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Parte de la huída de fondos se ordenó antes conocerse el escándalo

Preaviso de 24 horas a Banco Madrid antes de su intervención

Un coche de policía aparcado frente a la oficina de Banco Madrid.
Un coche de policía aparcado frente a la oficina de Banco Madrid.ANDREA COMAS (REUTERS)
Juande Portillo

La sorpresa general por la intervención de Banco Madrid por parte del Banco de España la noche del pasado martes día 10, horas después de que Andorra tomara el control de su matriz Banca Privada de Andorra (BPA), fue algo menor para la cúpula de la entidad española.

Ya un día antes, los principales responsables de Banco Madrid fueron informados por miembros de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) de las conclusiones de una investigación que revela “indicios” de blanqueo de capitales en la entidad.

La comunicación al investigado, obligatoria por ley antes de proceder contra una entidad, tuvo lugar la misma jornada en que Estados Unidos comunicó a Andorra que al día siguiente denunciaría públicamente a BPA por presunto lavado de dinero a redes internacionales del crimen, algunas de ellas radicadas en España.

La investigación del Sepblac comenzó a realizarse en abril de 2014, con inspecciones in situ durante los dos primeros meses de la misma. El informe final con las conclusiones, según fuentes conocedoras del mismo, fue emitido el pasado 25 de febrero si bien las consecuencias del mismo comenzaron a hacerse notar cuando se pusieron de relieve las pesquisas de Estados Unidos.

Tras la notificación a la entidad, el lunes 9, el Comité Permanente de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales, dependiente del Ministerio de Economía, se reunió el pasado jueves y abrió un expediente sancionador por siete faltas graves y una muy grave a Banco Madrid. El informe, que contiene elementos que podrían ser constitutivos de delito, fue enviado a la Fiscalía Anticorrupción el viernes, donde aún se analiza para su posterior remisión al juez.

Este sigiloso procedimiento entre el lunes y el viernes, que no comenzó a hacerse público hasta el final de la semana, fue acompañado de una agenda pública más pausada. La intervención de Banco Madrid no tuvo lugar hasta la noche del martes; su cúpula, dimitida la noche del miércoles, fue sustituida el jueves y fue ya el lunes de esta semana cuando la operativa del banco quedó suspendida ante la solicitud de concurso de acreedores por parte de sus nuevos administradores.

Fuentes cercanas a la investigación explican que el desfase entre las actuaciones no supuso peligro de destrucción de pruebas puesto que aunque la cúpula del banco fue informada de las irregularidades detectadas días antes de ser apartada, el informe del Sepblac tiene carácter de prueba de cargo. En el sector financiero circula la duda, sin embargo, de si la generosidad de estos plazos sí permitió alertar a algunos clientes de lo que estaba por venir frente a otros que han quedado atrapados desde el lunes.

Varios gestores consultados explican que desde el momento en que se ordena el traspaso o reembolso de un fondo hasta que el movimiento se hace efectivo pasan dos o tres días. Esto ha hecho, por ejemplo, que clientes que tras conocer la dimisión de la cúpula de Banco Madrid la noche del miércoles, reclamaron de vuelta el dinero de sus fondos el jueves no hayan podido recuperarlo porque el movimiento no se había liquidado aún el lunes, cuando la CNMV suspendió los reembolsos.

Pese a esta restricción temporal, la huida de fondos de Banco Madrid comenzó el mismo miércoles, cuando hubo salidas de casi 14,5 millones de euros y continuaron el jueves con retiradas de 36,7 millones. Es decir, buena parte de la salida de fondos se ordenó entre el lunes y el martes, antes de que la investigación por fraude o la intervención fueran hechas públicas.

Para el viernes, la salida de fondos alcanzaba los 76,3 millones. Sin ser más que el 1,25% del volumen total gestionado por Banco Madrid, fuentes del sector advierten que la cifra de salidas de estos tres días duplica los ingresos netos que obtuvo la gestora en todo enero y febrero: 32,9 millones según los datos de Inverco. Un volumen poco habitual de salidas, asumen varias voces del sector, que comenzó a ordenarse antes de que hubiera motivos públicos para la alerta.

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