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El Foco
Tribuna
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De las nacionalizaciones a las políticas de los sesenta

En ese ejercicio de enmascaramiento político que están haciendo los dirigentes de Podemos para tratar de ocultar lo que en realidad son y quieren hacer se explica la última versión de sus propuestas económicas, versión que parece no va a ser la última. Han pasado en solo unos meses de la nacionalización de empresas a un programa, dicen ellos, socialdemócrata. Pero, eso sí de los años sesenta. Es decir, del siglo XIX han pasado a los sesenta, su reloj sigue funcionando con más de 50 años de retraso. La prueba es que no han explicado por qué prácticamente todos los partidos socialdemócratas en la actualidad han abandonado esos postulados.

Caen en el infantilismo de que todo se puede resolver por la vía de decirle a cada cual lo que quiere escuchar

Esa falta de realismo hace que no conciban que el mundo ha cambiado. Ya estamos en el siglo XXI, de forma que no entienden el papel de nuestro país en una economía globalizada. Por ello, lo que proponen es antiguo e ineficaz para una realidad que ha cambiado y para una economía abierta como la española. Caen en el infantilismo de que todo se puede resolver por la vía de decirle a cada cual lo que quiere escuchar, olvidando que para resolver las desigualdades es necesario la responsabilidad de cada cual, el esfuerzo y la creación de riqueza, máxime en un contexto global. De todo esto se olvida el programa de Podemos. Las consecuencias de la falta de realismo del programa económico de Podemos es el incremento del paro y de la deuda privada y pública.

La extrema movilidad que produce la globalización implica una extrema competencia, que reduce drásticamente la capacidad de actuar de los Gobiernos en muchos ámbitos. Ningún país puede aspirar a un futuro con un mínimo de bienestar si antes no acota en qué aspectos puede aportar y generar riqueza en una economía mundial integrada. Sin crecimiento es difícil construir una sociedad próspera y justa, ya que la relación contraria es inusual encontrarla en economías abiertas, máxime si ese país está endeudado.

Nuestro país tiene un problema de generación de riqueza (en definitiva, de productividad) y también de desigualdad. Pero para luchar contra la creciente desigualdad que sufre el país es necesaria una economía fuerte que cree empleo y empleo de calidad.

Las propuestas fuera de la realidad de Podemos llevarían a España a unas tasas de paro aún mayores

Se puede ser radical y realista a la vez. Esa coherencia se consigue si se apuesta radicalmente por el mérito, el esfuerzo, y se lucha contra los privilegios que se producen de manera permanente a nuestro alrededor. Acabar con los privilegios de muchos y terminar con la influencia de las élites y el poder de las oligarquías contribuye a una igualdad real de oportunidades para los ciudadanos y también para que todas las empresas puedan competir en igualdad de condiciones.

En consecuencia, cuáles son las cinco grandes lagunas de las propuestas económicas de Podemos:

Estas propuestas antiguas y fuera de la realidad, con un orden de prioridades equivocado, llevarían a este país a unas tasas de paro aún mayores, a un cierre masivo de empresas, a un incremento de la deuda pública y privada. En definitiva, nuestro país acabaría fuera del euro.

El objetivo de un programa económico progresista es la igualdad. No una falsa igualdad a base de decretos contraproducentes o de desequilibrios que terminan por arruinar las políticas redistributivas, sino la que se obtiene de construir una economía fuerte, y la que se deriva de la eliminación de los lastres que a nivel personal y nacional genera un sistema económico cada vez más dual social y económicamente.

Pedro Saura es portavoz de Hacienda del Grupo Parlamentario Socialista.

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