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El COIL cuenta con el rechazo de los trabajadores

Lo que Coca-Cola Iberian Partners quiere para Fuenlabrada

El COIL sería un centro de logística y de I+D Se tardaría cuatro meses en ponerlo a pleno rendimiento

Un operario trabaja en la fábrica de Fuenlabrada en enero de 2014, antes del cierre.
Un operario trabaja en la fábrica de Fuenlabrada en enero de 2014, antes del cierre.Pablo Monge

Coca-Cola Iberian Partners ha ideado un plan para poder reabrir, tras la nulidad del ERE dictada por el Tribunal Supremo, la fábrica de Fuenlabrada (Madrid) sin tener que cambiar el plan industrial que surgió tras la fusión de las embotelladoras en España de la marca de bebidas. El Centro de Operaciones Industriales y Logísticas (conocido con el nombre de COIL) ha generado rechazo en los antiguos trabajadores de la planta, ya que piden que sea reabierto en las funciones anteriores.

El proyecto del COIL iría encaminado a “enriquecer” la red de las embotelladoras de Iberian Partners en España, según fuentes de la dirección de la compañía consultadas por CincoDías. “No será solo una fábrica logística, apoyará a toda la red”, explican dichas fuentes.

En efecto, el proyecto incluye otras funciones para la fábrica, aunque en ningún caso la productiva que tenía antes y como piden los trabajadores. El COIL abordaría también otras funciones como el I+D de Iberian Partners. Según se explica desde la compañía, la intención es que vaya encaminada a impulsar cuestiones relacionadas con la automatización de las otras fábricas, como pueden ser las cargas automáticas de los camiones y otras en ese sentido. “Queremos que se trabaje en la próxima generación de servicios tecnológicos”, comentan.

La compañía afirma que se ha comprometido con este proyecto a dar trabajo a todos aquellos que realizaban su actividad en la planta cerrada. Precisamente este grupo es el que más ha luchado en el último año y medio para que reabriese el centro. Desde entonces, permanecen acampados en la puerta de la fábrica. La sentencia del Supremo en abril obligaba a la readmisión de los más de 800 despedidos por Iberian Partners.

A esperas de la mediación de trabajo

Coca-Cola Iberian Partners no avanza cifras de inversión necesarias para la puesta en marca del conocido como COIL. Según afirma la compañía, lo primero es entrar en la fábrica para valorar el estado de deterioro de las instalaciones tras casi año y medio cerrada y saber qué trabajos serán necesarios. La embotelladora argumenta que el campamento de trabajadores situado en la puerta no les permite el acceso al centro.

Por ello, la compañía anunció hace unos días que había solicitado mediación a la inspección de Trabajo para llevar a cabo la apertura. Hace unas semanas Iberian Partners afirmó que si no se permitía el acceso “no se podría ejecutar la sentencia”. Según afirmaron entonces los trabajadores, no es la inspección sino los tribunales los que tienen que dirimir sobre esta circunstancia.

Propuesta con sentido

La compañía intenta dejar claro que el proyecto está presentado “con sentido en sí mismo” dentro del plan industrial y no para pasar el trámite de cumplimiento de la sentencia del alto tribunal. Aunque destaca que tras el cierre de cuatro fábricas “la labor productiva funciona sin problemas” un año y medio después. Según las fuentes consultadas, antes de la fusión la carga de trabajo media por centro era del 50% y ahora ronda el 68%. “Podemos seguir creciendo”, comentan. Como ejemplo, se pone la adaptación que han hecho a los nuevos botellines de Coca-Cola para hostelería presentados hace unos días.

El detallado plan al que ha tenido acceso este periódico cuenta con los plazos para poder poner en funcionamiento el COIL. La compañía contemplaba que los trabajadores podrían entrar a realizar su trabajo ya a finales de julio. Sin embargo, estas previsiones se han visto trastocadas por la imposibilidad de entrar en la fábrica debido, según la empresa, al campamento que sigue en pie en la puerta de Fuenlabrada con decenas de trabajadores. En cualquiera de los casos, se espera que se tarde cuatro meses desde la entrada de los empleados hasta la puesta en marcha.

Iberian Partners considera que el COIL da “flexibilidad” al plan industrial de la compañía. De esta forma, pretende que el centro logístico de Fuenlabrada dé cobertura a las plantas que más lo necesiten, como pueden ser las de la costa de Levante en verano, cuando hay mayor demanda. Además, cubrirá la zona centro y recogerá cerca de 460.000 cajas al mes de vidrios retornados. Tendrá capacidad media para 10.000 palets en stock.

El centro de Fuenlabrada servirá también, según la compañía, para la distribución de las materias primas entre las fábricas de Iberian Partners. El COIL contará con un centro de formación ideado en un principio para adaptar a los antiguos trabajadores en las nuevas funciones de I+D pero que se planea para el futuro como un centro de enseñanza para toda la red de embotelladoras. Las fuentes citadas remarcan que “es un proyecto con futuro”.

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