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Los expertos en ‘data analytics’ escasean y cotizan al alza

El ‘big data’ arrasa en las escuelas de negocios

Los futuros ejecutivos deben ser capaces de entender los análisis de datos Ya hay casos de estudio que reflejan cómo afecta el 'big data' en la toma de decisiones

Thinkstock
Manuel G. Pascual

“En los próximos cinco o seis años llegaremos a tener más de 50.000 millones de sensores de todos los tipos. Microondas, coches, semáforos, teléfonos, casas... Todo va a estar conectado”. Este escenario, dibujado recientemente por el consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, evidencia que la enorme cantidad de datos disponibles hoy en día sobre los consumidores, que ellos mismos vuelcan en las redes sociales o las webs, se van a multiplicar exponencialmente en muy poco tiempo.

4,4 millones de puestos de trabajo

Según un informe de la consultora Gartner, solo durante 2015 se crearán más de 4,4 millones de puestos de trabajo para especialistas en big data. Y la cifra irá en aumenta cada año que pase. McKinsey también estima que las compañías apostarán muy fuerte por hacerse con profesionales especializados en esta disciplina.

Las funciones que cumplen los especialistas en big data son diversas. “Las empresas están interesadas principalmente en la búsqueda de tendencias, en obtener información del consumidor y en recabar información de producto”, destaca Nacho de Pinedo, consejero delegado del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI).

La compañía Acceso, especializada en análisis y tratamiento del big data, identifica tres funciones básicas de estos profesionales en el nuevo escenario económico. 

l Científico de datos. Es el encargado de traducir la información en conocimiento para que los analistas de negocio puedan tomar decisiones ágiles y con más inteligencia. Estos profesionales aplican técnicas avanzadas de análisis de la información (estadísticas predictivas y prescriptivas) y desarrollan pruebas de concepto rápidas ante nuevas preguntas de negocio, determinando la viabilidad y fiabilidad de las respuestas.

l Ingeniero de visualización. Este técnico diseña nuevas metáforas interactivas que den soporte al responsable de datos para encontrar eficientemente las respuestas más adecuadas en el nuevo proceso de análisis. Esto también permite al analista de negocio contextualizar y explicar la historia subyacente a los datos de la manera más eficaz desde el punto de vista del problema de negocio a resolver.

l Analista de negocio 2.0. Este profesional se sitúa entre los científicos de datos, los ingenieros de visualización y el consumidor final del análisis. Dotado con habilidades para procesar la información, tiene capacidad de análisis exploratorio y comprensión de los nuevos modelos de análisis visual. Debe ser además un buen narrador, ya que el storytelling es la clave para recorrer la parte final del camino de la información. El analista de negocio 2.0 es el encargado de traducir todo el trabajo anterior en propuestas concretas.

Para sacar provecho de tan ingente cantidad de información hace falta diseñar complejos modelos analíticos. Filtrar el dato relevante puede parecerse a encontrar una aguja en un pajar. De ahí la importancia de contar con profesionales que conduzcan estas investigaciones.

Los expertos en data analytics escasean. Se trata de un perfil tan demandado como joven. Por eso las principales escuelas de negocios del país han puesto en marcha, o están en proceso de hacerlo, estudios específicos relacionados con esta disciplina. Desde cursos de pocas semanas hasta completos másteres de 340 horas, los centros más punteros ya han hecho suya esta disciplina. El big data ha conquistado las escuelas de negocios.

De lo que nadie duda es de la creciente importancia de los data scientists (así se llama a los expertos en analítica de datos) en las organizaciones. “Las empresas contábamos hasta ahora con nuestras propias bases de datos sobre nuestros clientes. Pero no sabíamos qué hacían fuera del momento de consumo. Ahora están difundiendo en las redes sociales información relevante: qué estudian, adónde van de viaje, qué películas les gustan, etcétera”, explica a CincoDías Ana María Llopis, presidenta del grupo Dia y física e ingeniera de formación. “Se pueden procesar todos esos datos para sacar conclusiones y correlaciones. Se necesita a gente muy analítica. Los datos nos van a hablar, de eso no cabe ninguna duda. Pero si no les hacemos las preguntas adecuadas, no obtendremos nada”, sentencia la ejecutiva.

A las escuelas de negocios no les ha pasado desapercibida la importancia que tiene esta nueva disciplina en las empresas. En IESE ya se han introducido materias específicas relacionadas con el big data en los MBA y en los programas open executive. “Las decisiones, cada vez más, se toman con datos en la mano. Nos interesa que nuestros estudiantes conozcan el impacto que tienen estas analíticas en el desarrollo de estrategias”, cuenta Javier Zamora, profesor de Sistemas de Información de la citada escuela.

IESE tiene en cartera cuatro casos en los que se muestra hasta qué punto es relevante el análisis masivo de datos en la toma de decisiones. “Los futuros directores generales deben ser capaces de entender una conversación tecnológica con desarrolladores y CTO [responsables de tecnología] sobre este tema. Hay que cambiar el chip”, sentencia.

IE Business School es de los pocos centros que ofrece una titulación específica sobre la materia. El máster en Business Analytics and Big Data, cuya primera edición concluirá en junio, es un programa a tiempo completo de diez meses de duración. Está pensado para distintos perfiles: lo aprovecharán matemáticos o estadísticos, ingenieros e informáticos, pero también profesionales que procedan del mundo de los negocios (estos últimos suponen más de la mitad de las matriculaciones). “El objetivo es que el alumno sea capaz de incorporarse a o de gestionar un equipo de data scientists y de diseñar estrategias de análisis de datos”, asegura Juan José Casado, director académico del máster.

“Los datos hablan; hay que saber hacerles las preguntas adecuadas”, señala Ana María Llopis

Para ello, el programa explora cómo pueden servirle los datos a un negocio concreto, qué técnicas existen para conseguirlos y procesarlos y qué tecnologías se emplean a tal fin. También se dedica parte del curso a aprender a exponer los resultados del análisis. “Cuando este trabajo lo hacen profesionales excesivamente técnicos, a menudo acaba muriendo en un cajón porque no se es capaz de transmitir en lenguaje business los resultados. Es importante trabajar este aspecto”, opina Casado. Deusto pondrá en marcha en junio un programa sobre big data. Se propone lograr que, a través de ejemplos y discusiones en grupos, los participantes aprendan a aplicar el análisis avanzado en ámbitos tan distintos como el marketing, el comercio minorista y sus operaciones de logística. Igual que sucede con IESE, los programas de Deusto Business School plantean al alumno pequeños experimentos para que, dadoun conjunto de datos, puedan llegar a sacar en limpio información relevante para una acción de negocio. Otras instituciones, como Esade o el ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet), incluyen contenidos sobre big data dentro de programas dirigidos al desarrollo de negocios digitales.

Perfil técnico

Aunque si se quiere dominar al 100% la materia, una de las propuestas más completas es el máster del MBIT School. En este caso sí advierten de que si no se tiene una buena formación en matemáticas y/o ingeniería, puede ser difícil seguir el curso. La idea de montar esta reciente escuela surgió en un grupo de antiguos alumnos de IESE. “Algunos de los que nos dedicamos a business intelligence [la disciplina que transforma la información conseguida por el big data en acciones concretas de negocio] detectamos una seria carencia de analistas de datos”, explica Enrique Serrano, consejero delegado de MBIT School. Para corregir ese déficit, pusieron en marcha dos programas, de 240 y 340 horas, respectivamente: uno sobre big data y otro sobre data science (más técnico todavía).

Si tomamos las salidas profesionales como vara de medir, el máster ha sido un éxito. “Muchas empresas nos han pedido el listado de alumnos de la primera edición del máster, que todavía no han acabado”, indica Serrano. “Hubo dos grandes tecnológicas dispuestas a contratar al 100% de los estudiantes, 32 por el momento, antes de que acabaran. Creo que el único problema de nuestros alumnos será elegir con qué oferta se quedan”.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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