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Las comunidades controlan el 50% del tributo

Cataluña y otras siete comunidades tendrán un IRPF más alto

Cataluña, Andalucía y Asturias mantendran un IRPF cuatro puntos por encima de anunciado por Montoro Madrid y La Rioja, en cambio, cuentan con tipos impositivos más bajos

Los cambios en el IRPF anunciado por el Gobierno afectan a la mitad del tributo. El otro 50% corresponde a las comunidades autónomas que tienen competencia para variar los tipos y los tramos del impuesto.  Sin embargo, Cataluña, Andalucía, Asturias, Cantabria, Murcia, Extremadura, Valencia y Canarias utilizaron su capacidad normativa para elevar los tipos impositivos a las rentas más elevadas.

El gravamen máximo en Cataluña, Andalucía y Asturias alcanza hoy el 56% frente al 52% que utiliza de referencia el Gobierno y que está vigente en las comunidades que no han utilizado su capacidad normativa. El Ejecutivo señaló que el tipo máximo pasará del 52% al 47% en 2015 y al 45% en 2016. Sin embargo, en Cataluña, el gravamen máximo será del 51% el próximo año y del 49% el siguiente. Esos porcentajes se aplicarán para rentas a partir de 300.000 euros.

El Ministerio de Hacienda no tiene intención de reducir la autonomía fiscal de las comunidades autónomas, lo que significa que las asimetrías se mantendrán después de la reforma fiscal. Mientras Cataluña y Andalucía mantienen el IRPF más elevado, la Comunidad de Madrid cuenta con tipos inferiores en todos los tramos. Su gravamen máximo se sitúa en el 51,50%.

Madrid y Cataluña, las dos comunidades que más tiran de la economía española siguen caminos opuestos. En todos los tramos, un asalariado catalán paga más por el IRPF que uno madrileño. Un trabajador en Cataluña con un sueldo hasta 30.000 euros abonará a Hacienda en torno a un 3% más que uno madrileño. Las distancias se acortan a partir de ese nivel y vuelven a incrementarse con fuerza para las rentas a partir de 120.000 euros, umbral a partir del cual la Generalitat elevó en 2010 el tipo autonómico.

Un directivo del Ibex, cuyo sueldo medio ronda los 600.000 euros, pagará en Madrid 288.016 euros. En Cataluña, la factura fiscal ascenderá 308.936 euros. Una diferencia de 20.920 euros. Dicho de otra forma, Hacienda se queda el 48% del sueldo bruto de un contribuyente madrileño que gana 600.000 euros. En Cataluña, el porcentaje se eleva hasta el 51,5%.

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