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En la provincia confluyen un legado histórico, una naturaleza y una gastronomía excepcionales

Huelva, inequívoca vocación marinera

Por su ubicación alejada, en el suroeste de la península Ibérica, fronteriza con Portugal, quizá los indudables atractivos de Huelva y su litoral no han sido ponderados como se merecen. Pese a su vecindad con Cádiz, ambas provincias no tienen comunicación directa, es necesario dar un rodeo atravesando la provincia de Sevilla. Sin embargo, Huelva, donde confluyen un patrimonio, una naturaleza y una gastronomía excepcionales, esconde multitud de rincones luminosos y con mucho encanto.

La historia de Huelva, de inequívoca vocación marinera, se remonta al primer milenio anterior a nuestra era. Tartesos y fenicios, que ya explotaban las minas del interior, convirtieron los pueblos del litoral en prósperos enclaves comerciales y crearon una ruta marítima para transportar los minerales de Tharsis y Riotinto a las ciudades del Mediterráneo oriental.

Considerada la capital del Condado de Huelva, el impresionante legado histórico y monumental es el principal reclamo turístico de Niebla, reino de taifa independiente desde 1023. Tartesos, romanos, visigodos y musulmanes habitaron sus tierras. Hay que visitar el castillo de los Guzmanes, del siglo XV, y pasear por el recinto fortificado, del siglo XII, uno de los más completos de los que se conservan en España.

En Almonaster la Real, parada obligatoria de la ruta de los castillos, se encuentra una espectacular fortaleza árabe de la época califal que forma parte de un conjunto donde se integra una mezquita de la misma época. Y no hay que olvidar que esta es una de las mejores zonas para degustar el producto estrella de Huelva, el jamón, así como sus riquísimas chacinas caseras, sin pasar por alto platos como los adobados, la ensalada de orégano, la ensalada fina de Los Llanos o la sopa de olores.

Dunas y pinares en la Costa de la Luz onubense

Entre Isla Cristina y Lepe se concentran algunas de las mejores playas onubenses: El Cantil, Punta del Caimán, Santana, Central, El Hoyo, La Casita Azul, Islantilla, Nueva Umbría... Sus aguas son perfectas para un refrescante baño, que se puede acompañar con la práctica de deportes de vela o motor o degustando platos típicos como raya en pimentón, atún con tomate o la coca isleña como postre.

Una joya de la parte más occidental, el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina, rodea la localidad para dar paso a las playas de Lepe, cuya Torre del Catalán, del siglo XVI, ha sido testigo del avance del turismo familiar o de veraneantes que practican el nudismo.

Huelva puede presumir sin complejos de sus más de 120 kilómetros de interminables playas de arena fina y dorada. La llamada Costa de la Luz se extiende desde las playas de Isla Canela, cerca de la frontera con Portugal, hasta la de Matalascañas, que tiene el privilegio de ser la puerta de entrada al Parque Nacional de Doñana, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Una de las playas más peculiares es la del Loro, en Almonte. Con cerca de tres kilómetros de longitud, su complicado acceso ha permitido que se conserve casi salvaje. Pero merece la pena acercarse para experimentar la tranquilidad que se respira en este rincón del Atlántico. Aquí permanecen al borde del mar, como imagen emblemática, los restos de la Torre del Loro, una construcción vigía que se alzaba en el litoral.

La naturaleza en todas sus manifestaciones es uno de los grandes atractivos de Huelva, no hay duda. Los aficionados al senderismo encontrarán en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche más de mil kilómetros de senderos, un extenso territorio de bosques y dehesas salpicados de pueblos blancos, fortalezas medievales, molinos fluviales... Sin olvidar la Gruta de las Maravillas. Esta joya de la geología esconde estalactitas, estalagmitas, coladas, cortinas listadas, coraloides, etc., términos científicos que ponen de manifiesto el valor de sus formas, cuyo reflejo en las aguas de la gruta tanto sorprenden. La cueva, de 1.400 metros de recorrido y que presume de ser la primera cavidad turística de Europa, recibe visitas desde 1914.

En las cuencas de los ríos Odiel y Tinto, en Punta Umbría, se encuentra el Parque Natural Marismas del Odiel. Un paseo en barca por las rías que lo conforman permite saborear la calma de un lugar habitado por una importante población de aves: flamencos, garzas, cigüeñas... Aquí se desarrollan todavía actividades tradicionales, como el marisqueo y la explotación de las salinas.

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