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Canjea 3.662 millones de bonos existentes sobre un volumen disponible de 56.600 millones

España saca otra arma y capta 9.000 millones en deuda a 10 años con demanda por 18.500

El secretario general del Tesoro y Política Financiera, Iñigo Fernández de Mesa.
El secretario general del Tesoro y Política Financiera, Iñigo Fernández de Mesa. EFE

Tesoro no solo está resolviendo con holgura sus necesidades de financiación para este año sino que ha comenzado a suavizar de antemano las exigencias que vendrán en 2015. Gracias al excelente clima de mercado que ha propiciado Mario Draghi con la batería de medidas para elevar la liquidez anunciadas el pasado jueves, el Tesoro español ha realizado una nueva emisión de deuda a diez años y, lo que es más novedoso y relevante, ha realizado un canje de bonos que vencían el próximo año con el objetivo de rebajar las necesidades de financiación bruta de 2015.

El organismo que dirige Íñigo Fernández de Mesa había anunciado el miércoles una operación por la que ofrecía a los tenedores de deuda por importe de 56.600 millones el canje por nuevos títulos a diez años. En definitiva, se trataba de cambiar deuda antigua con tipos de interés más elevados por deuda nueva con un coste más barato, al tiempo que se alargaba la vida media de la deuda pública.

El resultado, conocido hoy, es que el Tesoro ha captado otros 9.000 millones de euros gracias a un nuevo bono sindicado a diez años, de los que 5.338 millones corresponde a nuevas aportaciones –es decir nueva deuda pagada en dinero contante y sonante– y otros 3.662 millones corresponden a la aceptación del canje de deuda. Es decir, la necesidad de financiación bruta del Estado para 2015 desciende en esa segunda cuantía, ya que los bonos canjeados tenían fecha de vencimiento el próximo año, cuando el Estado afronta vencimientos de deuda a medio y largo plazo por 89.600 millones de euros.

Los títulos objetivo del canje propuesto por el Tesoro vencen en abril de 2015 (con un importe en circulación de 20.971 millones de euros), en julio de 2015 (20.180 millones) y en octubre de 2015 (15.485). Y pese a que el volumen total disponible para ese canje se acercaba a los 57.000 millones de euros, los inversores han aceptado la metamorfosis sobre un importe de apenas 3.662 millones de euros, distribuidos en tres referencias: 2.100 millones en deuda con vencimiento en abril de 2015; 604 millones con vencimiento en julio de ese año y 915 millones con vencimiento en octubre del año próximo. El Tesoro ha canjeado todo el importe que se le ha solicitado, aunque la preferencia de los inversores ha estado en adquirir nuevos títulos a un interés ligeramente superior al de mercado.

La nueva referencia de bono a diez años colocada hoy, por una cuantía de 9.000 millones de euros, recibió una demanda de 18.500 millones que, si bien es inferior a la demanda recibida en la anterior colocación sindicada de enero –de 40.000 millones– no pone en duda el interés de los inversores por la deuda soberana española. “Desde entonces los diferenciales se han estrechado mucho, aquello fue un récord absoluto. La colocación de ayer es en cualquier caso muy buena”, defienden en Société Générale. La rentabilidad de la emisión se situó en 118 puntos sobre el midswap –tipo de interés libre de riesgo a 10 años–, frente al tipo de interés medio de las obligaciones estatales, que se situaba a finales de mayo en el 4,63%.

El interés queda por tanto en el 2,8%, ligeramente por encima del 2,7% en que quedó ayer el bono en el mercado secundario. Eso sí, el nuevo bono vence en octubre de 2024 y el antiguo lo hacía unos meses antes, en el mes de abril, lo que explica en parte la diferencia de rentabilidad. La elevada demanda permitió abaratar ligeramente el interés ofrecido, para el que en principio se estimaba un midswap de 120 puntos básicos.

Los inversores extranjeros han adquirido de forma mayoritaria la colocación. De los 9.000 millones de euros del nuevo bono, el 59% se ha colocado fuera de España. De la totalidad de la emisión, destacan las asignaciones a Reino Unido e Irlanda (24%), Francia (9%), y Estados Unidos (8%). Entre los inversores que han acudido al canje de deuda, hay un 45% de inversores residentes, un 33% del Reino Unido, un 10% de Francia, un 10% de Estados Unidos y un 2% de otros países de la zona euro. Y de los 5.338 millones de euros adicionales al canje, el 62% ha sido asignado a inversores extranjeros, destacando la participación de Reino Unido e Irlanda (17%).

El 65% del objetivo de 2014

Con las emisión de hoy, el volumen total de colocaciones del Tesoro asciende a 126.700 millones de euros, de los que 86.870 millones corresponden al programa de financiación a medio y largo plazo. Quedan cubiertas así el 65,2% de las emisiones a medio y largo plazo previstas para todo el año, cuando no ha quedado ni siquiera cerrado el primer semestre. Esto contribuye a que el Tesoro haya rebajado el volumen de emisiones netas –una vez cubiertos los vencimientos– desde los 65.000 millones de euros previstos inicialmente para este año hasta los 55.000 millones.

La operación de canje de deuda es inédita en España desde hace años, si bien el Tesoro ya tenía previsto utilizar esta herramienta, como publicó CincoDías a comienzos de año y confirmó el secretario del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa en una entrevista a este periódico hace unos meses.

 

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