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Intento frustrado en Reino Unido

Los planes de fusión en la construcción europea retan a la hegemonía española

Carillion ha intentado crear un gigante británico en alianza con su rival local Balfour Beatty

Trabajadores de Balfour Beatty en el proyecto ferroviario londinense Thameslink.
Trabajadores de Balfour Beatty en el proyecto ferroviario londinense Thameslink.
Javier Fernández Magariño

Tras la toma gradual de la alemana Hochtief por ACS desde 2007; la integración de dos de las mayores constructoras italianas, Salini e Impregilo, efectiva desde enero de este año, y el proyecto de fusión de la cementera francesa Lafarge y la suiza Holcim, ha vuelto a intentarse un movimiento de fuerte calado en el mapa europeo de la construcción. La británica Carillion, segunda firma de infraestructuras de Reino Unido, ha pretendido integrarse de forma amistosa con la primera del país, Balfour Beatty.

Carillion tiene una capitalización de 1.450 millones de libras y 4.100 millones de libras de facturación anual, mientras Balfour está valorada en bolsa en 1.675 millones de libras y su cifra de negocio asciende a 10.000 millones de libras. Ambas tienen notables intereses fuera de su mercado local.

La oferta se mejoró por segunda vez el martes y, de momento, no tiene visos de salir adelante. Carillion valora a Balfour Beatty en 2.100 millones de libras (2.625 millones de euros) y los accionistas de esta última tendrían el 58,3% de la firma combinada (desde el 56,5% de la anterior oferta), que nacería con un valor bursátil de 3.200 millones de libras (unos 4.000 millones de euros). Además, los partícipes de Balfour recibirían un dividendo extraordinario.

Las conversaciones de Carillion con los directivos y accionistas de su rival debían haberse concretado ayer, pero Balfour cortó por lo sano un día antes con su respuesta negativa.

La constructora interesada, asesorada por Finsbury, Morgan Stanley y Oriel Securities, dice ahora reservarse el derecho a lanzar una oferta, mientras que Balfour Beatty, que tiene a Goldman Sachs y Merril Lynch como consejeros, está cerrada en banda.

El gigante resultante, que se colocaría entre los cinco mayores grupos de construcción europeos por volumen de negocio, tras ACS, Vinci y Bouygues. Tendría unos 80.000 empleados y sus ingresos anuales suman 14.000 millones de libras (17.500 millones de euros). En cuanto a implantación geográfica y estratégica en construcción y servicios, los analistas comparan la suma de estos dos grupos británicos con Ferrovial.

Europa cuenta con las mayores y más internacionalizadas compañías de construcción y operación de infraestructuras del mundo. Entre ellas, es notable la pugna de españolas y francesas: ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, OHL y Sacyr figuran en el top 20 continental por ingresos, lista en la que también están fuertes las galas Vinci, Bouygues y Eiffage, la sueca Skanska y la austriaca Strabag. Informes de Deloitte muestran que las operaciones de fusión y adquisición en el sector a nivel europeo ha superado los 140 movimientos anuales de media entre 2009 y el primer semestre de 2013. Se trata de diversificar en actividades y abrirse nuevos mercados.

Reticencias

El consejo de administración de Balfour Beatty no ha visto claras las ventajas de esta integración con Carillion. Ha considerado como principales problemas la complejidad de ejecución, los solapamientos en negocios y clientes, la necesidad de reducir hasta en dos tercios su facturación en el mercado local de la construcción (2.800 millones de libras en 2013) y el freno a la venta de la ingeniería estadounidense Parsons Brinckerhoff.

Por otra parte, el líder de Reino Unido se ve con fortaleza para crecer por sí misma en casa y Norteamérica, así como para avanzar en sus alianzas tanto en Oriente Medio como en el sudeste asiático y Australia.

Ferrovial gana tiempo para pujar en Bombay

Las empresas que pretenden ofertar por la construcción y posterior operación del segundo aeropuerto de Bombay (India), entre ellas la española Ferrovial, han conseguido una extensión del plazo para presentar su puja.

La última fecha estaba fijada el 2 de septiembre –procedente de una primera convocatoria el 18 de junio– y el nuevo límite se ha sido ampliado hasta el 30 de octubre. El grupo que preside Rafael del Pino, al igual que otros rivales, está en la labor de conformar el consorcio para optar a la obra y concesión. La prensa local insiste en que el potencial socio es la india Tata.

La infraestructura tendrá dos pistas y capacidad inicial para diez millones de pasajeros.

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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