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De la gran ciudad a la vida de clausura

Me voy de vacaciones a un retiro monacal

Más de 600 conventos españoles ofrecen alojamiento para desestresarse Tranquilidad, oración, canto gregoriano y buena comida son los ingredientes perfectos para un buen descanso

Para muchos puede resultar un poco friki pasar las vacaciones en un monasterio. Pero no es así. Obviamente, no es un turismo de sombrilla y flotador, pero tampoco está tan lejos de las nuevas corrientes de viajes slow (tranquilo) o detox, es decir, en busca de la desintoxicación digital.

En Trivago los describen como “turistas en busca de una experiencia monástica, en un ambiente tranquilo, que anima al recogimiento, pero que no tiene por qué estar relacionado con el turismo religioso”. 

En España actualmente existen más de 600 monasterios que ofrecen alojamiento al común de los mortales, aunque según parece, en algunos es difícil hospedarse si no es con una recomendación.

Muchos han hecho un hueco en los conventos para albergar a los visitantes, que pueden compartir, o no, los oficios con los monjes. Otros directamente se han metido a hosteleros, abriendo hospederías, como hoteles, pero que también invitan a la espiritualidad. Eso sí, en muchos aún no admiten féminas.

Trivago, Rumbo, LetsBonus o Booking ya ofertan estos retiros y Guadalupe, Poblet o Silos son algunos de los más demandados, pero también ganan adeptos los más pequeños, Valvanera (La Rioja), Santa María de la Huerta (Soria) o San Isidro de Dueñas (Palencia).

Es, además, un turismo más barato, ya que se evitan muchos lujos. Las habitaciones o celdas son sencillas, aunque tienen lo básico;los visitantes, en muchos casos, tienen que hacerse la cama, recoger, etc., y los horarios de las comidas y entradas son muy estrictos.

Desconectarse del mundo, del WhatsApp, del correo y alcanzar sosiego es su principal motivación. Las parejas de mediana edad, con alto poder adquisitivo y ávidos de conocer sitios diferentes, con historia, responden al perfil tipo, según explican en LetsBonus.

Guadalupe fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993.
Guadalupe fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993.

El arte y la cocina, sus principales atractivos

Seguramente no se puede hablar de un retiro en toda regla, ya que los visitantes no están obligados a acogerse a la vida monacal, pero la ubicación de esta hospedería, en el mismísimo claustro gótico dentro del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en la Puebla de Guadalupe (Cáceres), invita a la introspección.

Cuenta la leyenda que un pastor encontró una talla de la Virgen María en el río Guadalupe, a finales del siglo XIII, donde se construyó una ermita, convirtiéndose en el segundo centro de peregrinación después de Santiago de Compostela. En manos de una comunidad de frailes franciscanos desde 1908, este monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993, tiene entre sus atractivos el albergar en su interior el estilo gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. Es decir, arte que abarca los siglos XIII al XVIII, lo que aporta a los visitantes un paseo por la historia.

La hospedería de Guadalupe cuenta actualmente con 47 habitaciones con acceso a internet, comedores, parking, algunas áreas de descanso... Como un hotel. Y la cocina también es uno de sus atractivos, ya que sirven tradicionales platos extremeños, elaborados a partir de los productos de la zona, conocidos como kilómetro 0.

Los monjes benedictinos de Leyre han editado dos discos de cantos gregorianos.
Los monjes benedictinos de Leyre han editado dos discos de cantos gregorianos.

Recogimiento al calor del canto gregoriano

La experiencia monástica en Leyre es posible. Considerado uno de los monumentos románicos más destacados de Navarra y habitado por monjes benedictinos, este conjunto monacal posee dos hospederías: una exterior, que funciona como un hotel, y otra monástica, dentro de la clausura, a la que solo tienen acceso los varones que quieran hacer un retiro espiritual junto a los monjes.

El régimen es bastante estricto. Los visitantes tienen que respetar el horario y el régimen de comidas, comer en el refectorio con los monjes, en silencio, escuchando una lectura religiosa, y no se puede utilizar la radio en las celdas, salvo con auriculares.

Están invitados a participar en los oficios litúrgicos del monasterio, que se llevan a cabo en cantos gregorianos. Un verdadero privilegio, teniendo en cuenta que los monjes de Leyre ya han editado dos CD de repertorio gregoriano. Diez habitaciones individuales, una salita de reuniones y un oratorio son las instalaciones que usarán los visitantes, que solo podrán alojarse un mínimo de tres y un máximo de diez días.

En cuanto a la hospedería exterior, construida en 1979, cuenta con restaurante, bar capilla y 32 habitaciones, equipadas con calefacción central, baño completo y wifi gratuito. Este alojamiento, de dos estrellas, es de libre acceso.

El monasterio tiene una hospedería en la clausura y otra exterior.
El monasterio tiene una hospedería en la clausura y otra exterior.

Hay que reservar con bastante antelación

Este monasterio de monjes cistercienses, fundado en 1150 y Patrimonio de la Humanidad, es uno de los más demandados, según señalan en Rumbo. Durante más de un siglo panteón real de la Corona de Aragón, esta abadía, que recoge el estilo románico, gótico y barroco, tiene dos hospederías.

La integrada en la clausura, habitada por una treintena de monjes, solo es apta para hombres y los huéspedes no pueden alojarse más de una semana.

Seguir todas las rutinas de la comunidad sin alterar el silencio y sencillez de la misma; adaptarse al horario de comida y participar en los oficios litúrgicos es una de las condiciones. Hay que reservar con bastante antelación y la aportación económica es libre para el visitante.

De reciente creación y acceso libre, la hospedería exterior también permite vivir de cerca la calma monacal. A 30 kilómetros del aeropuerto de Reus y a 50 de Tarragona, este alojamiento tiene 42 habitaciones, de decoración sencilla, baño, calefacción e internet; tres salas de reuniones, restaurante con platos típicos de la gastronomía catalana, parking gratuito y una amplia bodega que se puede visitar. Además, la capilla de Santa Catalina, réplica de la que está en la clausura, se puede reservar para distintos actos religiosos.

Silos cuenta con dos claustros, uno medieval y otro gótico.
Silos cuenta con dos claustros, uno medieval y otro gótico.

Una biblioteca y una botica espectaculares

El visitante (masculino) admitido en Silos goza de libertad para asistir o no a la oración, orar, leer, meditar en su habitación, en la huerta o fuera del monasterio, pero tiene que cumplir los horarios de comedor y no puede estar más de ocho días alojado.

Y es que esta hospedería es parte del monasterio también en el sentido espiritual, por lo que el huésped debe participar del clima espiritual de la comunidad sin interferir la calma. “No es un punto de partida para hacer turismo, ni una casa de descanso o restaurante”, reza la página web de la orden benedictina.

Situado en el valle de Tabladillo (Burgos), donde la vida monástica comenzó en el siglo IX en forma de granjas monástico-familiares, este conjunto se compone de dos monasterios yuxtapuestos en torno a dos claustros –uno es medieval y otro, clásico barroco–, la iglesia y la zona de las celdas, restaurada en los setenta tras un incendio.

Quizá uno de los más importantes de España, Silos tiene una impresionante botica (siglo XVIII) y una biblioteca, con más de mil años de historia y 200.000 títulos, que puede ser visitada por cualquier investigador. Presenciar los oficios en canto gregoriano es un placer para todos los sentidos.

La abadía benedictina tiene 28 habitaciones y un restaurante.
La abadía benedictina tiene 28 habitaciones y un restaurante.

En tierra de vinos, licor de Valvanera

Mil años llevan los monjes benedictinos atendiendo a los peregrinos que llegan a esta abadía, enclavada en plena sierra de Demanda, en Anguiano (La Rioja) y rodeada de extensos bosques y por la sierra de San Lorenzo. Un emplazamiento solitario que ya de entrada invita a pasar unos días de sosiego y a practicar algún deporte de naturaleza, como el senderismo o la bicicleta de montaña.

Esta abadía da culto a la Virgen de Valvanera, una imagen de Santa María encontrada en el siglo IX, patrona de La Rioja. De origen renacentista, esta hospedería restaurada cuenta con 28 habitaciones dobles (sencillas pero con baño completo, calefacción y wifi), un restaurante de dos tenedores con una carta de comida casera, bar y un amplio salón social. No obstante, los huéspedes de Valvanera pueden integrarse en la vida monástica.

La iglesia gótica, “una catedral en pequeño”, con resquicios románicos y visigóticos; el edificio monacal, restaurado; una ermita y el paisaje, poblado de encinas, hayas, robles, pinos, ciervos, etc., son atractivos añadidos de este monasterio. Además, esta abadía lleva años produciendo el licor de Valvanera. Un digestivo, gracias a la abundancia del enebro y manzanilla en la zona, que ya se ha integrado totalmente en la repostería riojana.

La iglesia gótica de Yuste se comunica con dos claustros.
La iglesia gótica de Yuste se comunica con dos claustros.

Vivir en la casa del emperador Carlos I

El Real Monasterio de Yuste está situado en pleno corazón de la comarca de La Vera (Extremadura), en el pueblo de Cuacos. Es uno de los más conocidos fuera de nuestras fronteras, ya que fue elegido por el emperador Carlos I de España y V de Alemania para pasar los últimos días de su vida.

Enfermo de gota, el monarca mandó construir una casa-palacio sencilla en el convento para acomodarse junto a su séquito. Desde su alcoba, postrado en la cama, podía asistir a los oficios litúrgicos. La Ruta del Emperador Carlos V, que atraviesa el valle del Jerte y La Vera, se ha convertido en una fiesta de interés turístico en la comunidad extremeña.

Hospedarse en este monasterio, propiedad de Patrimonio Nacional y en manos de la Orden de San Jerónimo, no es fácil. La solicitud hay que realizarla directamente en el monasterio y solo les está permitido alojarse a los varones, que además están obligados a colaborar en los trabajos del monasterio así como a acudir a los actos y oficios religiosos.

La iglesia gótica, que se comunica con dos claustros –uno gótico, de gran austeridad, y otro renacentista, más amplio– y un museo histórico-artístico son parte de este conjunto monacal que data del siglo XV.

Monasterio de Montserrat.
Monasterio de Montserrat.

Una escolanía que edita discos y hace giras

A 50 kilómetros de Barcelona y enclavado en una montaña de 1.235 metros de altura, el Monasterio de Montserrat es un lugar emblemático y uno de los más visitados de Cataluña. Unos dos millones de personas se acercan cada año a la basílica, que aúna los estilos románico y gótico, para contemplar a la Virgen de la Moreneta, una imagen del siglo XII, patrona de Cataluña, y el resto del conjunto monacal.

Aunque dentro de este existe un hotel con encanto, además de librería, cafetería y tienda, la mejor manera de conocer la vida conventual es alojarse dentro de la abadía, dirigida desde hace años por un centenar de monjes benedictinos y postulantes, conocidos como los monjes negros porque visten de ese color.

No obstante, es bastante difícil conseguir hospedarse en ella ya que solo tiene capacidad para 50 visitantes masculinos y hay mucha espera para lograr una reserva. Cuentan que este monasterio, con más de mil años de antigüedad, acogió a una gran cantidad de visitantes perseguidos por el régimen de Franco, pese a que en la Guerra Civil española mataron a una treintena de monjes.

Como en cualquier monasterio, la vida en Montserrat se centra en la oración. Algunas de ellas se desarrollan en la basílica, a la que puede acceder cualquiera, pero otras, las que se hacen en la clausura, son solo privilegio de los visitantes que están haciendo el retiro espiritual. La oración en la basílica genera una gran expectación, ya que los monjes cantan los rezos en latín o catalán.

Existen dos comedores, uno de ellos comunitario, y los visitantes de la clausura comen y cenan junto a los monjes, si bien el desayuno tienen que realizarlo en el comedor comunitario, al que también tienen acceso las mujeres. Durante las comidas, los monjes suelen realizar lecturas, en catalán o castellano, o se escucha música clásica.

Precisamente la música es uno de sus atractivos. La basílica cuenta con un órgano de más de 12 metros de altura y una de las escolanías con más tradición en Europa. Más de 50 niños son alumnos de esta escolanía, cuyo coro ha editado discos y hace giras por todo el mundo. También hay una biblioteca con más de 300.000 publicaciones, 400 de ellas incunables;un museo, con obras de Monet, Goya o Picasso, y todo junto al disfrute para los sentidos que supone el Parque Natural de la Montaña de Montserrat.

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