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Empresas vintage

Burberry, de los exploradores a la pasarela

Gabardina, cuadros... iconos de una firma inglesa que sigue en renovación. En 1997, la empresa fichó la supermodelo británica Kate Moss como imagen de la marca.

Nueva campaña con Kate Moss y Cara Delevingne. Romeo Beckham, hijo del exfutbolista del Real Madrid, también ha sido imagen de la casa.
Nueva campaña con Kate Moss y Cara Delevingne. Romeo Beckham, hijo del exfutbolista del Real Madrid, también ha sido imagen de la casa.

Pocas marcas de moda son tan icónicas. La gabardina, la tela a cuadros, el símbolo del caballero en su corcel... imágenes reconocibles de Burberry, firma inglesa creada en 1856, pensada para los hombres de campo pero que en la actualidad es un referente de la moda. El pasado año su consejera delegada Angela Ahrendts abandona la firma para ocupar una vicepresidencia en Apple. Christopher Bailey, que ha actualizado la marca desde 2001 como director creativo, toma las riendas también de la gestión como primer ejecutivo. Una nueva etapa para una empresa que ha sabido reinventarse.

Thomas Burberry (1835-1926) era un dependiente en una tienda de paños cuando decide abrir un pequeño comercio de ropa en 1856, en Hampshire, al sur de Inglaterra. Nunca quiso verse como un simple vendedor, así que comienza a crear sus propios diseños especialmente dedicados para la práctica de actividades al aire libre, como la caza, la pesca o la equitación.

La gran innovación de Burberry llega en 1880. Se propone mejorar las hasta entonces pesadas prendas para la lluviosa Inglaterra. Fabrica un tejido de alto rendimiento hecho a base de algodón egipcio con una trama muy cerrada y con fibras largas. Después, lo trata con un proceso de impermeabilizado único que, lo hace, además de impermeable, resistente a las rozaduras y ligero. Lo llama “gabardina”, una referencia de Shakespeare en su obra La tempestad, según asegura la empresa. Desde 1901 va firmada con en el emblema del caballero medieval junto a la leyenda prorsum –adelante, en latín–.

Cronología

1856. Thomas Burberry, un aprendiz de pañero de 21 años, abre una pequeña tienda de confecciones en Hampshire (Inglaterra).

1880. Crea la gabardina.

1891. Abre una tienda en el número 30 de Haymarket, en el West End londinense, su histórica sede.

1901. Introduce el emblema corporativo, que consiste en un caballero medieval con la leyenda prorsum (adelante, en latín).

1911. El explorador noruego Amundsen se viste de Burberry en su expedición al Polo Sur. Incluso la tienda de campaña que deja allí instalada está confeccionada con la tela impermeable.

1914. El Ministerio de Defensa británico encarga medio millón de gabardinas para sus oficiales en la Primera Guerra Mundial. Nace la trench coat, o abrigo de trinchera, que se ha versionado desde entonces.

1920. Introduce el forro a cuadros símbolo de la casa.

1955. La firma se convierte en proveedor de la Casa Real.

1997. Rose Marie Bravo, consejera delegada, comienza la renovación de la firma.

1999. Primera campaña de la supermodelo Kate Moss, fotografiada por Mario Testino.

2001. Christopher Bailey, con 30 años, se convierte en diseñador de la marca.

2013. Bailey pasa a ser también consejero delegado, sustituyendo a Angela Ahrendts, que se marcha a Apple.

2014. Los principales accionistas de la empresa son grupos financieros como The Capital Group, Thornburg, JP Morgan o Schroeders.

La funcionalidad del tejido hace que sea elegido por los primeros exploradores del siglo XX. En su famosa carrera hacia el Polo Sur en 1911, el explorador noruego Roald Amundsen confía en el equipamiento de Burberry para que le ayude a ser el primero en lograr el reto. Además, deja instalada una tienda de campaña hecha de este material para que su rival inglés Scott la encontrase como prueba del éxito. También Ernest Shackleton se viste de Burberry de pies a cabeza en su travesía por la Antártida y sirve de testigo de las propiedades protectoras del tejido. Asegura que fueron las capas de la gabardina las que le ayudaron a salvar la vida de un miembro de su equipo que estuvo perdido sin refugio durante dos días.

Aunque es durante la Primera Guerra Mundial cuando la gabardina se hace popular. El Ministerio de Guerra británica encarga medio millón de estos gabanes. Pide a Burberry que adapte el impermeable a las necesidades de combate de los oficiales. Añade hebillas con forma de D para asegurar una cartera que contenía granadas, mapas y cantimploras, y las hombreras llevan ahora unas trabillas para la cartera, los prismáticos y una máscara de gas. Se democratiza así la prenda y se convierte en un clásico del diseño constantemente reinterpretado en el mundo: el trench coat o abrigo de trinchera.

La prenda ha sido retratada en numerosas ocasiones en las películas de Hollywood. Se convierte en los años cuarenta en el uniforme clásico del detective en las películas de gánsteres. También aparece en una serie de secuencias cinematográficas inolvidables. Por ejemplo, gracias a la gabardina, Humphrey Bogart se mantiene seco bajo la lluvia en la pista de un aeropuerto en Casablanca, y evita que Audrey Hepburn no se moje en Desayuno con diamantes.

El impermeable incorpora a partir de los años veinte del pasado siglo otro de los símbolos: el forro con un estampado tipo escocés de cuadros en blanco, negro, camel y rojo. El reconocimiento de sus prendas hace que en 1955, la Reina Isabel II elija la firma como proveedor oficial de la casa real.

Aunque en las siguientes décadas, la marca comienza a asociarse a un hombre y una mujer conservadores, vinculada a la campiña. La estadounidense Rose Marie Bravo se convierte en la primera encargada, a partir de 1997, de renovar Burberry. Y hace dos movimientos cruciales. Ficha a la supermodelo británica Kate Moss como imagen de la casa y encarga al diseñador Christopher Bailey poner al día la marca, para que se pueda comparar con cualquier competidor del segmento del lujo. Desde entonces, los desfiles de la división Bruberry Prorsum son una cita obligada de las pasarelas, donde sus iconos son reinterpretados.

Desde 2005, otra mujer, Angela Ahrendts, toma las riendas de la firma y la coloca entre las grandes, con innovadoras técnicas de comercio electrónico. Con su salida, ahora le toca a Bailey demostrar que además de haberle dado una segunda vida a Burberry es capaz de seguir con la gestión de una marca global.

Asia, su principal mercado

Desde que en 1909 la firma abriese su primera tienda en París, no ha dejado de tener vocación multinacional. Actualmente opera en 80 países. El pasado ejercicio facturó 2.330 millones de libras (2.930 millones de euros). Un 39% de esos ingresos proviene de Asia, su principal mercado. En los últimos años no ha dejado de crecer por encima del 10% en todo el mundo. Cuentan con casi 500 tiendas propias, 70 franquicias y 1.400 puntos de venta en grandes almacenes. La división de accesorios es la que más ingresos genera, por delante de la ropa de mujer y de hombre.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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