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El bono roza mínimos históricos y el euro cae de 1,27

Draghi amortigua al 0,63% la caída de un Ibex 35 especialmente volátil

Panel del Dax en Francfort.
Panel del Dax en Francfort.Reuters

El Ibex 35 se ha embarcado en una montaña rusa durante la jornada, con un arranque alcista, impulsado por las garantías acomodaticias que daba la Fed el miércoles, seguido de bajadas, con los malos datos macroeconómicos de la locomotora alemana de fondo, nuevas subidas, ante la posibilidad de un apoyo germano al crecimiento, y otra vez descensos acompañando el apático despertar de Wall Street. El broche final lo ha puesto el presidente del BCE aseverando que la institución aún tiene ases en la manga, lo que ha contribuido a amortiguar el descenso bursátil.

El principal selectivo bursátil español ha concluido la sesión con una caída del 0,63% que lo sitúa en los 10.273,7 puntos. Entre los valores más castigados se encuentran Día, con una rebaja del 4,86%, así como el sector bancario, contagiado esta mañana por el anuncio de la quiebra del grupo Espírito Santo (principal accionista del fallido banco luso). Encabeza las subidas Gamesa, que sube el 1,97%.

Los inversores del Viejo Continente, en todo caso, han pasado el día dudando qué corrientes seguir. Las primeras horas alcistas estuvieron marcada por las actas de la Reserva Federal estadounidense, publicadas el miércoles, que garantizan el mantenimiento de los tipos en su mínimo histórico, entre el 0% y el 0,25%, por “un tiempo considerable”. Lo que los analistas interpretan como que Janet Yellen no empezará a quitar la red de seguridad monetaria hasta el último trimestre de 2015.

Las noticias llegadas de Berlín, sin embargo, han sentado como un jarro de agua fría en el Viejo Continente. Las exportaciones alemanas registraron en agosto su mayor caída en cinco años, un 5,8% menos que en julio, en buena parte como consecuencia del conflicto registrado entre Rusia y Ucrania.

Bajo este panorama, los principales institutos germanos de previsión económica han rebajado sus previsiones de crecimiento para el país hasta el 1,3% este año y el 1,2% en 2015, frente al alza progresiva del 1,9% en 2014 y el 2% de 2015 que se esperaba hasta ahora.

Síntomas de una debilidad que, sorprendentemente, han llevado al ministro de economía alemán, Wolfgang Schäuble, férreo defensor de la austeridad, a admitir la necesidad de apostar por las inversiones en Europa.

Un clima de incertidumbre, también se dejó sentir en Wall Street. Después de la fuerte subida del miércoles, los inversores pusieron rumbo a la corrección y el Dow Jones y el S&P 500 cerraron con un descenso del 1,97% y del 2%, respectivamente. Las dudas sobre el crecimiento mundial y en especial de eurozona fue la excusa a la que se aferraron.

En el mercado de deuda el bono español a diez años al 2,04%, muy cerca del mínimo histórico que marcó en septiembre. Pese al recorte, la prima de riesgo de España permanecía sin cambios desde la apertura en 118 puntos básicos, tres menos que al cierre de la sesión precedente, debido al descenso de la rentabilidad del bono alemán a diez años, cae al 0,887%.

La española no es la única deuda que cae a mínimos: La rentabilidad de los títulos de deuda soberana de Portugal a diez años cayó hoy por primera vez en su historia por debajo del 3%, mientras que el interés de los treasuries, los bonos de EE UU, cae al 2,284%, el nivel más bajo desde junio de 2013.

Por si faltaban señales a las que aferrarse, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, avanzaba desde la Brookings Institution en Washingon que el comité del BCE es unánime en la disposición de aprobar nuevas medidas expansivas si fuera necesario.

Draghi ha avanzado que espera que el crédito bancario comience a crecer ya en 2015 después de la limpieza de balances que se ha llevado a cabo y de la confianza que puedan aportar los inminentes test de estrés al sector financiero comunitario.

El responsable de la política monetaria europea animó a los países a utilizar el espacio fiscal que hay para animar el crecimiento y defendió que el programa de compra de titulizaciones ABS que ha puesto en marcha el BCE supone una gestión más activa del balance de la institución.

Sus palabras arrojaron al euro por debajo de la línea de los 1,27 euros (aunque aún por encima de los 1,25 billetes verdes marcado en septiembre) y ayudaron a contener las caídas bursátiles en el Viejo Continente.

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