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Yellen estudia ya subir tipos y Draghi pide más incentivos al crecimiento

Jackson Hole resalta la brecha entre EE UU y la UE

El presidente del BCE, Mario Draghi, junto a su homóloga en la Fed, Janet Yellen.
El presidente del BCE, Mario Draghi, junto a su homóloga en la Fed, Janet Yellen.DAVID STUBBS (REUTERS)

Bajo la preocupación común del desempleo, leitmotiv de esta edición del tradicional encuentro anual de banqueros centrales en Jackson Hole, los discursos de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, y del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, resaltaron el viernes la distancia que separa a EE UU de la Unión Europea en el camino de salida de la crisis. Mientras el país norteamericano debate ya cuándo comenzar a retirar la política de estímulos que puso en marcha desde el arranque de la Gran Recesión, el banquero central del Viejo Continente clama ahora por sacar la artillería pesada para impulsar una recuperación cada vez más incierta.

“Con la economía acercándose a nuestros objetivos, el énfasis del Comité de Mercado de la Fed está cambiando de forma natural hacia cuestiones sobre el grado de debilidad que persiste y cómo de rápido se superará, y de este modo a la pregunta respecto a bajo qué condiciones deberíamos dar marcha atrás a nuestro extraordinario acomodamiento”, asumió Yellen, admitiendo que la Reserva Federal ya se ha planteado anticipar una subida de los tipos de interés desde el actual mínimo histórico en que se sitúan, entre el 0% y el 0,25%, desde 2008.

Yellen defendió, no obstante, que pese al paulatino descenso del paro al 6,2%, el empleo en EE UU sigue dando muestras de “debilidad” y reivindicó que, en cualquier caso, “la política monetaria debe ser gestionada de un modo pragmático que no se base solo en un indicador”. Con todo, adelantó, “si el progreso del mercado laboral sigue siendo más rápido de lo previsto por el Comité o si la inflación sube más rápidamente de lo previsto (...) la subida de tipos podría llegar antes de lo que el Comité espera actualmente y ser más rápida desde entonces”.

Pese a su ambigüedad, las palabras de Yellen hicieron mella en unos mercados que no habían digerido aún la posibilidad de tipos más altos ya en 2015, pese a que la idea se incluyó en las actas de la última reunión de la Fed. Su discurso, en el último tramo de la sesión europea, reafirmó a los inversores en su decisión de dedicar la última jornada de la semana a recoger beneficios.

La incursión de un “convoy humanitario” ruso en territorio ucraniano sin permiso de Kiev tampoco animó a comprar. Tras cuatro sesiones al alza, el Ibex se dejó un 0,53% el viernes aunque logró mantener los 10.500,20 puntos que conquistó el jueves. En la semana, el índice acumula un alza del 2,72%. Pese a las caídas generalizadas del viernes, la semana también acabó con subidas para Londres, del 1,29%, Fráncfort, del 2,71%, París, del 1,88% y Milán, del 2,24%.

Habrá que esperar al lunes, en todo caso, para comprobar la respuesta de las Bolsas europeas al discurso de Draghi, que llegó horas después del cierre de mercado. Mientras Yellen se plantea cuándo retirar los estímulos, el italiano animaba a impulsarlos ahora.

“Del lado de la demanda, la política monetaria puede y debe desempeñar un papel central, lo que en la actualidad significa una política monetaria acomodaticia durante un período prolongado de tiempo”, que está preparado para intensificar, si es necesario, dijo, incluyendo políticas no convencionales.

Aunque no olvidó reivindicar más flexibilidad para el mercado laboral, Draghi defendió que “hay margen de maniobra para lograr una composición de las políticas fiscales más favorable al crecimiento”. Draghi subrayó que los últimos datos revelan una “uniforme debilidad” en la recuperación y denunció que la crisis ya ha elevado el paro estructural del 8,8% al 10,3%. Una tendencia que podría empeorar si Europa no apuesta por el crecimiento, advirtió.

El dólar gana peso y el bono español marca otro hito

La reunión de Jackson Hole, un pueblecito de Wyoming en el que los principales responsables de la política monetaria internacional se citan anualmente desde 1982 cuando el lugar fue elegido para atraer al amante de la pesca y entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, suele arrojar luz sobre el futuro de las grandes divisas. A la espera de conclusiones más reposadas, el discurso de Janet Yellen dejando la puerta abierta a una subida de tipos anticipada incidió el viernes en la reciente escalada del dólar frente al euro. La moneda común se dejó varias décimas en la sesión que le acercaron aún más a la cota del 1,32 hacia la que lleva encaminándose toda la semana, marcando nuevos mínimos desde hace casi un año. El euro arrastra ya una caída del 3,67% en 2014, acentuada por el 1,13% que se ha dejado en lo que va de agosto.

Deuda soberana

Del lado de la deuda pública, y a falta de ver el efecto que terminará teniendo la petición de Mario Draghi de políticas más acomodaticias en el Viejo Continente, el bono español a 10 años marcaba un nuevo mínimo histórico, al rebajar su rentabilidad en el mercado secundario hasta 2,382%. Con todo, el descenso en paralelo del bund alemán, también en zona de mínimos por debajo del 1% de interés, mantuvo la prima de riesgo española estable en los 140 puntos básicos. El efecto se replicaba también en el caso de Italia, cuyo bono descendía hasta un nuevo mínimo situado en su caso en el 2,576% que rebajó la prima de riesgo hasta los 159 puntos básicos.

Otras claves

El petróleo, por su parte, descendió cerca de un 0,4% en el caso del barril de Brent, que se situó en 102,2 dólares, así como en el de Texas, que cayó a 93,43 dólares por barril. Los ligeros visos de inestabilidad que flotaban en una jornada marcada por las ventas en todas las grandes plazas fueron recogidos por el oro, valor refugio por excelencia, que se revalorizaba por primera vez en seis días hasta los 1.279 dólares la onza.

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