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Hasta 18 monasterios se pueden visitar en este enclave

El robledal sagrado que separa Lugo de Orense

Monumentos religiosos y viñas centenarias se dan la mano en la Ribeira Sacra

Mirador en un cañón del río Sil.
Mirador en un cañón del río Sil.

El río Sil es testigo de lo bueno y lo malo de la cornisa cantábrica. Nace cerca de La Cueta (León) y tras atravesar la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana, de pureza casi virgen, se adentra en los pueblos mineros que tachonan el camino entre Villablino y Ponferrada formando innumerables meandros. Y es poco después de abandonar el Bierzo, en su siguiente parte del trayecto camino a desembocar en el Miño, cuando el Sil parece encontrar su mayor gloria. Encajonado entre cañones y escarpadas laderas, define el paisaje de la Ribeira Sacra.

La Ribeira Sacra es una zona de Galicia que delimita el sur de la provincia de Lugo y el norte de la de Orense. Casi como frontera natural. El Sil entra por el este y vierte sus aguas al Miño a medio camino entre la capital de la comarca, Monforte de Lemos, y el pueblo de Chantada.

Es la conjunción de ambos ríos la que da forma al entorno, salvaje y escarpado, y quizá sea eso mismo lo que determina el carácter de la población, que siempre ha tenido que luchar contra la incomunicación.

Ya los romanos, que tenían especial interés en el lugar por la riqueza aurífera del Sil y por ser vía de paso camino a Santiago desde Las Médulas bercianas, tuvieron que esforzarse con puentes y túneles para mejorar el tránsito por la zona, pues en los inviernos el puerto de O Cebreiro, el más conocido de la comarca, se llenaba de nieve y dificultaba el transporte.

Hay dos elementos de la Ribeira Sacra, más allá de su paisaje, que la convierten en atractiva para el turista: los monasterios y el vino.

Nada menos que 18 monasterios y templos son los que se pueden visitar en la región. Es la proliferación de los edificios religiosos lo que más llama la atención y lo que, en teoría, da nombre al lugar.

El monasterio de Santo Estevo es uno de los edificios más visitados y relevantes de la Ribeira Sacra. En la actualidad es un Parador Nacional.
El monasterio de Santo Estevo es uno de los edificios más visitados y relevantes de la Ribeira Sacra. En la actualidad es un Parador Nacional.

El hecho de que las riberas de los dos ríos protagonistas del paisaje, una presencia constante en la mirada del viajero, coincidan con este alto número de construcciones sagradas hizo pensar, durante mucho tiempo, que el nombre de Ribeira Sacra significaba, eso, ribera sagrada.

Sin embargo, una teoría más reciente, que parte de los años ochenta y del historiador Manuel Vidán, asegura que el topónimo tiene más que ver con la cultura celta, en la que se adoraba al roble, y su traducción más certera sería robledal sagrado.

En cuanto al vino, la Ribeira Sacra presume de producir los mejores tintos de Galicia. Con especial énfasis en el cultivo de la variedad mencía, también presente en las vecinas bodegas de El Bierzo o Cangas del Narcea, los viticultores del lugar han conseguido llevar su producción a los más de tres millones de litros actuales en sus casi 90 bodegas.

Además de ser el producto de referencia del lugar, el caso es que el vino también define el valor turístico de la Ribeira Sacra. Las viñas se sitúan en las laderas de los cañones entre los que discurren el Sil y el Miño, lo que hace que la vista sea muy particular. La vendimia ha de hacerse a mano y, de manera poco menos que heroica, se bajan las cestas con la uva hasta los medios de transporte que, en ocasiones, son las propias barcas en los ríos.

Por la Ribeira Sacra pasa, también, el Camino de Santiago. Lo hace por dos rutas diferentes. Una es el camino francés, probablemente el más transitado y popular, que corona el puerto de O Cebreiro. La otra es el conocido como camino de invierno, que pretende evitar al peregrino la dura ascensión, especialmente complicada en época invernal; el origen de esta vía alternativa es romano, pues se creó con el objetivo de la explotación aurífera del lugar.

Catamarán turístico en el río Sil.
Catamarán turístico en el río Sil.

Dos ríos que se pueden recorrer en catamarán

Uno de los servicios turísticos que ofrece la Ribeira Sacra a los visitantes es el de un viaje en catamarán por el Sil y por el Miño. El del primer río sale del Club Náutico de Doade y dura alrededor de dos horas.

Por el Miño hay dos rutas diferentes, una que sale de Bellesar y otra de Os Robles, siendo un poco más cortas, pues la primera es de una hora y media y la segunda, de 45 minutos.

Además, la comarca cuenta con dos paradores nacionales: el de Monforte de Lemos, situado en el llamado Palacio de los Condes, que pertenece al conjunto monumental de San Vicente do Pino, y el de Santo Estevo, ubicado en lo que fue un antiguo monasterio.

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