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Balance de la actividad turística

España se prepara para otro año récord del turismo

Cerró 2014 con 65 millones de visitantes, nuevo máximo histórico Reino Unido se consolida como primer mercado emisor

El punto de inflexión del turismo en España se localiza sin problemas en la primavera de 2011. Desde el inicio de la crisis en 2008, la llegada de turistas se había desplomado como consecuencia del impacto de la misma en los grandes mercados europeos. En esos tres años se perdieron seis millones de visitantes extranjeros. En el primer trimestre de 2011 fue cuando se iniciaron las denominadas primaveras árabes en Túnez y Egipto, dos revoluciones ciudadanas que buscaban derrocar gobiernos que llevaban instalados varias décadas. Las revoluciones se tornaron en revueltas y la inseguridad llevó a una cancelación masiva de reservas por parte de millones de turistas, que escogieron como alternativa los destinos españoles.

Solo en 2011 se recuperaron 3,5 millones de visitantes y esa ganancia de turistas se mantuvo en los dos años siguientes, alcanzando su máximo exponente en 2014. En el acumulado entre enero y noviembre, ya se superó el máximo histórico alcanzado el ejercicio anterior (60,6 millones) al registrar más de 61,7 millones de turistas, con un crecimiento anual del 7,3%. Las primeras estimaciones que manejan los empresarios respecto al mes de diciembre apuntan a un arranque de temporada invernal espectacular en función de la ocupación en destinos invernales. A falta del cierre de las cuentas creen que será la mejor temporada de los últimos cuatro años. De este modo, si en diciembre de 2013 llegaron 3,06 millones, doce meses después esta cifra podría haber crecido en el entorno del 7,3%, aportando una estimación de 3,3 millones para diciembre de 2014. Sumado a los 61,7 millones de visitantes registrados en el acumulado hasta noviembre, la cifra podría incluso superar los 65 millones.

Unas estimaciones que han desbordado incluso las más optimistas de los empresarios. Es el caso del presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Juan Molas, quién a mitad de diciembre vaticinó que el récord de entradas se limitaría a 63,2 millones. “Hoy solo les voy a transmitir buenas noticias. Tenemos que empezar a tener fe en que todo va a ir a mejor”, remarcó en el inicio de la rueda de prensa para presentar un primer balance del año turístico.

José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, cree que el Ejecutivo no debería centrar toda su atención en las estadísticas de llegadas y centrarse más en la de gasto por visitante. “Lograr récords de llegadas de turistas extranjeros no debería ser un objetivo político si no va acompañado por un incremento del gasto”, apuntó en la última presentación pública de datos. La denuncia de Zoreda responde a la supuesta paradoja que se produce entre los datos de llegadas y los de gasto por turista: las entradas crecen un 7,3%, mientras que el gasto por turista cae un 0,5% y el gasto medio diario solo sube un 0,1%. La divergencia entre los datos apunta claramente a que vienen más visitantes a nuestros destinos, pero cada vez gastan menos en sus estancias.

Las empresas alertan de que llegan más visitantes, pero gastan menos en sus estancias

En cualquier caso, los empresarios creen que el máximo de 2014 podría ser superado este año. La zona euro parece haber esquivado, al menos por ahora, la vuelta a la recesión y el efecto de un petróleo y un euro barato van a beneficiar a los países importadores de crudo, como es el caso de España.

¿Cuáles son las razones que han provocado que se alcanzara ese máximo histórico en 2014 y que se pueda superar en 2015? La más importante es el buen tono mostrado por los grandes mercados turísticos de Europa, de los que España sigue siendo extremadamente dependiente. Solo los tres primeros (Reino Unido, Francia y Alemania) aglutinan el 56% de las llegadas. Si a ese grupo se le unen otros países como Italia, Países Nórdicos, Holanda, Bélgica, Portugal o Suiza, el porcentaje se eleva al 82%. Frente a las señales de alarma emitidas en el primer semestre, las del segundo han sido muy positivas en paralelo a la recuperación del crecimiento.

Especialmente significativa ha sido la aportación del Reino Unido, que se ha visto beneficiada por dos factores. Por un lado, la economía británica habría cerrado el pasado ejercicio con un avance del PIB del 3,2%, y este año lo hará al 2,7%, según las estimaciones del FMI. En ambos casos se trata del mayor aumento entre las economías desarrolladas. En segundo lugar, la depreciación del euro, que se ha abaratado hasta un 4% respecto a la libra esterlina en la última mitad del año, ha sido determinante para una mayor llegada de los turistas británicos en la temporada estival.

Francia ha superado a Alemania como segundo mercado emisor. Entre enero y noviembre han llegado 10,1 millones de turistas frente a los 9,9 de Alemania. Una noticia positiva que, sin embargo, tiene su envés en su repercusión en el gasto. Cada visitante alemán gasta 954 euros en su estancia en España y 101 euros al día, mientras que el francés desembolsa 617 euros (337 euros menos) y 81 euros al día (20 menos).

De la mayor llegada de turistas franceses se ha visto especialmente beneficiada Cataluña por su proximidad geográfica. Entre enero y noviembre, los destinos catalanes han recibido 15,9 millones de visitantes, un 25,8% del total, lo que supone un nuevo máximo histórico.

El empleo se mantiene en la hostelería

El pasado ejercicio se cerró con el primer avance de la afiliación a la Seguridad Social. En concreto se ganaron 417.574 cotizantes, con un avance del 2,5% en la ocupación, el primero desde el inicio de la crisis. Todas las ramas de actividad crearon empleo, aunque la hostelería es la única que no solo ha mantenido los puestos de trabajo, sino que incluso los ha incrementado desde 2008. Al margen del empleo público, es la única rama privada que se comportó así. En 2008 tenía 910.853 cotizantes y seis años después cerró con 962.266 afiliados, con un avance del 5,67% en ese período.

Muchas dudas sobre el turismo nacional

El despegue del turismo extranjero no se ha visto acompañado de un proceso similar entre los visitantes nacionales. Familitur, la encuesta que realiza Industria y que contabiliza los movimientos de los turistas españoles, refleja que hasta noviembre se realizaron 141 millones de viajes, lo que significa un leve descenso del 0,8% anual, cuando se realizaron 142 millones de desplazamientos. Lejos del 7,3% de los extranjeros. Las pernoctaciones de españoles crecieron un 3,3% hasta noviembre frente al 2,7% de extranjeros. En términos absolutos, las estancias de extranjeros doblan a las de los nacionales.

El desplome del crudo rebajará las tarifas

Algunos sectores del turismo como las aerolíneas, son especialmente intensivos en el consumo de hidrocarburos y el mayor o menor precio del petróleo es un factor determinante en su rentabilidad. El desplome del barril de Brent, de referencia en Europa, que ha perdido más del 60% de su valor en poco menos de siete meses, va a tener un efecto beneficioso en sus beneficios y por extensión en las tarifas que cobran a sus clientes. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) calcula que los precios ya se habrían reducido un 5,8% el pasado ejercicio y que esa rebaja podría ahondarse este año.

El hundimiento del turismo ruso proseguirá este ejercicio

El desplome del turismo ruso ha llegado para quedarse. El mercado más importante y más emergente de los últimos años ha sufrido una caída sin precedentes por el efecto combinado de la caída del rublo, del petróleo y por el impacto de las sanciones internacionales.

En 2009 apenas llegaron 422.000 visitantes rusos y cuatro años después esa cifra se cuadruplicó (1,58 millones). Este año no llegara a 1,4 millones y ese retroceso es una mala noticia por la importancia que tenía en materia de gasto. Cada turista extranjero desembolsa 940 euros de media, mientras que el caso del ruso supera los 1.500 euros. El mercado ruso es el noveno de la clasificación por llegadas a España, pero es el quinto por pernoctaciones, ya que tradicionalmente pasan entre 7 y 15 días de estancia.

Los ingresos por turismo duplican el déficit comercial

El Ejecutivo compara los ingresos derivados de la actividad turística con el déficit comercial para analizar la evolución de ambos índices. En 2008, los ingresos del turismo superaban los 50.000 millones y el déficit comercial los 100.000 millones de euros, de tal manera que apenas cubrió el 50% del desfase comercial. Seis años después, la situación varió radicalmente. Los últimos datos del Banco de España, que van de enero a octubre, muestran que el déficit comercial fue de 21.094 millones mientras que los ingresos turísticos fueron de 43.000 millones, más del doble que lo acumulado en el desfase comercial. La cifra de gasto no coincide con la que da Industria (56.374 millones), ya que esta última incluye el desembolso de los turistas desde que salen de su casa y no desde que cruzan la frontera.

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