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La CE revisará en 2015 las condiciones exigidas en el plan de reestructuración

Bankia espera que Bruselas elimine los límites impuestos por su rescate

Sede operativa de Bankia en Madrid
Sede operativa de Bankia en MadridPablo Monge

Bankia tiene previsto sentarse en los próximos meses con Bruselas para flexibilizar su plan estratégico, limitado como consecuencia de las multimillonarias ayudas recibidas en 2013. El banco confía en que la Comisión Europea elimine las restricciones comerciales que ahora tiene tras haber cumplido gran parte del ajuste impuesto por Bruselas después de recibir 22.424 millones.

Bankia se ha convertido en el alumno aventajado del sector financiero nacionalizado. Han transcurrido 21 meses desde que el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri pusiera en marcha su plan de reestructuración a tres años –2013 a 2015–, y desde entonces, el grupo ha cumplido una gran parte de los objetivos establecidos, superando en todos los casos más del 50% a junio, ecuador del plan. Incluso en algunos capítulos ha alcanzado prácticamente todos los compromisos adquiridos para el cierre de 2015.

Este es el caso del ratio de eficiencia, que ha pasado del 63,3% registrado en diciembre de 2012 al 45,3% a junio de este año. El objetivo establecido era llegar al 45% a finales del próximo ejercicio.

“Ser un banco eficiente es imprescindible para garantizar la rentabilidad”, explica la entidad. Este objetivo lo ha logrado en gran parte por el cierre del 39% de su red, al pasar de 3.117 oficinas a 2.000 y reducir su plantilla un 28%, de 20.589 a 14.500 empleados. Estas medidas formaron parte de las muchas exigencias impuestas por Bruselas a Bankia tras recibir 22.424 millones en ayudas públicas.

A junio ya había cumplido también el 82% del plan de desinversiones en activos no estratégicos previstos al desprenderse de 41.000 millones de euros, de los 50.000 millones impuestos.

Pero las exigencias de Bruselas fueron más duras. Bankia tiene limitada su operativa en ciertos negocios, como su participación en créditos sindicatos, financiar a promotores, ganar tamaño con la apertura de oficinas o participar en otras operaciones corporativas. Tampoco puede instalarse en zonas en las que no se consideran estratégicas o naturales de las siete cajas de ahorros que la dieron origen. De hecho, hay zonas en las que no tiene ya presencia, como Menorca. Tiene también restringida la operativa de banca mayorista en general, terreno prácticamente vetado para Bankia, lo mismo que contar con las mejores ofertas de precio en depósitos. Todas estas restricciones, consecuencia de las multimillonarias ayudas recibidas en mayo de 2013, están inicialmente vigentes hasta 2017, fecha en la que Bankia debe pasar a ser privada. Pero en el banco son optimistas y esperan que Bruselas abra la mano el próximo año y levante sus restricciones para poder así competir en todos los ámbitos del negocio bancario.

El plan de reestructuración aprobado por Bruselas ya establecía la posibilidad de revisar estas limitaciones el próximo año, ejercicio en el que finaliza su programa estratégico. El cumplimiento de los objetivos de 2013 a 2015 es fundamental para que se levanten las restricciones, aunque el Estado tenga una significativa presencia en su capital. Ahora es del 60,9%, porcentaje que se reducirá en los próximos meses. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya anunció este mes que tras los test de estrés, cuyos resultados se darán a conocer a finales de octubre, el FROB volverá a vender una participación de Bankia. Varias fuentes dicen que la idea del Gobierno es pasar este año al 50,01%, desde el 51%, y salirse definitivamente a principios de 2016.

Abanca, un reciente precedente para Goirigolzarri

Bankia cuenta con varios precedentes en la revisión y flexibilización de sus planes de recapitalización. El más reciente es el de Novagalicia –ahora Abanca–. La firma gallega recibió 8.981 millones en ayudas. Y_como a Bankia, Bruselas le impuso un estricto plan de reestructuración que acaba de ser revisado. Tras la compra de Novagalicia por Banesco, el grupo venezolano solicitó a la CE una revisión del plan de recapitalización para bajar sus restricciones.

En julio, la Comisión Europea aprobó unas nuevas condiciones más flexibles. Permite ahora a Abanca conceder créditos al sector inmobiliario y rebaja en parte las limitaciones sobre el número de oficinas y empleados. Así, Abanca puede competir en unas mejores condiciones con sus rivales. Además, tiene más plazo para vender su cartera de participadas. Bankia, aunque no ha pasado a manos privadas ya que el Gobierno mantiene su control, cuenta con la ventaja frente a Abanca, que ha cumplido gran parte de las imposiciones de Bruselas.

A junio ya había cumplido el 53% de su objetivo de beneficios y el de créditos sobre depósitos ya se logró en marzo. También ha logrado ya ajustar el 90% del recorte de su balance.

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