Seis lugares donde coger fuerzas para empezar el nuevo curso

Karlovy Vary, en la República Checa, es una de las ciudades balneario más conocidas de Europa. Fundada por el emperador Carlos IV, es el lugar perfecto para desaparecer del mundanal ruido entre las exquisitas columnatas que cubren sus centenarias fuentes termales minerales, que sirven para el tratamiento de afecciones del aparato digestivo, trastornos del metabolismo, enfermedades oncológicas y del aparato locomotor.

Puede alojarse en una de las decenas de casas termales, residencias y complejos de edificios preciosos que se encuentran en la ciudad y que ofrecen los mejores servicios relacionados con la balneoterapia tradicional, pero también modernos tratamientos de bienestar de máxima calidad, según sus gustos.

Las vacaciones son una oportunidad única para desconectar, máxime si para ello ha recorrido miles de kilómetros. La Polinesia Neozelandesa, encarnada en las Islas Cook, puede ser el paraíso natural perfecto para regenerar cuerpo y alma.

Y no será porque no tiene donde elegir: al menos media docena de establecimientos de lujo con spa en los que no le faltará bienestar, relax y confort.

Por ejemplo, el Rumours Luxury Villas & Spa de Rarotonga, en la paradisiaca playa de Muri, con siete villas de lujo. Su Waterfall Spa está dotado de una cascada terapéutica y están especializados en tratamientos y masajes rejuvenecedores. O el Sanctuary Rarotonga Resort, con el único centro termal de todas las Islas Cook.

No lo piense más. Lo que necesita es escaparse y olvidarse de todo antes de empezar de lleno el nuevo curso. Con ese objetivo, el Hotel Vidago Palace, en Portugal, ha creado un programa de retiro de cuatro días en los podrá disfrutar de tratamientos de spa y wellness personalizados.

El programa incluye sesión de pilates, de meditación, masaje hindú –hombros, cabeza y cara– y tailandés –con el que, aseguran, se consigue liberar puntos donde la energía vital se encuentra en un estado de tráfico bloqueado–, reflexología, masaje de pies de lujo, manicura de lujo y tratamiento facial purificante.

Todo ello acompañado de exquisitos y equilibrados menús, platos ligeros, saludables, pero a su vez ricos en sabores y matices.

No todo tiene que ser sofisticación y lujo ni hace falta viajar, si no se quiere, al otro lado del planeta para cuidarse. Uno también puede hacerlo, por dentro y por fuera, desde la tranquilidad y sosiego de un alojamiento rural cerca de la costa española.

La web www.selectahotels.com incluye entre sus propuestas la casa Entre Viejos Olivos-Wellness, en Benicolet (Valencia), que cuenta con instalaciones para recibir tratamientos corporales y masajes y un circuito de spa.

Otra de las opciones que propone esta página de reservas es el Molí del Mig, en Torroella de Montgrí (Gerona), un molino rehabilitado con habitaciones muy especiales y que cuenta con spa, servicio de masajes y cronoterapia para el descanso del cuerpo y de la mente.

En el corazón de Sotogrande (Cádiz) se encuentra el Hotel Almenara, un referente en los tratamientos de salud y belleza gracias a su spa Elysium, con tres espacios diferenciados: la zona de aguas con su circuito hidrotermal, el Elysium Wellness Club y el área de tratamientos de salud y belleza.

Aquí defienden que la belleza no es solamente una apariencia estética, sino también el estado de salud y el bienestar del individuo, por lo que la belleza exterior es el reflejo del bienestar interior y hay que cuidar ambos aspectos.

Además de los tratamientos, recientemente el spa ha incluido servicios de entrenamiento con biotraje (electroestimulación integral), un tipo de gimnasia pasiva que se ha puesto de moda.

Si se cuidan papá y mamá, ¿por qué no lo van a hacer sus hijos? El exclusivo hotel Il Salviatino, de Florencia, ha decidido abrir su spa a toda la familia para que niños y adolescentes puedan iniciarse en el mundo de la belleza con tratamientos específicos.

Los que hoy muchos llaman preadolescentes (de 6 a 12 años) tienen la posibilidad de elegir, por ejemplo, entre un tratamiento fácil con olor a colonia de bebé o un masaje a base de abrazos. Eso sí, el precio es de mayores: a partir de 40 euros una manicura o una pedicura.

Para quienes tengan más edad, el hotel ofrece tratamientos faciales para eliminar las impurezas típicas de las pieles adolescentes o masajes suecos con embriagadores aromas a chocolate.