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Rebajarán sus ofertas y pospondrán compras hasta las generales

Los fondos contienen su apetito por el ladrillo tras los comicios del 24M

Los expertos prevén impacto para el mercado de alquiler y la venta de carteras de deuda. Advierten que Madrid y Barcelona se verán marcados por las iniciativas antidesahucios.

Imagen del centro de Madrid.
Imagen del centro de Madrid.Pablo Monge.

El auge en los comicios del pasado domingo de formaciones políticas que propugnan la paralización de las ejecuciones hipotecarias, la reubicación de familias desahuciadas en inmuebles vacíos de la banca y de Sareb o el fin de las operaciones de venta de inmuebles públicos a manos privadas, ha puesto en alerta a los fondos de inversión internacionales que en los últimos años han venido desembarcando en España con renovada hambre de ladrillo.

Los expertos del mercados avanzan que aún a falta de ver la plasmación concreta de estas iniciativas por parte de gobiernos que penden de pactos igualmente inciertos, la situación llevará a los fondos a rebajar sus ya apretadas ofertas de compra y a posponer las operaciones de calado hasta comprobar el signo de las elecciones generales de finales de año.

Madrid y Barcelona son el escaparate de este país”, expone Mikel Echavarren, consejero delegado de la consultora inmobiliaria Irea, vaticinando que el previsible nombramiento de Ada Colau (Barcelona en Comú) y Manuela Carmena (Ahora Madrid) como alacaldesas de las dos grandes capitales, “hará desaparecer el ánimo inversor durante los cuatro años” en todos los ámbitos “que dependan de la decisión de los ayuntamientos”.

En su opinión hay tres áreas especialmente preocupantes. De un lado la paralización de los desahucios –o su retraso, porque Echavarren recuerda que los municipios no tienen capacidad legal para acabar con ellos– porque supondrían una penalización al incipiente mercado del alquiler y ante todo “más plazo, más incertidumbre, y menos precio” en las ofertas de los fondos por los paquetes de crédito con garantía inmobiliaria.

De otro, premisas como la de Colau de paralizar la apertura de nuevos hoteles en Barcelona, “que es uno de los mercados hoteleros más importantes del mundo”. Y, en tercer lugar, la revisión de los planes generales de urbanismo de Madrid y Barcelona.

“O tienes un ayuntamiento 'probusiness' o la gente coge las maletas y se lleva el dinero a otro sitio”, advierte el directivo de un fondo de inversión que pide el anonimato, exponiendo que “el capital anglosajón no entiende que no se favorezca el desarrollo urbanístico”.

“Cualquier novedad supone incertidumbre y el dinero huye de la incertidumbre”, apunta Julio Gil, presidente de la Fundación de Estudios Inmobiliarios (FEI), asumiendo que como mínimo “los fondos considerarán más arriesgadas sus inversiones en España y exigirán más rentabilidad sobre sus inversiones”.

Gil expone, sin embargo, que de momento esta apuesta por lo social frente a lo económico solo llega a gobiernos locales o, en menor medida, a los autonómicos pero asume que el temor a lo que pueda pasar en las elecciones generales de este año si podría “retrasar ciertas operaciones” de calado a la espera de ver el resultado.

“El mayor riesgo es que salgamos del radar de las inversiones”, alertaban ayer desde ETC Real Estate, una nueva plataforma de gestión de deuda y activos hipotecarios impulsada por TDX Indigo, Equifax y Cobralia.

Sus socios asumen que los fondos van a rebajar sus ofertas en la compra de activos pero defienden que el cambio de paradigma político hará necesario impulsar medidas alternativas al desahucio, como quitas, o daciones en pago, entre otras. Un modelo de gestión que ellos potencian, aseveran, ante los fondos y bancos a los que prestan servicio.

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