociedades pensadas para que los ricos no paguen impuestos”. La tributación es igual a la de los fondos de inversión: las Sicav pagan un 1%, pero sus accionistas tributan en el IRPF por las eventuales plusvalías. Adela Martín, de Bankinter, afirma que no ve preocupados a los clientes por este tema y desde Morningstar defienden que no tiene ningún sentido cambiar su tributación.
