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Aciertos de los entrenadores del Mundial para el mundo empresarial

¿Cómo gestionaría Löw una empresa?

El entrandor alemán ha dado oportunidades a los más jóvenes: un acierto En el fútbol, como en el mundo de las empresas, el dinero no lo es todo

Joachim Löw
Joachim Löw

Acabó el Mundial. Un mes que ha dado para mucho, para las alegrías de las victorias y el llanto de las derrotas. De todo esto hay muchas lecciones que extraer. Y mucho que aprender sobre todo en el mundo de la empresa. Porque un equipo de fútbol se asemeja bastante a la estructura de una compañía.

Vicente del Bosque
Vicente del Bosque

Joachim Löw, Alemania. No relajarse tras una victoria y preparar la siguiente etapa

Saber gestionar el éxito ha sido una de las características del seleccionador alemán. “Es lo que distingue a los grandes profesionales. Celebran las victorias, pero son humildes y no se relajan. Evitan la autocomplacencia, y al día siguiente vuelven al trabajo”, afirma Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE. Pese al 7-1 contra Brasil, los mensajes de Löw rezumaban mesura. Su fin era preparar la final contra Argentina y evitar que sus jugadores se relajasen tras la aplastante victoria contra el anfitrión.

Otra particularidad del entrenador fue la confianza que depositó en los jugadores más jóvenes. Afirmó que tardó en forjar su equipo 10 años y trabajó mucho con la selección sub-21, garantizando así una generación preparada para el futuro de la selección. “Löw dio una oportunidad en la final a uno de sus jugadores más jóvenes (Götze). Y fue el que anotó el gol de la victoria. La gente más joven es la que puede marcar la diferencia”, comenta Cubeiro.

Vicente del Bosque, España. Reinventarse o morir

“En un mundo en el que todo cambia, hay que saber adaptarse. España se empeñó en jugar por el centro del campo cuando se veía que era imposible, y fracasó. La selección, como toda empresa, debe innovar”, explica Juan Carlos Cubeiro, experto en talento y liderazgo. Cambiar una organización en un contexto de crisis requiere de un liderazgo fuerte. Santiago Álvarez de Mon, profesor de la escuela de negocios IESE, cita el caso de Luis Aragonés: “A diferencia de del Bosque, puso fin a una etapa y mandó a Raúl al banquillo, pese a la presión mediática”.

Por su parte, la profesora de comportamiento organizacional y liderazgo de la IE Business School, Margarita Mayo, apunta a otro problema del trabajo de Vicente del Bosque: “es un caso de romance de liderazgo. La sociedad se enamora de un modelo de gestión y no lo critica, impidiendo cualquier mejora. Y lo desacredita cuando se fracasa”.

El entrenador ejerce el papel de directivo y los jugadores son igual que los empleados, han de jugar duro en el día a día porque la competencia es cada vez más fuerte. Por ello, nombres como el de Joachim Löw, el flamante técnico alemán que se alzó con la Copa en Brasil, el de Vicente del Bosque, que aunque se retiró antes de lo esperado por todos y con el que había unas elevadas expectativas dado que defendía el título de campeones del mundo, o el de Van Gaal, el holandés que supo combinar la experiencia de los veteranos con el ímpetu de los más jóvenes, sirven de ejemplo para el mundo de la empresa. De todos ellos se pueden aprender lecciones de liderazgo.

“Una organización debe contar con una estrategia que han de compartir todos los trabajadores, con un directivo que lidere el proyecto y con un producto que ofrecer al mercado. Las semejanzas con el fútbol son evidentes”, explica el experto en talento y liderazgo Juan Carlos Cubeiro, para quien Joachim Löw ha sido el verdadero ganador de este mundial. “Y no solo por haberse llevado el trofeo a casa, sino por el equipo que ha sabido formar y el potencial que ha sabido sacarle”, señala el experto.

De la misma opinión es el profesor del IESE Santiago Álvarez de Mon, que apunta como una de las claves del triunfo de Löw al equilibrio entre la fe en el proyecto y la flexibilidad. “Creyó en la bondad de su apuesta, incluso cuando fue puesta en duda. Pero no fue terco y supo adaptarse a las circunstancias. Al mantener su planteamiento, los jugadores no se confundieron, sabían a qué jugaban. Es importante saber adaptarte a los contratiempos sin renunciar a tu esencia”, explica

Pero sin ninguna duda, el gran acierto del entrenador alemán ha sido la formación de un bloque, de un equipo dentro del equipo. En una plantilla de fútbol, como en una empresa, la compenetración entre los miembros es lo que da mejores resultados. “Es importante procurar que el peso del trabajo y la presión no recaigan sobre pocas personas”, explica Cubeiro. “Todas las selecciones que apostaron por un crack como guía, se fueron a pique. Le pasó a Argentina con Messi, a Italia con Balloteli, a Portugal con Cristiano y a la derrotada Brasil de Scolari con Neymar. Alemania, por el contrario, ha trabajado en equipo”, afirma Cubeiro.

El conjunto de Löw ha sido una gran empresa que ha gestionado sus capacidades para llegar a lo más alto. Con un valor de 449,5 millones de euros antes del Mundial (según la consultoría brasileña Pluri Sport Metric), el alemán ha sabido sacar el máximo rendimiento de su plantilla. La selección germana ha experimentado un crecimiento del 15% en términos de valor y ahora alcanza la cifra de 519 millones de euros.

Pero en el fútbol, como en el mundo de la empresa, “el dinero no lo es todo”, recuerda Cubeiro. Y es que, la gran sorpresa del Mundial la ha dado una selección por la que nadie apostaba. Costa Rica, con un valor de 39 millones de euros antes del torneo (ahora de 50 millones), llegó más lejos que España, que de los 486 millones iniciales, ha descendido a 451 millones de euros (según las cifras de la citada entidad).

“Costa Rica ha sido sin lugar a dudas la pyme del Mundial”, comenta Cubeiro. Jorge Luis Pinto, el entrenador, ha sabido transmitir a sus jugadores la ilusión. “Han demostrado lo importante que es tener un proyecto ilusionante. Y a pesar de contar con un presupuesto bajo, han llegado a cuartos de final”, afirma Cubeiro.

Pagar más dinero a un directivo tampoco es garantía de éxito. “Los aproximadamente siete millones de euros que ha cobrado Fabio Capello, seleccionador de Rusia, no han servido para que su equipo pase de la primera fase”, explica Cubeiro. La cifra contrasta con el salario de Pinto, cerca de 300.000 euros, que ha conseguido llevar lejos a su equipo.

Van Gaal
Van Gaal

De ellos también se aprende...

Luis Van Gaal, Holanda. Mezclar el saber de los séniors con la fuerza de los jóvenes

Supo combinar la experiencia de los jugadores veteranos con las ganas de emprender de los jóvenes. “Crecieron en experiencia y aprendieron de los más curtidos”, explica Juan Carlos Cubeiro, experto en talento y liderazgo, quien también destaca del seleccionador holandés la capacidad para anticiparse a situaciones difíciles: “Van Gaal se reservó un cambio ante la tanda de los penaltis. Lo tuvo todo previsto para afrontar una situación complicada”.

El reto de Holanda, para Santiago Álvarez de Mon, profesor de la escuela de negocios IESE, es el mismo de muchas empresas con una herencia de errores previos. “Los fracasos del pasado no pueden condicionar la evolución futura de la compañía”.

Jorge Luis Pinto, Costa Rica. El valor del esfuerzo personal

El equipo de Costa Rica llegó a cuartos de final, siendo una de las sorpresas del mundial. La labor ejercida por su seleccionador es un ejemplo para las pequeñas y medianas empresas que quieran lograr grandes triunfos con el esfuerzo personal, asegura Ceferí Soler, profesor de Esade: “Es conveniente aprender de los equipos más humildes, que están acostumbrados al verdadero sacrificio para conseguir resultados. Sin perseverancia y humildad no se puede mejorar”.

Sin embargo, Costa Rica puede lograr aun más éxitos si no ceja en su empeño de mejorar, asegura Santiago Álvarez de Mon, profesor de la escuela de negocios IESE: “En lugar de conformarse con llegar a cuartos de final del campeonato, este equipo y su entrenador deben pensar en que pueden alcanzar a los grandes del campeonato si continúan progresando”. De Mon asegura que, al igual que Costa Rica, toda pyme no debe conformarse con una buena cuota de mercado. Debe ir más allá y crecer.

Luis Felipe Scolari, Brasil. Aguantar la presión es esencial

La derrota de la selección brasileña muestra la importancia de preparar a una organización para que aguante situaciones tensas, explica el experto en talento y liderazgo Juan Carlos Cubeiro: “Todo Brasil se tomó el mundial como una cuestión de Estado. Si la presión te puede ante una situación así, tu empresa fracasará”.

Otro error que cometió el seleccionador de Brasil fue no tener en cuenta la cultura de la empresa, explica Cubeiro: “Dejó apartada la herencia del fútbol brasileño. En el mundo empresarial, como en el deporte, no hay que perder la esencia que ha hecho que un proyecto llegue a donde está”. Ceferí Soler, profesor de Esade, asegura en cambio que es posible introducir cambios en una organización, pero que “deben ser consensuados entre todas las partes que forman parte de ella”.

Jürgen Klinsmann, Estados Unidos. Cómo afrontar un reto con optimismo

El entrenador de Estados Unidos lideró una organización capaz de resistir a la frustración y luchar contra rivales más fuertes, llegando a los octavos de final. “Pese a que iban perdiendo 2-0 contra Bélgica, pelearon hasta el final, logrando un 2-1”, destaca Santiago Álvarez de Mon, profesor de la escuela de negocios IESE. Un requisito que toda empresa debe cumplir en un mercado competitivo.

Para lograr este triunfo, la clave consiste en motivar a los trabajadores para que no se confíen ante los retos y den lo mejor de sí mismos, explica De Mon: “Un partido fácil debes jugarlo recordándole a tu equipo que es difícil, para que no se acomode”. Este consejo también es aplicable cuando se afronta una situación difícil, asegura el profesor de la escuela de negocios IESE: “Debes convencer a tu plantilla de que ninguna dificultad es insuperable.

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