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Claves para invertir en el sector

Tecnológicas, sin miedo a la burbuja

Thinkstock

La desorbitada expectación que despierta cada nueva presentación de un producto de Apple, los continuos movimientos corporativos entre grandes tecnológicas –como la compra de la creadora del juego Maincraft por parte de Microsoft y la salida a Bolsa de Alibaba (la mayor de la historia)– son solo tres ejemplos recientes del papel protagonista que juega el sector tecnológico en los mercados, en un momento en el que la economía digital cada vez tiene más presencia en la real. La radiografía del sector muestra a Apple al frente del ranking de las mayores tecnológicas por capitalización con cerca de 470.000 millones de euros. Google, con 310.000 millones, y Microsoft, con 300.000, siguen a la compañía fundada por Steve Jobs. Alibaba se estrena en Bolsa como la cuarta mayor empresa del sector.

Estas son las seis claves que hay que considerar a la hora de invertir en el sector, sobre el que aún pesa la sombra alargada del pinchazo de las puntocom de 2000, aunque la historia esta vez sea diferente.

1. Las operaciones corporativas son el principal impulso para el sector tecnológico en el parqué. La pasada semana, Alibaba cumplió los pronósticos que auguraban que su debut en el parqué sería el mayor de la historia y alcanzó los 25.000 millones de dólares (19.455 millones de euros). Una cifra superior a la OPV (Oferta Pública de Venta) de Agricultural Bank of China, que ascendió a 22.100 millones.

La fuerte posición de caja de los gigantes tecnológicos también está resultando un decisivo catalizador para el sector en Bolsa. Pocas de estas grandes compañías se han resistido a irse de compras en los últimos tiempos. Este año se han cerrado operaciones como la compra de WhatsApp por 13.800 millones de euros por parte de Facebook o la de la sueca Mojang, creadora del videojuego Maincraft, por Microsoft, por 2.500 millones. A comienzos de año, Google adquirió por 3.200 millones la empresa de domótica Nest. Movimientos que animan al sector en el mercado y que son relevantes para medir el desarrollo futuro de las compañías.

2. El Nasdaq está a un 11% de sus máximos históricos, algo que ya ha conseguido el selectivo S&P. El índice tecnológico se encuentra en el entorno de los 4.500 puntos, tan solo a un 2,6% de su máximo anual, que alcanzó a comienzos de septiembre. En abril del 2000, el Nasdaq marcó su récord histórico por encima de los 5.000 puntos, justo antes del estallido de la burbuja de las puntocom que lo llevó a caer un 39% ese ejercicio y un 78% hasta su mínimo, 1.114 puntos, que marcaría dos años después.

Tras ese desplome, el índice comenzó una progresiva remontada que podría culminar este ejercicio. En lo que va de año, el Nasdaq ha subido un 7,3%, pero el ejercicio no está siendo un camino de rosas. De hecho, en abril afrontó una corrección que le hizo caer un 8% entre temores de burbuja tecnológica. A pesar de este susto, la visión general del mercado sigue siendo optimista a tenor de las recomendaciones de los analistas, claramente positiva para los gigantes tecnológicas – si bien no todos cotizan en el Nasdaq (Alibaba lo hace en el NYSE)–.

3. La corrección del Nasdaq en primavera alimentó el debate sobre una posible burbuja en el sector tecnológico. Los temores crecieron después por unas declaraciones de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, quien alertó en julio sobre la alta valoración de biotecnológicas y redes sociales.

Juan José Fernández-Figares, analista de Link Securities, considera que la situación actual es muy diferente a la de la burbuja de las puntocom, pues entonces “la mayoría de las empresas no tenían beneficios, por lo que valorarlas era casi imposible”. Ahora, explica, no se puede hablar de burbuja generalizada, aunque haya compañías con valoraciones exigentes. En algunos casos como Linkedin o Pandora con PER (las veces que está contenido el beneficio previsto para 2014 en la cotización) superiores a las 100 veces. “Otras empresas como Microsoft, Apple, Intel, IBM, etc, cotizan con múltiplos más razonables (PER de entre 14 y 16 veces)”, afirma.

Francisco Sánchez Matamoros, analista de XTB, coincide al descartar la burbuja e indica que “el Nasdaq se compone de empresas que mantienen un gran potencial en un entorno tan dinámico como el actual, todavía adaptándonos a las nuevas tecnologías e internet”.

4. El móvil es el actor clave del futuro y el desarrollo de aplicaciones o servicios a través del smartphone marcará el camino para las grandes tecnológicas. “El ritmo del crecimiendo del móvil está superando la mayoría de las expectativas. En agosto de este año, por primera vez en la historia, más personas utilizaron tabletas y teléfonos móviles para visitar páginas web que ordenadores”, destacan los expertos de Deutsche Bank, quienes también recuerdan en un reciente informe que el 50,3% del tráfico del comercio electrónico procede ya de dispositivos móviles. La firma alemana aporta otro dato que refleja la importancia del negocio de los smartphones: hay 1.000 millones de personas que tienen teléfonos inteligentes y no tienen cuentas bancarias. Desde Citi destacan que el 86% del tiempo que dedican los usuarios al teléfono móvil se destina a las aplicaciones y señala que las empresas más beneficiadas por el auge de este mercado son las propietarias de tiendas de apps Google y Apple (entre un 15% y un 20% del mercado), desarrolladores como King o Pandora (50–60%), plataformas de marketing en aplicaciones móviles como la de Facebook (15– 20%) y distribuidoras de wifi como Verizon (5–10%).

El desarrollo de medios de pago a través del móvil, como Apple Pay, también será un factor clave en el desarrollo del sector. JPMorgan explica que convencer a los usuarios de utilizar este sistema de pago no será sencillo en un primer momento, pero cree que “Apple tiene el tamaño, la marca y unos mínimos conflictos de intereses como para hacerlo funcionar a largo plazo”.

Los expertos de Nomura aportan otro punto fuerte del mercado de smartphones: la publicidad. “Mirando a fondo en los motores del crecimiento de la inversión publicitaria online, el móvil (con alzas estimadas del 64% y del 51% en 2014 y 2015, respectivamente) está creciendo significativamente más rápido que los PC”, explican.

5. El fenómeno ‘start-up’ es otra tendencia imparable en el sector. Pequeñas compañías con base tecnológica que parten de la nada pero en algunos casos terminan revolucionando la vida de los usuarios y se convierten en presas codiciadas por las grandes empresas. Un caso paradigmático de este fenómeno es Snapchat, la aplicación de mensajería instantánea que rechazó el año pasado una oferta de Facebook por 2.300 millones de euros. La particularidad de esta exitosa app entre el público adolescente de EE UU es que las imágenes enviadas se autodestruyen a los diez segundos, lo que la hace idónea para actividades como el sexting.

6. La juventud arrasa. La feroz velocidad con la que ha cambiado el mercado tecnológico, y su rápida implantación en la sociedad, ha provocado que entre las 50 mayores compañías del mundo por valor en Bolsa estén Google, Facebook o Twitter, con una historia que se remonta a apenas una década, a las que siguen los pasos otras como LinkedIn. El futuro de la economía mundial pasa por los bits y el código binario.

Fondos de inversión: la mejor vía de entrada

Decidir cuál es el mejor momento para tomar una posición en Google o qué impacto tendrán las ventas del iPhone 6 Plus sobre la cotización de Apple no es fácil para una persona que no está monitorizando a diario los mercados financieros. Aunque desde los brókeres podrían tramitarnos la compra de acciones de estas compañías tecnológicas, para apostar por este sector es más sencillo optar por fondos de inversión especializados en esta temática.

Caja Rural, por ejemplo, cuenta con el fondo Rural Tecnológico, que es uno de los que mejor desepempeño ha tenido en los últimos años. Su rentabilidad anual media ha sido, desde de 2009, del 17,65%. En lo que va de 2014, se ha revalorizado un 22,93%, gracias a su potente apuesta por Apple, Google y la farmacéutica Gilead Science.

Mutuactivos también tiene un fondo en esta materia (Mutuafondo Tecnológico) que ha tenido un buen desempeño (15,15% de rentabilidad media desde de 2009). Jaime de León Calleja, gestor de renta variable de esta firma explica que les gusta mucho el sector de equipos de telecomunicaciones y, aunque reconoce que el posicionamiento fuerte tiene que ser en Estados Unidos, apunta que tienen mucha confianza en cómo pueden comportarse firmas europeas como Alcatel, Ericsson o ASML.

El fondo Threadneedle (Lux) Global Technology también ha tenido un buen comportamiento (+17,8% de rendimiento anual, los últimos tres años). Su principales apuestas actualmente son las especialistas en semiconductores Lam Research y Synopsis, junto con Apple.

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