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Banco Sabadell sigue la senda de Banco Santander

Botín quiere reuniones bien planificadas para no perder el tiempo

La semana pasada volvió a ser intensa en cuanto a información financiera se refiere. El fin de la reestructuración del sector, con la normalización de sus cuentas y las expectativas de una mejora de la economía española parecía que iba a estabilizar el sistema financiero por lo menos durante una temporada, pero no ha sido así. La noticia más impactante ha sido la intervención del portugués Banca Privada d’Andorra (BPA) y de su filial española, Banco Madrid.

La intervención de BPA y de su filial no ha sido por problemas de solvencia, como había ocurrido hasta ahora con las entidades españolas nacionalizadas. Ha sido bajo la acusación de blanqueo de capitales y, como si fuera el guión de una película que aspira a ganar el Oscar, las sospechas y la iniciativa de esta medida proviene de Estados Unidos. La noticia ha vuelto a hacer saltar las alarmas del Banco de España y de Economía, aunque en esta ocasión la entidad intervenida es una pequeña firma fácilmente digerible por otra entidad si al final se optase por poner a la venta Banco Madrid. La otra posibilidad es su liquidación.

Pero también se han producido noticias positivas, como el anuncio de las negociaciones muy avanzadas de Banco Sabadell para la compra del británico TSB. Es todo un salto para la firma que preside Josep Oliu que, de cuajar la operación (y tiene toda la pinta de que cuajará), se colocaría como la sexta entidad de Reino Unido. La estrategia seguida por Oliu es muy similar a la que llevó a cabo otro banquero fallecido hace seis meses, Emilio Botín. Tanto Santander como Sabadell tienen orígenes regionales y ambos se fortalecieron en su mercado natural, España, para más tarde dar el salto internacional aprovechando el debilitamiento de parte de sus rivales. Es curioso que dos de los primeros bancos británicos vayan a tener nombres de ciudades españolas: Santander y Sabadell.

Y mientras se resuelve el caso Banco Madrid y Sabadell cierra la compra de TSB, hay otro proceso que parecía que no iba a tener mucha trascendencia en el sector, pero según pasan los días toma mayor relevancia. Son las negociaciones de los convenios colectivos de bancos, cajas y cooperativas de crédito, y sobre todo, el giro que está dando el debate sobre los horarios. Es curioso que mientras la patronal de las excajas de ahorros, la Acarl, habla de liberalizar los horarios del sector para que sea cada entidad la que decida cuándo y cómo quiere abrir al público, la AEB no ha dado muestras de querer romper los horarios establecidos hasta ahora para sus socios, los bancos. Y si nos atenemos a algunas manifestaciones de sus representantes, parece que las excajas de ahorros buscan diferenciarse con los bancos.

Bankia se ha convertido en la primera abanderada de una ruptura de los horarios bancarios establecidos hasta ahora. No solo ha puesto en marcha las oficinas ágiles abiertas mañana y tarde, sino que quiere que una parte de sus comerciales, los gestores de carteras, tengan horario flexible de mañana y tarde, con una pausa para la comida, para atender a sus clientes. La idea es acompañar al cliente de 8,00 horas a 19,00 horas inicialmente (el horario está en pruebas). En Banco Santander parece que la idea es la contraria, o por lo menos la filosofía que ha transmitido su presidenta, Ana Patricia Botín. La banquera ha comentado a sus más directos colaboradores que en el banco había que racionalizar las jornadas laborales. Que había que terminar con la convocatoria de reuniones más tarde de las 17,00 horas si se podían hacer por la mañana, más cuando en varias ocasiones no se sabía bien cuál era el motivo de ese acto.

No es ninguna novedad decir que Botín quiere implantar el modelo británico en Santander. Los cuatro años que permaneció como primera ejecutiva de Santander UK han asentado más su atractivo por la cultura financiera anglosajona. Será por ello que en más de una ocasión ha comentado que ella prefiere comerse un sándwich e irse a casa a las 18,00 horas que alargar la comida para regresar a casa más tarde.

Considera que las 18,00 horas es buena para finalizar la jornada laboral y eso es lo que ha transmitido uno de sus directivos en la última convención de grupo (se ha cambiado el nombre de directivos a grupo) a la plantilla de España. Hay que racionalizar más los horarios, fue uno de los principales mensajes lanzados en esta convención cuando cada país explicó sus planes a la plantilla (en España se celebró en los cines Kinépolis).

Cambiando de tema. El pasado martes la asociación de inspectores del Banco de España celebró su asamblea anual a la que asistió uno de los peritos del caso Bankia, Antonio Busquets (Víctor Sánchez no pudo asistir). En este acto, todo el colectivo apoyó a ambos inspectores y acordó replicar los contrainformes del FROB y de Bankia y realizar alguna acción para defender la profesión, que con los últimos acontecimientos consideran desprestigiada.

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