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Las compras y desinversiones afectan a 14 países

Alierta da otro paso en la fuerte reconversión de Telefónica

César Alierta, presidente de Telefónica.
César Alierta, presidente de Telefónica.Pablo Monge
Santiago Millán Alonso

En poco más de dos años, desde el segundo semestre de 2012, Telefónica ha ejecutado una drástica estrategia de reordenación de activos. Ventas, adquisiciones, entradas de nuevos socios… unos movimientos sin precedentes en el sector de las telecos, porque afectan a 14 países, entre los que figuran los principales mercados de Europa y Latinoamérica. Una fuerte reconversión destinada a reforzar la flexibilidad financiera y a reducir deuda

El último gran movimiento de la operadora que preside César Alierta es el acercamiento a BT para la posible venta o integración de O2 en el grupo británico. Una transacción que podría alcanzar un valor de 12.000 millones de euros. No es el primer movimiento en Reino Unido. Con anterioridad, a principios de 2013, Telefónica acordó la venta de su negocio de banda ancha fija en el país a Sky, que entonces contaba con cerca de 500.000 clientes, por cerca de 200 millones de euros.

Lo cierto es que la actividad en Europa ha sido muy intensa. En Alemania, Telefónica cerró a principios de octubre la compra de E-Plus, filial de KPN en el país, en una operación que superó los 8.600 millones de euros, y en la que se ha dado entrada a la teleco holandesa en el capital de Telefónica Deutschland. La adquisición ha situado a la compañía española como el principal operador de móviles del mercado teutón en términos de clientes. Posteriormente, Telefónica Alemania firmó un acuerdo de intenciones con Drillisch para la venta de Yourfone, empresa perteneciente a E-Plus. El precio se mueve entre los 60 y los 100 millones de euros. Con anterioridad, en octubre de 2012, la operadora había colocado en Bolsa un 23% de Telefónica Deutschland.

Con la reestructuración europea, la compañía ha decidido concentrarse en los principales países del Viejo Continente y salir de los mercados periféricos. Con ese objetivo, durante el primer semestre de 2014, Telefónica cerró la venta de sus filiales en Irlanda, República Checa y Eslovaquia.

En el mercado español, la operadora está proceso de adquisición de las participaciones de Mediaset y Grupo PRISA (editora de CincoDías) en Canal+, un movimiento con el que la teleco busca reforzar su posición en el negocio de la televisión de pago. Actualmente, la transacción está siendo estudiada por las autoridades de la competencia.

Los movimientos en Europa se han extendido a Italia. Telefónica está en proceso de salida de Telecom Italia, de la que llegó a tener más del 10% del capital. La firma colocó bonos convertibles en títulos de la teleco transalpina el pasado verano, y en septiembre acordó la venta de un 8,3% del capital a la francesa Vivendi, dentro de la operación de compra de la brasileña GVT.

La adquisición de GVT, filial de la francesa Vivendi, es la mayor operación realizada por Telefónica en los últimos tiempos en Latinoamérica. Con la compra, valorada en 7.450 millones de euros, la operadora va a reforzarse en la banda ancha fija, ante el posible avance de las denominadas ofertas convergentes. De todas formas, los movimientos en Brasil no quedarían ahí. Telefónica está pendiente de posibles operaciones corporativas en el negocio móvil, especialmente los vinculados a TIM_Brasil, filial de Telecom Italia.

Ventas en Latinoamérica

Dentro del continente latinoamericano, Telefónica vendió por cerca de 400 millones de euros a Corporación Multi Inversiones un 40% de su negocio centroamericano, afectando a sus actividades en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá. De igual forma, Telefónica reestructuró su presencia en Colombia con la fusión de ColTel y Movistar Colombia. La operadora también sondeó un acuerdo para adquirir la mexicana Iusacell, pero finalmente la transacción no se materializó. Hace pocos días, AT&T anunció un acuerdo para la adquisición de Iusacell, por cerca de 2.000 millones de euros.

En esta oleada de desinversiones, Telefónica ha vendido, en dos tramos (el primero en el verano de 2012 y el segundo hace pocos días), un 7,5% del capital de China Unicom, segundo operador del gigante asiático, por cerca de 1.600 millones de euros.

De igual forma, la teleco española ha vendido distintos activos como Atento (adquirido por Bain Capital a finales de 2012), así como sus participaciones en empresas como Hispasat y Amper, así como en las operadoras lusas Portugal Telecom y Zon. Al mismo tiempo, la compañía ha vendido distintas torres de telefonía móvil en mercados como Brasil y España.

Esta agresiva estrategia ha llevado a Telefónica a registrar una fuerte reducción de deuda en este periodo de tiempo, al pasar de 58.300 millones en junio de 2012 a 41.200 millones en septiembre pasado (unos 44.879 millones si se incluyesen operaciones no cerradas). Esta política estuvo acompañada por la suspensión del pago de dividendos entre julio de 2012 y noviembre de 2013.

Lo cierto es que la estrategia ha cambiado la estructura de ingresos de Telefónica. Tras las compras, Alemania y Brasil han ganado peso y relevancia. Ahora la incógnita es saber cuál será la evolución en Reino Unido, calificado por Alierta de estratégico para la operadora española.

Las filiales de BellSouth, primer gran paso de Alierta

El primer gran movimiento estratégico de Telefónica en la era Alierta fue la compra de las filiales de BellSouth en Latinoamérica. La adquisición, valorada en 5.850 millones de dólares (unos 4.730 millones de euros de entonces), permitió a la operadora española entrar o reforzar la posición en un total de 10 países de la región.

No es la única gran compra en el subcontinente. En 2010, Telefónica llegó a un acuerdo con Portugal Telecom para la compra de su participación en la brasileña Vivo, hasta entonces controlada por ambos grupos. El precio final rondó los 7.500 millones de euros.

O2, la mayor operación de su historia

La operación corporativa más ambiciosa de Telefónica tuvo lugar en 2006. La operadora cerró la compra de la empresa británica O2, por un importe superior a 26.000 millones de euros. Es la mayor adquisición de la historia de la operadora española. La compañía incluía entonces activos, no solo en Reino Unido, sino también en Alemania e Irlanda.

Además, Telefónica ha realizado otras adquisiciones, como la alemana Hansenet por 900 millones de euros, que reforzó su posición en la banda ancha fija, o la de la compañía de tecnología de voz por internet Jajah por 145 millones.

Entrada en el corazón de Europa

El primer aterrizaje de relevancia en el corazón de Europa tuvo lugar en el verano de 2005. Dentro del proceso de privatización diseñado por el Gobierno checo, Telefónica cerró la compra de Cesky Telekom por 3.700 millones de euros. La operadora española compró el 51% del capital que estaba en manos del Estado, y con posterioridad lanzó una OPA sobre las acciones que cotizaban en Bolsa.

Posteriormente, en el verano de 2006, Telefónica se hizo con una licencia de telefonía móvil en Eslovaquia. Este negocio quedó integrado en la división de la República Checa.

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Sobre la firma

Santiago Millán Alonso
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.

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