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Congeló la operativa ante la fuga del 20% de depósitos con plácet del BCE

El Banco de España defiende su intervención en Banco Madrid

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.EFE
Juande Portillo

Exactamente un mes después de ordenar la intervención de Banco Madrid, horas más tarde de que Andorra hiciera lo propio con su matriz, Banca Privada de Andorra, ante las acusaciones de blanqueo de capitales realizadas por EE UU, y sin que haya mediado entre tanto rueda de prensa o explicación oficial alguna más allá de comunicados puntuales de sus actuaciones, el Banco de España decidió emitir una “nota informativa” el viernes para explicar y justificar su gestión del escándalo.

El documento, de cuatro hojas, se limita en todo caso a dar cuenta del relato cronológico de la crisis y de su actuación, “ratificada posteriormente por el Banco Central Europeo”, asevera el supervisor bajo la promesa de que seguirá actuando “con la máxima celeridad posible” en este asunto.

El documento arranca exponiendo que “el pasado 10 de marzo se anunció” que las autoridades estadounidenses pasaban a considerar Banca Privada de Andorra (BPA) “como institución financiera extranjera sometida a preocupación de primer orden en materia de blanqueo de capitales”.

Una actuación que será llevada a juicio

“El Banco de España intervino en el momento adecuado y a la velocidad adecuada”, defendía esta semana su gobernador, Luis María Linde, asumiendo que “cada uno es libre de querellarse con quien quiera”. Linde se refería a las decenas de clientes y empleados de Banco Madrid que ya han anunciado que, de la mano del bufete Cremades & Calvo Sotelo o de Ausbanc, presentarán un recurso de alzada ante el Ministerio impugnando la actuación del supervisor y llevarán el caso a la Audiencia Nacional si este es rechazado. Los afectados critican que al no suspender la operativa del banco hasta el día 16 de marzo, pese a haberlo intervenido ya el 10, el Banco de España permitió la fuga de una parte de la clientela, que se libró de los acontecimientos posteriores, pero cuyo “pánico”, reconoció el propio juez en su auto, secó los recursos de la entidad y obligó a liquidarla.

“Decisión que tenía como consecuencia inmediata, entre otras, la imposibilidad para BPA y todas las entidades de su grupo (entre las que estaba incluido Banco de Madrid, propiedad 100% de BPA), de operar en dólares en los Estados Unidos y de mantener activas sus cuentas de corresponsalía con entidades norteamericanas”.

“Ese mismo día, 10 de marzo”, continúa sin mayor explicación sobre la coincidencia de fechas, “ se recibió en el Banco de España el informe del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac), fechado el día 25 de febrero”, basado en una inspección realizada en 2014, recoge sin detallar que fue entre abril y mayo de aquel año, “en el que se incluían presuntos incumplimientos de la normativa española de prevención de blanqueo de capitales atribuibles a Banco de Madrid”.

Fue esta confluencia de hechos “que podían afectar significativamente a la operativa de la entidad y poner en peligro su estabilidad”, afirma el Banco de España, lo que le llevó a determinar la intervención de Banco Madrid la noche del 10 de marzo al amparo de la Ley de Ordenación, Supervisión y Solvencia de Entidades de Crédito ante “indicios fundados de que se encuentra en una situación de excepcional gravedad”.

Lo que la nota no recoge es que el informe del Sepblac ya había sido presentada a la antigua cúpula de Banco Madríd un día antes, el lunes 9, el mismo en que EE UU avanzó a Andorra el anuncia que haría el día 10 de marzo.

El día 11, Andorra suspende temporalmente de funciones al consejo de BPA y solo cuando “en la mañana del día siguiente, 12 de marzo, el consejo de administración de su filial Banco de Madrid se dirigió al Banco de España solicitando su sustitución” se aprobó el nombramiento de tres administradores.

El domingo 15 de marzo la comisión ejecutiva del Banco de España “se reunió para analizar la evolución de la liquidez y de la operativa” del banco “que se habían deteriorado fuertemente los días 11, 12 y 13 de marzo, con una salida de fondos superior al 20% de los depósitos”.

Situación que esperaban se agravase el lunes tras la noticia de la detención en Andorra del consejero delegado de BPA y Banco Madrid o el traslado a la Fiscalía de “indicios” de blanqueo también en la filial española. “En aplicación a la normativa del BCE”, se decidió entonces suspender la operativa del banco. “Esta decisión fue ratificada posteriormente por el BCE”, subraya el documento.

“Por su parte, atendidas idénticas circunstancias y la previsible e inminente incapacidad de la entidad para atender nuevas retiradas de fondos”, los administradores solicitaron el concurso de acreedores al juez mientras que ese mismo día Andorra se limitaba a restringir las operaciones de retirada de fondos a 2.500 euros por cuenta y semana.

Dos días después, la comisión ejecutiva del Banco de España “adoptó el acuerdo de notificar al FROB que no procedía la apertura de un proceso de resolución por no apreciarse las razones de interés público”. Decisión que el FROB se limitó trasladar al juez, que el día 25 terminó aprobando la apertura del concurso.

Aunque la nota excluye valoraciones de este tipo, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, calificaba esta semana esta gestión como “perfecta”.

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