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Explotan las nuevas tecnologías para individualizar la enseñanza

Santillana y Knewton se unen para impulsar el aprendizaje adaptativo

Manuela Lara, directora de proyectos y desarrollos de Santillana Negocios Digitales José Ferreira, consejero delegado de Knewton

Manuela Lara, directora de proyectos y desarrollos de Santillana y José Ferreira, consejero delegado de Knewton.
Manuela Lara, directora de proyectos y desarrollos de Santillana y José Ferreira, consejero delegado de Knewton.Isabel Etxamendi

Educación y aprendizaje todavía no caminan de la mano, pero eso puede cambiar con proyectos como el de la editorial española Santillana y la empresa tecnológica norteamericana Knewton. Ambas compañías han acordado unirse para crear una plataforma de aprendizaje adaptativo que sirva para que los profesores puedan dirigir sus lecciones y sus esfuerzos de manera individualizada, gracias al análisis de los datos que recopila la herramienta.

Tanto Manuela Lara, directora de proyectos y desarrollos de Santillana Negocios Digitales, como José Ferreira, director ejecutivo de Knewton, están trabajando mano a mano para terminar de depurar un útil que podría estar preparado a partir de primavera de 2015.

Pregunta. ¿Cómo nace la alianza entre estas empresas?

Manuela Lara. Estamos enfocados a la transformación digital y todo lo que trae consigo la tecnología para el mundo de la educación y en particular todo eso se traduce en el mundo del aprendizaje adaptativo. Para ello, decidimos aliarnos con Knewton por la calidad, la solidez y solvencia que tienen sobre todo en Estados Unidos.

Jose Ferreira. Durante los últimos años nos hemos dado cuenta de que Latinoamérica y Europa se han puesto muy al día en lo que a aprendizaje adaptativo se refiere. Estaban igualmente preparados para este sistema educativo.

P. ¿Qué oportunidades ofrece al profesor?

M. L. Se trata sobre todo de una herramienta facilitadora para alumnos y profesores. En el caso de los docentes, arroja un montón de datos que facilitan el seguimiento y las necesidades de cada uno de los alumnos. Sirve para tener una radiografía muy completa y esto facilita enormemente la toma de decisiones del profesor. Esa información y esa foto es algo que el profesor no tiene ese detalle normalmente. No tiene esa interacción. Esa información es enormemente útil.

J. F. Está claro que los estudiantes estarán mejor preparados con un libro de texto que se adapta a ellos que con uno tradicional. Los profesores tienen una variedad de opciones si aprovechan el material adaptativo extra, podrán ir más a las necesidades de cada uno en particular.

P. ¿Qué soportes se necesitan?

M. L. Es un producto online, normalmente los alumnos tienen que trabajar con ordenadores.

J. F. Sin embargo, damos respuesta a multitud de situaciones distintas de los profesores. Desde el caso de la educación invertida, en la que todo es digital y las clases son más prácticas, a situaciones en las que no se cuenta con esa tecnología. En este caso, al profesor se le facilita igualmente un informe, aunque este no estará a tiempo real. Entre ambos supuestos, hay multitud de casos que tenemos estudiados y contemplados.

P. ¿Qué es la educación invertida?

M. L. La educación invertida es un concepto que se está incorporando en las aulas. El alumno no está en clase escuchando la lección que le cuenta el profesor sino que las escucha en casa a través de vídeos. De esta forma, llega al colegio habiendo tenido la lección. La clase en lo que se convierte es en tiempo de trabajo práctico, resolución de dudas, de problemas, de trabajo colaborativo, y de esa manera se aprovecha mucho más el tiempo de aula.

P. Entonces, ¿están preparados para colegios que no cuentan con ordenadores para todos?

M. L. Sí, no tienen que estar todos trabajando a la vez. Si el centro no cuenta con suficientes recursos tecnológicos para todos, hay otras alternativas. Pueden turnarse o rotarse. El profesor se organizará. Podemos encontrar distintos modelos de aula y distintas situaciones y dependiendo de ello, los usos serán distintos. Habrá profesores que usen el sistema todos los días, otros que lo utilicen una vez a la semana… La cantidad de equipamiento que haya en las escuelas no debería ser un obstáculo.

P. ¿Se utiliza suficientemente la tecnología para la educación?

M. L. Probablemente no se esté utilizando la tecnología en todo su potencial, pero quizá sea porque todavía no ha habido ningún producto que realmente justifique la inversión en tecnología en los colegios. Hay centros con mucho equipamiento que no se utiliza quizá porque no se ha encontrado cómo utilizarlo.

J. F. Estamos solo en el comienzo. El mundo de la tecnología aplicada se va a fortalecer con los años. La utilización del hardware y la conectividad se demostrará que mejoraran el aprendizaje.

P. ¿Qué obtiene cada empresa de la otra con esta alianza?

M. L. A Santillana nos permite llegar al mercado con una tecnología probada y manteniendo siempre el concepto de productos de Santillana. Es una combinación perfecta. Conocimiento y experiencia en ambos mercados, tanto en contenido como en tecnología.

J. F. Knewton es una plataforma, no hay más, aunque suene poco atractivo. Nosotros creamos las líneas de código pero necesitamos el contenido de otros para funcionar. Esta alianza, además, nos da entrada en el mercado en español. Nuestras alianzas con otras editoriales estaban tradicionalmente centradas al mundo anglosajón.

“El profesor no necesita formarse para usarlo”

El modelo del aprendizaje adaptativo que proponen Santillana y Knewton permite que un profesor pueda lidiar con las necesidades específicas de cada alumno. Se trata de un sistema que analiza el conocimiento de cada uno de los alumnos y les ofrece recomendaciones personalizadas para que puedan progresar a su propio ritmo.

La propuesta cambia la forma de actuar del profesor al ofrecerle una herramienta para controlar el desarrollo de sus alumnos con la que hasta ahora no contaba. El sistema le ofrecerá una gran cantidad de datos a los que no podía acceder con el método tradicional.

A pesar de este cambio, Manuela Lara, directora de proyectos y desarrollos de Santillana Negocios Digitales, defiende que está hecho para que el docente “no necesite una formación especial para ello”.

José Ferreira, director ejecutivo de Knewton, entiende que lo primordial es que los informes que se generan sean “limpios y fáciles” de usar y que a golpe de clic los profesores accedan al nivel que deseen. “Muchos se quedarán en la superficie, pero con este sistema pueden llegar a los datos más básicos del rendimiento del alumno”, explica Ferreira. “Permite entender al alumno desde una capa más exterior o al detalle de por qué falla y en qué”, defiende Lara.

El proyecto está todavía en sus últimas fases de estudio. El objetivo que tiene Santillana es empezar a implementar el sistema a partir de una experiencia piloto desde la primavera del año que viene, tanto en España como en Latinoamérica. “Queremos probar esta herramienta con profesores y alumnos reales para adaptarnos a las situaciones del día a a día”, defiende Lara.

El camino hacia la digitalización de la enseñanza no va en detrimento del uso del libro de texto tradicional. Manuela Lara defiende que pueden ser herramientas complementarias. “Cada profesor decidirá su modelo”.

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