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Las ruedas son unas de las piezas fundamentales

Así se prepara el coche que superará los 1.000 kilómetros por hora

El lugar elegido para que el un coche consiga llegar a una velocidad de 1.600 km/h es el desierto de Hakskeen Pan, en Sudáfrica. Y, lo cierto, es que hablamos de una proeza realmente impresionante, ya que para conseguir llegar a ese límite el vehículo se estima que tendrá que llegar a las 10.500 vueltas en lo referente a sus ruedas y, además, la fuerza que tendrá que soportar al llegar a ese punto superará en cincuenta y cinco mil veces la de la gravedad. Todo un reto.

Los encargados de preparar al coche en cuestión son los miembros del proyecto Bloodhound Supersonic Car y estos, en boca de uno de sus ingenieros llamado Mark Chapman, han indicado que el viaje que se tiene que realizar permitirá ir más rápido que “una bala”. De esta forma, se intentará superar el anterior récord existente que se sitúa en los 1.207 km/h y que tenía un diseño de Thrust SSC (del año 1.997). El caso es que antes de ir de camino a Sudáfrica se realizará un test en Reino Unido en la que se harán pruebas con un límite de 332 km/h, para, de esta forma, establecer claramente si los materiales y aleaciones utilizados en la construcción del vehículo serán capaces de conseguir su objetivo.

Las ruedas son fundamentales

Aunque pueda parecer mentira los neumáticos son una de las piezas esenciales para conseguir llegar a los 1.600 km/h, ya que en lo que se refiere a carrocería y motor se tiene la tecnología necesaria para que no exista problema alguno en lograr el objetivo (la aceleración también se antoja como clave). Y, ¿por qué las ruedas son esenciales? Sencillo: por la resistencia de estas. Un ejemplo lo ponía el propio Chapman: “si las ruedas no responden de forma óptima, el tropezar con una piedra en el camino sería como dispararlas”.

De esta forma, no es de extrañar que se hayan estado probando diferentes aleaciones para los neumáticos para blindarlas ante cualquier eventualidad y, no es nada sencillo, ya que los habituales que se suelen utilizar se “desintegran” a las velocidades de las que hablamos. Y, sin confirmar la materia prima utilizada (como no puede ser de otra forma), en la que la goma tiene gran importancia y un diseño muy curvo, se ha confirmado que se ha conseguido un producto final que resiste impactos exprofeso. Por lo tanto, todo apunta que se tiene todo preparado para alcanzar los 1.600 km/h, lo que se intentará el año 2015, sin que exista una fecha exacta.

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