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Propone medidas para reducir la desigualdad

Sánchez pide limitar el sueldo de los altos directivos

Montoro y el líder socialista se acusan mutuamente de demagogia

El líder del PSOE, Pedro Sánchez.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez.EFE

"Basta ya de mentiras, señor Montoro”. Así inició Pedro Sánchez su intervención en el primer debate de totalidad de los Presupuestos como líder de la oposición. El secretario general del PSOE centró su discurso en el incremento de la desigualdad que, en su opinión, han provocado las medidas fiscales del Gobierno de Mariano Rajoy.

Sánchez señaló como ejemplos de este tipo de políticas la amnistía fiscal que aprobó el Gobierno en 2012 o el incremento del IVA, que ha “castigado especialmente a las clases medias y bajas”. El líder socialista aseguró que el sueldo medio cayó el año pasado un 3% a la par que las retribuciones de los altos directivos avanzaron un 7%. En este sentido, Sánchez propuso aprovechar la tramitación de la Ley de Sociedades de Capital para aprobar medidas que limiten el sueldo de las cúpulas de las grandes empresas. Señaló que debe diferenciarse entre salarios dignos y obscenos. Y también reclamó elevar el salario mínimo hasta el 60% del sueldo medio

El líder de la oposición defendió que la reforma fiscal, que actualmente se tramita en el Senado, beneficiará sobre todo a las rentas altas, un extremo que Montoro negó con vehemencia. Sánchez, además de reclamar un límite para el salario de los altos cargos en el sector privado, también propuso lanzar un “plan de rescate financiero para las familias” para beneficiar a 500.000 hogares. E insistió en su propuesta de fijar un tipo del 5% de IVA para la “industria cultural”.

En un debate bronco y con acusaciones recíprocas de demagogia, Sánchez abogó por alcanzar un acuerdo contra la probreza infantil, reformar el sistema de formación profesional y fijar más ayudas para los parados. En este sentido, el líder de la oposición criticó que la partida de desempleo en el Presupuesto del próximo año se reduzca en 4.400 millones. El Ejecutivo indica que esta caída se debe a la mejora del empleo, mientras que los socialistas hicieron hincapié en los desempleados que han agotado todas sus prestaciones. Además, el líder del PSOE recordó que la legislatura acabará con “800.000 empleos menos, 400.000 jóvenes emigrados y 260.000 millones más de deuda pública”.

Sánchez calificó los Presupuestos de 2015 como el símbolo de la legislatura perdida y criticó el incremento de la deuda pública originada desde 2012. Según los datos del Banco de España, el nivel de pasivo pasó de 743.531 millones de euros en diciembre de 2011 a superar el billón en el segundo trimestre de este ejercicio.

Montoro, en el turno de respuesta, insistió en que el aumento se explica en buena parte por las ayudas financieras aprobadas para que las comunidades y los ayuntamientos abonaran su deuda comercial. Y culpabilizó al Ejecutivo socialista de permitir que las facturas se amontonaran en los cajones.

Para el líder de la oposición, la economía española crece a pesar del Gobierno y no gracias a él. Señaló que la mejora de los indicadores se explica por las medidas puestas en marcha por parte del Banco Central Europeo y las políticas expansivas. El PSOE lamentó que el Gobierno de los populares haya convertido en un fin en sí mismo la reducción del déficit público.

Durante su discurso, Sánchez fue interrumpido en numerosas ocasiones por los aplausos de los miembros de su grupo parlamentario. Montoro, no sin sorna, dio la bienvenida al secretario general del PSOEy recordó que es el quinto dirigente socialista en la oposición con el que discute sobre las cuentas públicas.

La oposición critica las cuentas por “irreales”

El Gobierno de Mariano Rajoy no tendrá problemas para sacar adelante los Presupuestos, aunque la oposición en pleno criticó las cuentas públicas para 2015. Los grupos parlamentarios, con la excepción del PP y UPN, señalaron que los Presupuestos carecen de rigor y no se ajustan a la realidad. Optimistas o irreales fueron algunos de los calificativos que utilizaron para definir el proyecto y las previsiones del Ejecutivo.

Desde Convergència i Unió (CiU), Josep Sánchez Llibre señaló que Montoro había realizado durante su intervención “un acto propagandístico de gran calibre”. El partido nacionalista, que presentó una enmienda a la totalidad, alertó de que el Gobierno menosprecia el efecto negativo sobre la economía del parón económico en Europa.

En un tono más agresivo y jocoso, la líder de UPyD, Rosa Díez, aseguró que la intervención de Montoro le sirvió para constatar que “si mientes, no te crece la nariz”. Díez acusó al ministro de Hacienda de “cínico”.

Las impresiones de los distintos partidos de la oposición podrían ser intercambiables porque prácticamente realizaron las mismas críticas con mínimos matices. “Montoro ha superado a Montoro”, señaló el portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, y aventuró que el Ejecutivo no aceptará ninguna de las enmiendas de la oposición. En definitiva, la intervención de Montoro sonó demasiado “triunfal” en palabras del diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví. UPN fue el único grupo de la oposición que no presentó una enmienda a la totalidad. Calificó los presupuestos de continuistas y añadió que servirán para generar estabilidad.

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