Rajoy augura un “largo periodo de bienestar”

Tal y como viene asegurando desde hace días, el presidente del Ejecutivo insistió durante un desayuno organizado por Europa Press que fijar la previsión de avance del producto interior bruto (PIB) en el 2,9% para este ejercicio y el que viene no tiene nada que ver con el “voluntarismo ni los fuegos artificiales”. De hecho, aseguró que se trata de cifras prudentes que lo que sí prevén es que España será la economía que más crezca entre las grandes que comparten la moneda única y lo hará “con una diferencia considerable” respecto a la media de la eurozona.

Además de considerar perfectamente factible que la actividad aumente a un ritmo de casi el 3% hasta 2017, Rajoy volvió a calificar como “razonable” que España alcance durante la próxima legislatura los 20 millones de ocupados. En este sentido, recordó que la encuesta de población activa correspondiente al primer trimestre del año ya muestra un intenso ritmo de creación de empleo.

No obstante, el jefe del Ejecutivo aprovechó su discurso cargado de buenas perspectivas para poner el acento en los obstáculos que podrían entorpecer estas metas. En su opinión, para que todas estas previsiones se cumplan e “incluso mejoren” (conviene recordar que las estimaciones incluidas en el cuadro macro del Gobierno suelen pecar de conservadoras por el efecto que tendría que no se cumplieran), es necesario “seguir manteniendo” el impulso reformista que ha guiado al Gobierno. Para lo que resta de legislatura, Rajoy anunció que las iniciativas que se pondrán en marcha harán énfasis sobre todo en la Administración, la formación para el empleo, el apoyo a los autónomos, la unidad de mercado o la innovación.

La clave está en conseguir ser “extremadamente ambiciosos con las reformas y extremadamente eficaces en la gestión de los recursos”, añadió el presidente. Por eso, el objetivo de la próxima legislatura será “volver a la normalidad prevista en el artículo 135 de la Constitución”, es decir, que no haya déficit público, sentenció Rajoy.

Influido por la inminencia de la segunda cita electoral de este año el 24M y por los sondeos que apuntan a un serio descalabro de los dos grandes partidos, Rajoy no desaprovechó la ocasión para advertir que los “dos grandes enemigos de la recuperación en España” son, por un lado, la inestabilidad política y, por otro, el conflicto abierto entre la Comisión Europea y Grecia.

Cartel electoral

Sobre la irrupción de los nuevos partidos políticos a los que las encuestas auguran buenos resultados el próximo 24M, Rajoy se refirió advirtiendo que la “demagogia y la frivolidad solo garantizan la regresión y la pérdida del nivel de influencia”.

El presidente del Gobierno estuvo arropado en el acto por buena parte de los miembros de su Gabinete, así como por la número dos del PP María Dolores de Cospedal, el presidente del Congreso, Jesús Posada, numerosos presidentes autonómicos y las candidatas a la alcaldía de Madrid y la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, respectivamente. Ante los mensajes defendidos por algunas formaciones políticas, el presidente del Ejecutivo recalcó que lo que pone en riesgo los servicios públicos es la recesión. “Es la crisis y no la lucha contra ella lo que amenaza las políticas sociales. Por eso, hemos hecho de la creación de empleo nuestra principal prioridad”, explicó.

Preguntado por si seguirá bajando los impuestos después de que hasta la reciente reforma fiscal aprobada el PP no pudiera cumplir la medida estrella del programa electoral con el que concurrió a las elecciones generales de 2011, el jefe del Ejecutivo se mostró dispuesto a nuevas rebajas cuando haya más actividad y recaudación.

“Nuestro plan es seguir haciendo bajadas impositivas”, enfatizó, si bien al tiempo no dejó de alertar que hay que seguir reduciendo el déficit y la deuda públicos. Sobre si dichos ajustes impositivos incluirán un recorte del tipo del IVA que se aplica a la cultura, Rajoy insistió en que los descensos “podrían afectar a cualquier impuesto”.

Sin embargo, en paralelo argumentó que él está “abierto a todo”, si bien recalcó la necesidad de que España cuente con un sistema tributario “justo” y con un nivel de cotizaciones suficiente para atender a los 9,2 millones de pensionistas que existen. De hecho, al hablar de las pensiones, el presidente volvió a presumir del Estado del bienestar con que cuenta España, que no tiene comparación “con ningún otro en el mundo”.

Ya en clave política, sobre la fecha en la que convocará las próximas elecciones generales, Rajoy no descartó, para “no cerrarse la puerta”, fijar los comicios coincidiendo con las catalanas del próximo 27 de septiembre, aunque matizó que su intención es que se celebren a finales de año.

Sí fue tajante al asegurar que “pase lo que pase” el próximo 24 de mayo, él quiere seguir siendo el cartel electoral del PP para los próximos cuatro años. “Les irá bien si confían en mí”, bromeó.

Respecto a la pretensión de Artur Mas de que las elecciones catalanas de ese día tengan carácter plebiscitario, reiteró la posición de su Gabinete: “se trata de unos comicios autonómicos más”. Un argumento que dejó claro al ser preguntado por si sabía qué eran unas elecciones plebiscitarias: “Sí, las que no se van a celebrar en Cataluña el 27 de septiembre. No existen”. Por último, dijo que él está dispuesto a hablar de todo, salvo de la unidad nacional y de la libertad y los derechos fundamentales de los españoles.