Alimentación y coches, motores del crecimiento

El primer desafío al que se enfrentan los diferentes sectores del país pasa por confirmar la buena tendencia observada en los últimos meses del año pasado. Según el PMI, o índice de gestores de compra, la encuesta que refleja el contexto en el que se mueve la industria manufacturera y que Markit realiza cada mes, “las condiciones operativas en el sector manufacturero han mejorado durante 13 meses consecutivos”, y refleja un crecimiento del empleo “al ritmo más fuerte desde mediados de 2007”. El autor del informe señalaba cómo “la combinación del aumento de nuevos pedidos con las perspectivas de nuevos negocios y el incremento del empleo sugiere que el crecimiento de la producción debería continuar en 2015”. Además, en su análisis del sector servicios, Markit indica que la confianza de las empresas llegó en diciembre pasado hasta su máximo nivel en 92 meses, y espera que “un entorno económico y de demanda más fuertes impulsen el crecimiento de los nuevos pedidos y de la actividad a lo largo de los próximos 12 meses”.

Unas perspectivas positivas que comparten en KPMG, desde donde afirman que “las expectativas para todos los sectores mejoran con respecto al año anterior”. Este optimismo se concreta, sobre todo, “en los sectores de distribución y consumo, reflejo del avance progresivo de la demanda interna”, y en el “sector de tecnología, telecomunicaciones y medios y en el sector financiero”. Este último se encuentra ya en disposición de ser optimista, tras concluir su largo proceso de reestructuración y saneamiento. Estas buenas expectativas se ven reforzadas, según la consultora, en aquellas industrias “que son más intensivas en el uso de energía”, ya que “los bajos precios del petróleo tendrán un efecto positivo que también repercutirá en las economías domésticas”. Además, Markit señala cómo las empresas de transportes y almacenamientos y las de intermediación financiera “obtuvieron los mejores resultados” en su último índice de actividad comercial, de diciembre, del sector servicios.

El tirón navideño

En el primero de los casos, mucho tiene que ver el aumento del comercio electrónico durante la última campaña navideña. A lo largo de ella se generaron ventas por unos 2.500 millones de euros, un 20% más que en 2013, según revela la patronal Adigital. Pese a este importante crecimiento, este es uno de los sectores que aún guardan un mayor potencial: se estima que 2014 habría finalizado con un crecimiento cercano al 25%, y el previsible aumento del consumo para 2015 hace prever un nuevo aumento de doble dígito al cierre de este año, con el consiguiente beneficio para las compañías logísticas y de transportes.

El optimismo que perciben Markit y KPMG contrasta con la última fotografía de la industria publicada por el Instituto Nacional de Estadística, que refleja la situación existente a cierre de 2013. Entonces, la facturación del sector industrial había caído un 2,5%, el número de empresas se redujo un 4,6% y el personal ocupado descendió un 3,9%. Si el análisis se amplía a una comparación con 2008, el resultado es una destrucción de más de medio millón de empleos y una reducción de la cifra de negocios del 10%. Sin embargo, durante los peores años sí ha habido sectores que han sabido sortear los obstáculos y marcarse objetivos ambiciosos para el lustro que comienza.

Aquel año la industria que más creció fue la del motor. Y los datos de 2014 invitan a pensar que durante 2015 el sector de la automoción seguirá siendo uno de los más pujantes en España. Los resultados de ventas y de producción de automóviles suelen considerarse la radiografía más cercana de la situación económica, al ser una industria muy dependiente de la coyuntura, dada la gran inversión que supone la adquisición de un vehículo para la mayoría de bolsillos y porque dicho desembolso va asociado, en la mayoría de los casos, a una necesaria financiación. Entre enero y noviembre del pasado año la industria automovilística ya había producido 2,24 millones de automóviles, un 4% más que en todo 2013 y un 13,5% más que en todo 2012.

Nuevas inversiones

El objetivo para 2014 de la patronal de los fabricantes, Anfac, se fijó en los 2,4 millones de automóviles, algo que, a falta de confirmación, se habría logrado. El diálogo entre empresas y trabajadores, que desembocó en acuerdos de contención salarial y mayor flexibilidad en las cerca de 20 fábricas instaladas en el país, ha permitido la llegada de nuevos modelos e inversiones durante el último año y medio. Esta situación, apuntan fuentes del sector, continuará durante los próximos meses y ayudará a cumplir los objetivos del Plan 3 Millones: volver a figurar entre los 10 principales fabricantes mundiales y alcanzar una cifra de producción de tres millones de unidades en tres años.

El sector, además, sigue generando una gran actividad exportadora. Hasta noviembre la balanza comercial del automóvil arrojaba un superávit de 15.148 millones de euros. Sin embargo, la recuperación del mercado doméstico sigue siendo fundamental para que el automóvil sea una de las locomotoras del crecimiento en España. Poco a poco, el mercado se levanta de una caída que en 2012 le hizo retroceder a niveles de 1986, con apenas 700.000 unidades. Si 2013 fue el año en el que se consiguió amortiguar el desplome, 2014 ha sido el del inicio de una recuperación, con 855.308 matriculaciones, un incremento del 18,4%.

Siempre al calor de las ayudas de los sucesivos planes PIVE, que desde el sector se consideran imprescindibles para continuar recuperando las ventas, al menos, hasta superar el millón de unidades y llegar al entorno de los 1,2 millones, cifra considerada como un nivel normalizado del mercado. De momento, el objetivo de los fabricantes para 2015 es alcanzar entre 960.000 y un millón de matriculaciones, siempre que la economía continúe mejorando y siempre que el Gobierno mantenga los planes de ayuda. De momento, el siguiente plan PIVE, el séptimo, no llegará hasta marzo.

La entrada de nueva inversión durante unos años de gran depresión del sector ha convertido al automóvil en ejemplo de lo que debería ser la industria española dentro de ese objetivo compartido con Europa de reindustrialización, traducido en que la actividad industrial represente el 20% del PIB, frente al 13% actual. Sin embargo, para que eso pase resultará fundamental la evolución del sector con mayor cifra de negocios y personal ocupado: el alimentario.

Con datos de la Federación Española de la Industria de la Alimentación y las Bebidas (FIAB), en 2013 trabajaban en el sector una media de 439.760 personas, más del 20% del total de la industria manufacturera, y había facturado 91.903 millones de euros. En el primer semestre de 2014, la tasa de empleo había crecido un 5% y las exportaciones, un 7,6%, por encima de la media de toda la industria. Los buenos resultados y la esperada recuperación del consumo han reforzado su ambición. FIAB espera que, desde este año y hasta 2020, las ventas crezcan a un 4% anual, lo que permitiría alcanzar una facturación de 115.000 millones de euros ese año y crear 60.000 nuevos puestos de trabajo, sustentados además por una continua labor de internacionalización. Países como Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y China son considerados como prioritarios para este 2015, con el objetivo de que el alimentario sea, con permiso de la automoción, el motor industrial de España.