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Gonzalo Gortázar

El banquero del libro diario

Ejecutivo atípico en la cúpula de La Caixa. Con él se rompe una tradición. Gonzalo Gortázar es el único directivo de primera línea de la entidad financiera que no es catalán. Nació en Madrid hace 48 años, aunque su familia cuenta con profundas raíces vascas.

 Es un gran aficionado al fútbol en general y forofo del Real Madrid en particular. Tanto, que pese a su reciente nombramiento como consejero delegado de CaixaBank (el pasado 30 de junio), ha comentado a sus colaboradores que espera que las nuevas responsabilidades de su recién estrenado cargo no le impidan seguir, como mínimo, las semifinales y la final del Mundial de fútbol de Brasil. “Un futbolero como él no se lo permitiría”, aseguran fuentes próximas al ejecutivo, que añaden que Górtazar es “muy tranquilo, no se altera por nada, salvo por un partido de fútbol”.

Llama la atención que todas las personas que le conocen destacan su discreción. “Es una persona supereducada, muy correcta, muy profesional y muy discreta”, afirma un alto cargo de un banco español que le conoce desde que llegó a Morgan Stanley en 1993.

Tanto es así que hace unas semanas, en unas jornadas de banca convocadas por Goldman Sachs en Madrid, su antecesor en el cargo, Juan María Nin, y él debían exponer, como el resto de los grandes bancos españoles, la situación actual de CaixaBank. Pero, al contrario que otros ejecutivos que también acudieron a dúo a exponer, en este caso solo habló Nin, tanto para destacar la marcha de la firma catalana como para responder a las preguntas de los asistentes, en su gran mayoría analistas.

“Su personalidad es muy distinta a la de Nin. Gortázar rechaza el protagonismo y tiende a mostrar una posición modesta ante los halagos”, explica un asistente a este acto de Goldman.

Es licenciado en Derecho y en Ciencias Empresariales por Icade y máster en Business Administration with distinction por Insead. Se incorporó a Criteria como consejero director general en 2009, cargo que desempeñó hasta 2011 y en el que participó en los consejos de Abertis, Inbursa (como suplente), VidaCaixa, SegurCaixa Adeslas, Port Aventura y Saba.

Tras la conversión del holding industrial del grupo en CaixaBank, asumió el cargo de director general financiero del banco, con responsabilidades sobre intervención y contabilidad, control de gestión y planificación, gestión y planificación del capital y operaciones corporativas y participaciones industriales.

Poco a poco, Gonzalo Górtazar fue ganándose la plena confianza del presidente del grupo, Isidro Fainé, en la misma proporción que Nin la iba perdiendo. Y pese a que si adolece de algo es de falta de experiencia en banca comercial (casi toda su trayectoria ha estado vinculada a la banca de inversión, desde 1993 hasta 2009 trabajó en Morgan Stanley en Londres y Madrid), el pasado 30 de junio fue nombrado por unanimidad consejero delegado de CaixaBank.

Si hay una afición que le apasiona, incluso más que el fútbol, es la lectura. De hecho, una de las escasas quejas que se le ha oído desde que llegó a La Caixa es la falta de tiempo para leer. Hace unos años tenía por costumbre leer un libro diario, mientras que ahora debe conformarse con lecturas esporádicas y, en el día a día, centradas en el ámbito económico y financiero.

Desde que trabaja en La Caixa solo añora una cosa, pasar más tiempo con su familia, que vive en Madrid y a la que solo ve los fines de semana, vacaciones o fiestas, o algún que otro día que tiene que viajar a Madrid por cuestiones de trabajo. Gortázar tiene tres hijos (un chico de 18 años, y dos chicas, de 15 y 11 años). Con ellos comparte otras de sus grandes aficiones, el cine y el esquí. Además, todos los años intenta pasar unos días de vacaciones con su familia en Huelva, provincia que le encanta, pese a que nadie de su familia es de allí (su mujer es canaria).

Hasta que llegó a la firma catalana trabajó en Madrid, Londres, Francia y Estados Unidos. Los que le conocen y han colaborado con él aseguran que, pese a su tremenda discreción, sabe gestionar equipos “con firmeza y liderazgo, aunque es muy cordial en el trato y transmite seguridad”.

Dicen que otra de sus virtudes es su excelente memoria, que le permite tener todos los datos y magnitudes del La Caixa en la cabeza.

Su trayectoria por Morgan Stanley le ha permitido conocer a casi todos los ejecutivos de la banca española y anglosajona. “Gonzalo Górtazar era toda una institución en Morgan Stanley”, explica un banquero que fue asesorado en varias ocasiones por este banco de inversión.

Además de Morgan Stanley, ha trabajado en Bank of America en banca corporativa y de inversión.

Todas las personas que le conocen señalan que su perfil concuerda a la perfección con el equipo tradicional del grupo que preside Isidro Fainé. “Cuando llegó Nin a La Caixa se podía intuir que más tarde o más temprano Fainé y él iban a chocar. Sus caracteres y forma de operar son muy diferen-tes. Con Gonzalo Gortázar es totalmente diferente. El presidente y él forman un tándem perfecto”, coinciden varias fuentes bancarias consultadas.

Otra de las facetas que destacan quienes han trabajado con él es su “inagotable capacidad de trabajo”.

También resaltan sus ciertos modales y estilo de vestir británicos, heredados de su trayectoria profesional en Londres –donde pasó ocho años– en banca de inversión.

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