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Columna
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Lecciones trágicas

El accidente del vuelo 9525 de Germanwings en los Alpes franceses puede marcar un punto de inflexión en la historia de la aviación. Los fiscales franceses dicen que el copiloto dirigió la aeronave en su descenso trágico mientras mantenía cerrada la puerta de la cabina para el piloto. Pasará algún tiempo antes de que se completen las investigaciones. Pero el desastre ha llamado rápidamente la atención sobre un aspecto poco evidente de la seguridad del vuelo –los posibles riesgos que puede plantear la tripulación en lugar de los pasajeros. Esto hará surgir preguntas sobre los procedimientos en toda la industria, al igual que en Lufthansa.

 La seguridad en vuelo es, en parte, un proceso iterativo. La razón por la que los fallecimientos en la aviación comercial son tan raros es que las aerolíneas y fabricantes de aviones responden con nuevas tecnologías y procesos cuando las situaciones imprevistas exponen las debilidades de seguridad. Después del atentado de Lockerbie, las aerolíneas introdujeron una regla que obligaba a que el equipaje no pudiese volar sin el viajero titular. Después de los ataques del 11 de septiembre, fueron reforzadas las puertas de las cabinas.

Controlar la seguridad contra una posible acción perjudicial deliberada realizada por los responsables de la seguridad de los pasajeros es mucho más complicado que hacer frente a las deficiencias técnicas, los errores humanos o el terrorismo. Algunas compañías aéreas europeas ya están respondiendo al disponer que dos miembros del personal estén en la cabina en todo momento. Pero esta regla no elimina el riesgo. Porque un miembro de la tripulación puede ser capaz de dominar a otro.

Los pasajeros quieren ver medidas adicionales a raíz de la catástrofe de Germanwings. Esto presenta un desafío. Las aerolíneas ya tienen procedimientos diseñados para asegurar que los pilotos están física y mentalmente en condiciones de volar. Las medidas bien intencionadas pueden tener consecuencias adversas. En este caso, la puerta blindada parece haber impedido que el capitán volviese a entrar en la cabina del piloto y pudiese detener el descenso fatal.

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