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Distribuirá entre el 30% y el 40% del beneficio recurrente

Botín: el dividendo evolucionará de acuerdo con los beneficios

La presidenta del Grupo Santander, Ana Botín.
La presidenta del Grupo Santander, Ana Botín. EFE

La primera junta de accionistas de Ana Botín como presidenta de Banco Santander tuvo como escenario, como es tradicional, el Palacio de Congresos de la ciudad cántabra. Pese a que amaneció un día negro y lluvioso, los accionistas no quisieron perderse el acto y las colas para entrar al Palacio de Congresos eran más significativas que otros años. Incluso José García Cantera, director financiero del grupo, espero estoicamente bajo la lluvia su turno para entrar al recinto.

La banquera aprovechó el acto para recordar a su padre, Emilio Botín, fallecido en septiembre pasado. También recordó a Javier Marín, consejero delegado de Santander hasta finales de 2014, y que fue sustituido por José Antonio Álvarez, quien parece que hace un buen tándem con Ana Botín.

Durante su intervención la presidenta del primer grupo financiero español hizo un guiño al accionista, al cliente y a la plantilla. Explicó que el retorno al accionista fue del 17,2%, del que un 10% correspondió al dividendo y el resto a la apreciación de la acción. “En el caso de nuestros competidores, este retorno fue de media el 2%”, subrayó .

También aprovechó para justificar la ampliación de capital exprés que realizó el banco en enero por 7.500 millones de euros. “Desde la fecha de la ampliación de capital a 6,18 euros por acción el 13 de enero, los accionistas han tenido una apreciación del 11,9% (dato al cierre del 26 de marzo), lo que sumado al dividendo de 0,146 euros supone una rentabilidad acumulada por los accionistas del 14,3 en menos de tres meses”, afirmó.

Pese a que en esta ampliación estaban excluidos los accionistas minoritarios, Ana Botín explicó que estos pequeños inversores “han tenido, con posterioridad, una amplia oportunidad para adquirir títulos en el mercado, al precio al que se realizó la ampliación e incluso a un precio inferior en los días siguientes a la misma”.

La banquera recordó la nueva política de dividendo del banco. El objetivo es “dar gran importancia al pago del dividendo en efectivo, de modo no dilutivo y que sea sostenible y creciente de acuerdo con los resultados del grupo”.

Aunque no mencionó que la bajada de la remuneración al accionista ha disminuido un 66%, el primer accionista que tomó la palabra, de los 29 que lo solicitaron, hizo mención a ello. De hecho, el dividendo se convirtió en el protagonista de las intervenciones de los accionistas. A lo que la banquera contestó que se había recurrido a una ampliación acelerada para evitar estar expuestos durante tiempo a los mercados hasta que concretara la ampliación. Además, esta fórmula les permite ampliar capital con un menor descuento.

Y propuso que para este año “tenemos previsto abonar un dividendo de 0,20 euros por acción. La propuesta que hoy les proponemos es que solamente un pago, el de noviembre, se realice a través del dividendo elección por importe de 0,05 euros mientras que el resto serán en efectivo”. De esta forma, los accionistas percibirán un total de 0,40 euros por acción, de los que 0,30 son con cargo al ejercicio de 2014 y 0,20 al presente año, “lo que supone una rentabilidad por acción de alrededor del 6%”.

Declaró que “nuestro objetivo es que el dividendo evolucione de acuerdo con los beneficios del grupo, distribuyendo entre el 30% y el 40% del beneficio recurrente. Esta nueva política de dividendos es buena para el banco y buena para todos los accionistas”.

La banquera dijo que el banco tiene capacidad “para crecer con nuestra base de clientes en nuestros 10 mercados principales. Por tanto, no tenemos necesidad de comprar”. De momento, el banco ha descartado cualquier adquisición, salvo en Portugal, donde participa en la subasta por Novo Banco, aunque al parecer el precio que pide el Gobierno luso es bastante elevado, explican algunas fuentes.

Tanto la presidenta como el consejero delegado se refirieron a España, país en el que esperan una mejora sustancial de la economía. El banco, según explicaron ambos, contribuirán a esta mejora con un crecimiento del crédito. “Confiamos en aumentar el crédito este año en España más que el mercado, como ya hicimos en 2014”, anunció Ana Botín.

Este aumento del crédito, precisamente, se conseguirá, según la banquera, gracias en parte a la ampliación de capital llevada a cabo en enero, y que también ha sido objeto de críticas por los accionistas al diluir el beneficio por acción. “Con la ampliación de capital podemos aprovechar oportunidades orgánicas de crecimiento en los países en los que estamos presentes y eso es apoyar a los clientes y dará más rentabilidad que revertirá en el accionista”, contestó a un pequeño inversor.

Ana Botín como José Antonio Álvarez hicieron referencia en sus respectivas intervenciones a las nuevas exigencias regulatorias de capital, que “están impactando en la rentabilidad estructural de los bancos”. Entre ellas el consejero delegado destacó las nuevas exigencias de más capital para absorber pérdidas (conocido como tlac).

La presidenta reclamó a los a los reguladores que ahora “lo importante es cerrar cuanto antes todas las cuestiones que aún están pendientes de definir y centrarnos en su implementación”.

Las elecciones, el desempleo y los competidores tecnológicos

La banquera aprovechó también el acto para dar un tirón de orejas a los políticos en general y al Gobierno en particular al referirse “al problema más grande que tenemos que solucionar como país: el desempleo. Mientras haya parados, ellos deben ser nuestra prioridad. Necesitamos crear más empleo. Y para ello tiene que haber crecimiento económico acompañado de progreso social, y siempre mirando el medio y largo plazo”.

El tirón de orejas también se hizo extensible a causa de las numerosas citas electorales que tiene que afrontar España este año. “En un contexto de incipiente recuperación en Europa, afrontamos un año con numerosas citas electorales. Corresponde a los partidos políticos presentar propuestas para seguir construyendo una Europa más próspera, a los ciudadanos valorar las distintas alternativas, y al sector privado y empresas comprometernos más con la sociedad e invertir más aún con visión de largo plazo”.

Sobre los competidores, la ejecutiva no solo aludió a los bancos competidores, o los grandes fondos de la llamada banca en la sombra “con menor regulación y supervisión, sino también a las grandes empresas tecnológicas”. Pese a ello, dijo que “Santander está bien preparado para afrontar estos desafíos”.

La nota de color: las quejas y exposiciones en inglés

La nota de color de la junta la pusieron ayer los accionistas europeos que pidieron la palabra para exponer sus quejas en inglés, que parece que se ha convertido en el segundo idioma del banco. La diversificación geográfica del banco se ha hecho ya palpable hasta en la junta de accionistas. Antes de los accionistas, el vicepresidente y consejero coordinador del banco, Bruce Carnegie-Brown, se dirigió a los accionistas en inglés para leer su informe, aunque luego fue traducido por el secretario del consejo, Ignacio Benjumea Cabeza de Vaca.

Otro accionista, en este caso español, recriminó a Ana Botín por haber entrado en el banco “como un elefante en una cacharería”, y como gran parte de los accionistas se quejó del recorte del dividendo.

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