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Remuneraciones

Aquí hay dividendo

Con la renta fija ofreciendo rentabilidades ridículas, la Bolsa española, líder en retribución al accionista, atrae al inversor conservador que busca asegurarse ingresos

Getty

En 2014 los accionistas se han puesto las botas. Los inversores tradicionales que esperan periódicamente su dividendo han estado de enhorabuena porque la Bolsa española ha repartido 42.075 millones de euros hasta octubre, un 81% más que en el mismo período del año anterior, gracias en buena parte, eso sí, a los dos premios inusuales repartidos por Endesa. Así, el mercado español se ha convertido en líder mundial en retribución al accionista, con una tasa del 5% anual, muy por encima del 3,7% de Reino Unido o el 3,3% de Francia, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Además, esta rentabilidad por dividendo tiene un efecto claro en el retorno total, ya que la rentabilidad a diez años de la Bolsa española pasa del 2% anual sin dividendos al 6,9% cuando se incluyen. La diferencia es considerable, tal y como resalta el responsable del servicio de estudios de BME, Domingo García Coto, quien observa que “en tiempos de crisis se valoran más las compañías que retribuyen al accionista. Incluso algunos gigantes que no suelen pagar dividendo deciden hacerlo, como Microsoft”.

Invertir en compañías con políticas de reparto mantenido de dividendo “es bueno para quienes busquen inversiones a muy largo plazo, que ven la rentabilidad anual, más que la revalorización de la acción”, recuerda César Fernández, profesor del máster en corporate finance del IEB, una estrategia que cobra aún más fuerza en escenarios como el actual, con la renta fija ofreciendo muy poco. “Cuando los bonos dan un 6% o un 7% no hay duda, me meto en renta fija, pero cuando son las compañías las que dan ese rendimiento, frente al bono que no supera el 1%, merece la pena asumir más riesgo”, añade.

Más habitual en Europa

En cualquier caso, el pago al accionista es una práctica más común en Europa que, por ejemplo, en EE UU. Según los analistas, la razón se encuentra en el perfil de las empresas que componen los mercados. Mientras que en el Viejo Continente las grandes cotizadas pertenecen a sectores maduros que ya no necesitan dedicar grandes cantidades de dinero a inversiones, en América buena parte de los valores están en áreas como la tecnología, negocios con más requerimientos de inversión dado su potencial de crecimiento, lo que deja poco margen para el reparto de dividendo.

Esa teoría se constata a la perfección en la Bolsa española y, en concreto en el Ibex 35 por su composición dominada por eléctricas, telecos y bancos, los tres sectores que, junto a las farmacéuticas, tradicionalmente más pagan al accionista. En el Dax alemán, por ejemplo, solo hay dos bancos, que suponen el 12% de la capitalización del índice, mientras que en el Ibex ese porcentaje se eleva al 30% gracias a Santander, BBVA, Popular, Sabadell, Bankia y Bankinter, resalta Jiménez, que recuerda que los sectores más dados al reparto de dividendo son, junto a las farmacéuticas, los bancos, eléctricas ytelecos, compañías que copan más del 80% de la capitalización del principal índice español.

También Diego Jiménez Albarracín,responsable de renta variable de Deutsche Bank, cree que el inversor conservador valora especialmente estas políticas de retribución y más aún en tiempos de crisis, en los que los activos tradicionalmente considerados refugio, como los bonos alemanes o el crudo, ofrecen unos retornos que ni siquiera llegan a cubrir la inflación. En su opinión, “al pequeño accionista le gusta sobre todo estar en compañías muy conocidas, recurrentes en resultados y con una política mantenida de reparto de dividendo. Y ahí entran empresas de los sectores más conocidos”.

Entre las preferidas de Jiménez están REE y Enagás, ambas con “actividades reguladas, buena previsibilidad de resultados y que reparten gran parte de sus beneficios”. En concreto el pay-out, es decir, el porcentaje de los beneficios destinado a dividendos de REE está en el 65% y el de Enagás en el 75%. En otros sectores, Jiménez resalta las empresas de medios de comunicación, como Antena 3 o Mediaset, con buen reparto de beneficio aunque “mucho más cíclicas”.

Pero si hay un valor que sobresale por su pay-out, según este experto, este es BME, en el entorno del 90%. “Es una empresa que por su actividad apenas tiene gastos ya que tiene sus sistemas de negociación ya modernizados y casi todo el beneficio va a los accionistas. No tiene grandes inversiones o amortizaciones previstas y sus resultados son predecibles”

Otros casos a destacar serían el del Santander, entidad que ha llegado a repartir más del 100% de sus beneficios, dado que es aficionada al denominado script dividend, es decir, el pago en acciones, una fórmula con numerosos detractores –“es una forma encubierta de no darte dividendo”, dice el profesor del IEB– y que ha sido muy utilizada en España en los últimos años. Con datos de BME hasta noviembre, doce empresas habían pagado así, es decir, el 27,40% de la retribución total.

Si hablamos en términos absolutos, Endesa con casi 16.200 millones de euros, ha sido la compañía más generosa en 2014, al haber repartido de forma extraordinaria dos dividendos muy importantes. Le sigue el Santander, que tradicionalmente encabeza las clasificaciones europeas de compañías que mejor se portan con sus accionistas, una tendencia que tras su anuncio de ampliación de capital no se va a cumplir este año, ya que rebajará su dividendo un 66%.

Otras han decidido últimamente volver al reparto de beneficios que la crisis aconsejó eliminar o adelgazar, caso de Telefónica, ACS o Popular.

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