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Tribuna
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Chile: una entrada para la empresa española

El mundo actual cada vez más interconectado y las nuevas tecnologías de la comunicación y del transporte están provocando una revolución en los sistemas productivos de todos los países y abriendo una nueva era en la globalización de productos y servicios.

Chile, por su geografía, ha funcionado en el sistema mundial como una región periférica y por mucho tiempo, distanciada de los principales focos de conocimiento y desarrollo, por lo que ha tenido que seguir su propio camino en los siglos pasados, pero eso ha cambiado radicalmente en la actualidad. El país forma parte de una región en expansión por un doble motivo. Por un lado pertenece a Latinoamérica, una región que tiene un alto potencial de crecimiento y donde todavía hay mucho recorrido en la explotación de sus grandes fortalezas naturales (minerales, recursos energéticos, agrícolas con tierra fértil y agua abundante), así como de aumentar aún sus bases demográficas. Y por otro lado, Chile pertenece a la región de Asia-Pacífico, y este océano se está convirtiendo en el nuevo Mare Nostrum, como lo fueron el Mediterráneo y el Atlántico en el pasado, porque en él, tienen lugar los mayores crecimientos de las rutas comerciales así como se desarrollan con fuerza los países que lo circunscriben, teniendo en cuenta que las dos potencias mayores del siglo XXI, EE UU y China, están apostadas en ambos flancos de este océano.

En esta nueva era en la que vivimos, la internacionalización de las empresas ya no es una cosa solo de las grandes multinacionales, ni de los países desarrollados y es momento de sumar todas las fuerzas y potencial de los chilenos, de los latinoamericanos, para que puedan alcanzar una posición destacada en el futuro que se avecina. Chile pretende ser un país desarrollado en la próxima década y para ello es preciso fomentar la innovación e internacionalización de sus empresas, así como de las filiales de otros países que pueden usar Chile como plataforma para abordar otros mercados latinoamericanos y de la región Asia-Pacífico. Solo potenciando estos procesos de innovación e internacionalización se podrán alcanzar mejoras en la productividad, competitividad y creación de nuevos negocios que contribuyan decididamente a mejorar las condiciones de los ciudadanos de Chile y que el país pueda avanzar por la senda tan deseada del desarrollo.

La expansión de las clases medias y el crecimiento económico serán las consecuencias de esta apuesta por la innovación y la internacionalización que deben hacer las empresas chilenas. Esto será lo que facilite un mejor desarrollo del país, más diversificado y cada vez más conectado a la sociedad del conocimiento a nivel mundial.

España, como primer inversor en Chile con una inversión directa acumulada de 10.504 millones de dólares invertidos entre 2009 y 2012, según datos del Comité de Inversiones Extranjeras, mantiene con el país andino una estrecha relación que puede y debe intensificarse más en los próximos años en beneficio de ambas economías.

Como contrapartida, España puede ser una excelente vía de entrada a Europa para las empresas chilenas. Hasta el momento, los sectores que acaparan mayores inversiones chilenas en España son los del transporte marítimo, seguido de la construcción, la programación y la consultoría, según datos de un reciente estudio de la Cátedra Nebrija Santander.

Con el Foro IntChile, creado por el Grupo Inzamac e impulsado por la Cámara Española de Comercio de Chile, con la colaboración especial del Lauder Institute (Wharton School), junto con el apoyo de importantes compañías, que tendrá lugar el próximo 20 de agosto en Santiago de Chile, queremos potenciar el papel de este país como plataforma para la internacionalización de empresas chilenas y filiales de otros países que ya operan en Chile (entre ellas, muchas empresas españolas) en la región latinoamericana y también en Asia-Pacífico. Y de paso, animaremos a las empresas chilenas a aprovechar los vínculos históricos que nos unen con España, que debe funcionar como puerta natural de las compañías multilatinas hacia Europa. Tendrá vocación de continuidad con otro foro bilateral España-Chile el próximo mes de octubre y con una misión de empresarios chilenos para invertir en España a principios de 2015. Estas nuevas relaciones comerciales, que estamos creando, deben cimentar el crecimiento económico futuro y un mejor escenario tanto para Chile y América, como para España y Europa.

José María Castillero Guijarro es presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile.

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