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Columna
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Cuadrar el círculo de las pagas en la banca

El equivocado tope a los bonus de la Unión Europea aún podrían encajar –si los políticos pueden cuadrar el círculo de las asignaciones–. Preocupados por las deserciones del personal, los bancos están dando retribuciones regulares para completar el sueldo fijo y compensar los menores niveles de remuneración variable.

El comisario saliente de finanzas, Michel Barnier, está preocupado por el hecho de que los bancos las estén usando para destrozar el espíritu de la regulación, y ha pedido a la Autoridad Bancaria Europea (EBA) un análisis de las prácticas actuales del mercado. Estos pagos están permitidos por ley, siempre y cuando estén vinculados a los roles, no al rendimiento, aunque cada vez se parecen más a los bonus.

Pero con los criterios adecuados, podrían mantener baja la asunción de riesgos –el objetivo clave del límite–, y satisfacer el deseo de los bancos de retener al personal y mantener cierta flexibilidad en los costes.

El pensamiento que hay detrás del tope a los bonus está equivocado desde el principio

Las directrices de la EBA llegarán a finales de año y deberían limitar los pagos realizados como recompensa por el rendimiento individual y, por tanto, los incentivos para asumir un riesgo excesivo. Para ello, se podría autorizar a las entidades a ajustar la cuantía de las retribuciones una vez al año como máximo, basándose en las condiciones del mercado. Estos incentivos se diferenciarían solo moderadamente de los del personal con responsabilidades similares.

Además, se deberían abonar en efectivo o en acciones y una parte tendría que estar sometida a aplazamientos o medidas para su devolución. El bonus final, basado en el rendimiento individual, quedaría limitado con respecto al sueldo base.

No es una solución perfecta, sobre todo porque el pensamiento que hay detrás del tope está equivocado desde el principio, pero permitir cierta flexibilidad daría a los bancos más opciones para gestionar su riesgo. También podría evitar que sus costes fijos aumentaran en exceso, y facilitaría una caída de los niveles salariales generales.

No está claro que la EBA vaya realmente a enfrentarse a una situación desagradable gracias a las regulaciones nacionales. Pero si se quiere ser creativa, hay una solución.

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