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El Ibex cede el 0,03% y el euro se alza un 1%

Draghi augura más volatilidad y el bono se afianza sobre el 2%

El BCE defiende que quiere a Grecia dentro del euro. Draghi ensalza su plan de compra de deuda y avanza que solo lo revisará para incrementarlo si es necesario.

Momentos de inspiración: foto del reflejo de un 'trader' en el NYSE de Wall Street.
Momentos de inspiración: foto del reflejo de un 'trader' en el NYSE de Wall Street.LUCAS JACKSON (REUTERS)

“Los mercados tendrían que acostumbrarse a periodos de una mayor volatilidad”, ha advertido este miércoles el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en relación con las fuertes oscilaciones de precio de la deuda soberana europea.

Si en un primer momento la puesta en marcha del macroprograma de compra de deuda del BCE sirvió para ahondar la caída de la rentabilidad de las emisiones a mínimos históricos, en las últimas sesiones, el fenómeno se ha revertido.

Es el caso del bono español a 10 años, cuya rentabilidad se ha mantenido hoy por encima del 2% al que se encaramaba ayer frente al 1,14% a 1,5% en el que se ha movido durante la primavera.

Evolución del euro frente al dólar desde diciembre.
Evolución del euro frente al dólar desde diciembre.

La situación es similar, no obstante, en la cotización del resto de emisiones soberanas europeas, incluso en el caso de Alemania, donde la rentabilidad del bund se ha incrementado al 0,88% frente al 0,075% que marcaba en abril. Este incremento, de hecho, ha acercado a ambos países rebajando la prima de riesgo española hasta los 123 puntos básicos.

Tres razones

Draghi ha señalado que hay tres motivos básicos para esta situación. Una la mejora de las perspectivas de crecimiento, pese a que el propio BCE las esperaba superiores: la zona euro crecerá un 1,5% en 2015 y un 1,9% en 2016, para alcanzar el 2% en 2017, ligeramente por debajo de las últimas proyecciones.

El segundo motivo es que se espera una inflación más alta, fundamentalmente frente a la oscilación a la baja del precio del crudo el año pasado y por el repunte d elas exportaciones tras la caída del euro, lo que hará que la inflación cierre el año en el 0,3% frente al 0% que se esperaba (en 2016 marcaría un 1,5% y en 2017, al 1,8%, según el BCE.

El tercer factor es un compendio de cuestiones técnicas, entre las que Draghi ha citado el foco de la inversión en los vencimientos a largo plazo, la mayor oferta de emisiones de los Estados y la caída de la liquidez.

Este es un efecto paradójico del gran programa de compras puesto en marcha por el BCE a imagen del que hace años puso en marcha la Reserva Federal de Estados Unidos, y que se convierte en el gran motor de un mercado con menor protagonismo para los inversores.

Pese a ello, y a la asumida volatilidad que provoca esta situación, Draghi ha avanzado que no está sobre la mesa reevaluar el programa de compra de deuda, que tiene por objetivo ayudar a incrementar la inflación al entorno del 2% y que seguirá en marcha, al menos hasta septiembre de 2016.

“Si fuera necesario, podemos reconsiderar su volumen, distribución temporal y el diseño de nuestras medidas, pero actualmente no hace falta”, ha aseverado el presidente del BCE.

Las Bolsas

La situación, según los analistas, supone, no obstante, un impulso adicional al mercado de renta variable, que aunque se verá contagiado de los eventuales episodios de volatilidad se verá fortalecido en general por las mejores previsiones macroeconómicas y fuera del foco de mayores tensiones.

Paradójicamente, el Ibex 35 ha terminado cerrando la sesión con una caída del 0,03% que le coloca en los 11.267,6 puntos, frente a la tónica positiva que ha contagiado los parqués del resto de grandes plazas europeas.

En el Ibex, el principal protagonista es Amadeus, que se deja más de un 9,7% al cierre del día. Los inversores reaccionan así a la noticia de que Lufthansa cobrará a partir de septiembre un recargo de 16 euros por la venta de sus billetes de avión a través de sistemas de distribución global como la propia Amadeus, utilizados por todas las agencias de viajes.

Grecia y el euro

Para todas las plazas europeas, sin embargo, el otro gran foco de atención del día -y uno de los principales motivos de la cautela del Ibex- sigue siendo Grecia. Después de la estruendosa irrupción de la canciller alemana, Angela Merkel en las negociaciones, para tratar de reconducir la situación antes de la cumbre del G7 de este fin de semana, se espera que las partes logren consensuar algún tipo de avance.

Tras este impulso, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunirá esta noche en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y representantes del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un nuevo intento de acercar posturas.

Pasado mañana, después de todo, expira el plazo que tiene Atenas para devolver 300 millones al FMI, en lo que supone solo el primero de los pagos, por un total de 1.500 millones, que debe afrontar el país este mes sin tener ya liquidez.

El euro, por su parte, ha repuntado un 1% en la sesión para recuperar la cota de los 1,12 dólares, el tipo de cambio más alto desde mediados de mayo.

Grecia no podrá emitir letras si no hay avances en la negociación

“Todas las energías deben centrarse en encontrar un acuerdo que sea sólido”, aseveró ayer el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, sobre la negociación que el organismo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional mantienen con Grecia para tratar de alcanzar un acuerdo de financiación que evite que el país incurra en impagos. Este acuerdo, advirtió Draghi, debe incluir medidas que impulsen “un crecimiento fuerte, la justicia social y la sostenibilidad presupuestaria, y que aborden las preocupaciones en materia de estabilidad financiera”. La llave del dinero, quiso dejar claro en todo caso el presidente del BCE, no se entregará hasta garantizar que Atenas aplica algunas de las reformas que le requieren sus acreedores de forma inmediata. “Y así llegará la financiación. Ni las instituciones ni los miembros del Eurogrupo diseñarían un programa sólido que no esté financiado de forma adecuada. La financiación estará ciertamente ahí”, aseguró Draghi. Sin embargo, el presidente del BCE matizó que no permitirá a Atenas aumentar el límite de letras del Tesoro que puede emitir para financiarse hasta que no se cierre el acuerdo y el Eurogrupo acepte desembolsar el último tramo de 7.200 millones de euros del rescate. “Y no estamos ahí”, subrayó. Draghi destacó, además, que seguirá vigilando la solvencia de la banca griega y que podría endurecer su acceso a la línea de liquidez de emergencia (ELA) si la situación empeora.

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