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Columna
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Rolls Royce se queda sin margen de error

La capacidad de los motores de Rolls-Royce de generar efectivo está perdiendo poder. El fabricante británico, que asustó a los mercados con una serie de profit warnings en 2014, logró los objetivos de ingresos y beneficios según las cifras publicadas el 13 de febrero, pero se ha vuelto más pesimista. Si el deterioro empeora, el dividendo puede verse amenazado.

Por ahora, Rolls puede asumirlo. Su sólido balance es una ayuda inestimable. Pero el flujo de caja libre se desplomó un 42% el año pasado y aseguró que se reduciría a la mitad otra vez este año a solo 200 millones de libras (unos 270 millones de euros).

En 551 millones de libras, los pagos totales a los accionistas ya superaron el flujo de caja libre en casi un cuarto del año pasado. En 2015, las necesidades de efectivo de Rolls pueden aumentar –a pesar de una reducción del 8% en I+D y un gasto de capital que es probable que ahorre hasta 120 millones de libras–. Tendrá que pagar la mayor parte de los gastos relacionados con la reestructuración –de entre 90 y 100 millones libras–. La producción de una nueva generación de motores a reacción también está incrementando la necesidad de capital de trabajo.

Si la debilidad del flujo de caja es temporal, la empresa podría soportar la carga

Es cierto que los inversores pueden encontrar un estímulo en la decisión de Rolls de reestructurarse y en su actividad productiva. Si la debilidad del flujo de caja es temporal, Rolls-Royce podría soportar la carga. El grupo se encuentra en 666 millones de libras de efectivo neto.

Pero la dirección también observa la debilidad en la demanda de productos clave. La fuerte bajada en el precio del crudo apenas ayuda a sus clientes de la industria del petróleo. Rolls puede tener que frenar la velocidad a la que aumenta dividendos. Entre 2010 y 2013, los pagos se incrementaron un 11% cada año. Este impulso va a ser más difícil de sostener.

Rolls es consciente de la necesidad de trabajar duro. El consejero delegado, John Rishton, está comprometido con la estrategia 4C. Esta eleva la importancia que se da a los clientes, la concentración en los las fortalezas centrales, el coste y el efectivo (cash). La última es la que más atención necesita.

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