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Reparte hasta 2.240 millones de euros en premios

Lotería de Navidad, ¿Cuánto me puede tocar? ¿Cuánto tributa? ¿Dónde invertirlo?

Qué hacer con el premio de la lotería

Con el lanzamiento del anuncio televisivo el sorteo de la lotería de Navidad entra en su última fase, en la de las largas colas en las administraciones y décimos compartidos entre amigos y familiares. La cuantía de premios y el dinero jugado reflejan las esperanzas de miles de personas, si se vende la totalidad de la emisión ascendería a 3.200 millones de euros, de los cuales, un 70%, 2.240 millones de euros se reparten en los 24,4 millones de premios que se reparten, desde reintegros, terminaciones, pedreas y los deseados premios principales.

Si encontramos entre los afortunados que consiguen un premio de los principales nos encontramos con el “bendito problema” de analizar donde destinamos nuestro dinero. Desde luego las posibilidades vienen muy delimitadas por las diferencias existentes en cuantía: si jugamos un décimo, 20 euros, el importe que ganaríamos si somos agraciados con el primer premio sería de 400.000 euros, esta cifra se reduce hasta “sólo” los 125.000 euros en el caso del segundo y 50.000 en el caso del tercero.

De estas cantidades, desde el año pasado, Hacienda se lleva un 20% correspondiente al gravamen especial para premios de Loterías y Apuestas del Estado. Este impuesto especial afecta a los premios superiores a 2.500 euros, por lo que la primera categoría afectada es la que corresponde a los quintos premios de 6.000 al décimo. La base imponible del impuesto será sólo sobre aquellas cantidades que excedan de 2.500 euros por lo que las cantidades que retiene Loterías y Apuestas del Estado van desde los 79.500 euros para el primer premio de 400.000 euros, de 24.500 euros para el segundo premio, de 9.500 euros para el tercer premio, de 3.500 euros para los cuartos premios de 20.000 euros y de 700 euros para los premios de 6.000 euros. La cuantía correspondiente a impuestos será descontada al abonarse el premio y  la retención se practica directamente por Loterías y Apuestas del Estado. Posteriormente habrá que tener en cuenta tributar por los rendimientos que genere el premio, como por ejemplo los intereses bancarios o por el Impuesto de Patrimonio.

Tercer premio para ganar en tranquilidad

Ganar 50.000 euros puede parecer poco para algunos y mucho para otros. Desde luego no es una cifra que te solucione tu vida pero ayuda al socorrido “tapar agujeros” y a tener una mayor tranquilidad en el futuro. Además no hay que olvidar que los premios de más de 2.500 euros pasan por Hacienda, por lo que tan sólo nos quedarán 40.000 euros.

Siempre, para todo tipo de inversión que consideremos tenemos que analizar el riesgo y desde luego nunca apostar todo nuestro dinero en inversiones que puedan generarnos altas pérdidas. Este caso es aún más importante en el caso de importes como el que conseguiríamos en un tercer premio. Con el deberíamos en primer lugar ver que nos ahorramos pagando deudas (tarjetas y préstamos personales principalmente que son los más costosos en interés), dejar una parte de dinero como colchón o dinero para imprevistos y por último una pequeña proporción en inversiones de más riesgo (bolsa, fondos…) para buscar una mayor rentabilidad.

Optar por productos de previsión muy a largo plazo (como planes de pensiones) dependerá del resto de nuestros ingresos más que de un premio. De poco sirve aportar 5.000 euros, por ejemplo, ahora si posteriormente no podemos aumentar este dinero en los siguientes años.

Un segundo premio que abre posibilidades

El segundo premio de 125.000 euros al décimo, nos deja 100.000 euros que nos permite aumentar las posibilidades de inversión basándonos en que buena parte del dinero que nos quede tras permitirnos algún capricho siga estando en activos seguros.

Si nos permite, que siempre bien asesorados, invertir alguna proporción mayor en activos con un mayor riesgo, desde acciones o fondos de inversión en activos internacionales, como países emergentes. Con ello, y siempre a largo plazo, si podemos conseguir una rentabilidad que desde luego no va a suponer una renta que nos retire del trabajo pero si revalorizar nuestra posición inversora.

Un primer premio suculento

De los 400.000 euros del gordo de la lotería de Navidad nos quedarán 320.000 euros, una cifra que nos permite diversificar mucho nuestra inversión y pensar en productos como inmuebles, siempre que no suponga un porcentaje que supere el 30-40% de nuestro.

Este porcentaje al que se le unirá activos con riesgo nos dejará siempre las manos libres (o con el mínimo coste) con más de la mitad de nuestros fondos, para aprovechar oportunidades “seguras” como puede ser nuevos depósitos con tipos más altos o subastas más competitivas de productos del Tesoro.

En definitiva, con un décimo, aunque consigamos uno de los 3 grandes premios, no nos va a retirar del trabajo, pero si nos permitirá tener un buen balón de oxígeno con unos rendimientos que complementen nuestros ingresos y con ello, vivir mejor.

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