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Tienen un coste de casi 150 millones para las empresas

Objetivo, reducir los accidentes in itínere

Las bajas laborales por esta causa afectan a unos 50.000 trabajadores y cuestan 150 millones anuales

Ha terminado la Semana Santa y los datos de siniestralidad en la carretera se examinan con lupa, sin embargo, los accidentes de tráfico no solo tienen lugar en momentos de ocio o de vacaciones, al revés, el grueso de ellos se da en nuestra vida cotidiana y en concreto en el marco de la actividad laboral.

Según los últimos datos oficiales, en 2012 en España se contabilizaron 52.411 bajas laborales debidas a accidentes de tráfico, el 11% del total de todas las bajas que hubo durante ese año. Estas incapacidades temporales conllevan un coste para las empresas que asciende a 148.490.822 euros, alrededor de 2.833 euros por accidentado y una media de 33 días de convalecencia.

Especialmente peligrosos son los desplazamientos in itínere (de casa al trabajo y viceversa) pues es donde se produce el mayor número de esta clase de bajas laborales. En concreto, más del 72,5% de las incapacidades temporales por accidente de tráfico sucede entre las 8 y 10 de la mañana y entre las 6 y las 8 de la tarde, siendo el más común el golpe con alcance trasero que produce esguince cervical o pequeños traumatismos.

Decálogo para llegar siempre

Los formadores en seguridad vial recomiendan tener en cuenta estas normas.

1- A la salida del trabajo, desconectar siempre el móvil. La jornada laboral ha terminado. Si hay una llamada urgente o algo que contestar, hacerlo en casa.

2- Salir de casa con suficiente tiempo y tener previstos varios itinerarios. Adecuar la conducción a las condiciones de la vía, teniendo en cuenta la densidad de tráfico o el estado meteorológico.

3- Usar el cinturón en todos los asientos y cuidar la temperatura del habitáculo. Mucho calor abotarga al volante, por lo que es más recomendable llevar algo más de abrigo, siempre que no sean acolchados que perjudican el movimiento de los brazos.

4- Usar música relajante para que calme en un atasco.

5- Conducir relajado. Intentar que el estado de ánimo no influya en el comportamiento al volante.

6- Tener en cuenta el estado del coche antes de un viaje largo de negocios. Y en los trayectos de más de 100 km, descansar cada dos horas.

7- Si se está cansado o con sueño, parar un rato y descansar. Si en un viaje laboral la jornada sobrepasa las 6 de la tarde, dormir en destino y volver al día siguiente.

8- No conducir bajo los efectos del alcohol. Cuidado con las cervezas después del trabajo y evitar la conducción tras una comida pesada de negocios.

9- Respetar los límites de velocidad y mantener la distancia de seguridad pues nunca se sabe dónde puede haber una retención, un atasco o una frenada brusca.

10- Una actitud imprudente puede costarle la vida.

“El Estado está trabajando mucho en la prevención de accidentes laborales, pero dentro de las bajas nos dimos cuenta de que los accidentes in itínere se mantenían estables”, señala José Antonio Benito, vicepresidente de Formaster, Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial. No obstante, este experto ha observado que para que “no les saquen los colores”, las empresas poco a poco están tomando medidas para reducir los accidentes.

Estas medidas son generalmente de dos tipos: acciones de formación y planes de movilidad. Estos últimos son más comunes en grandes multinacionales, que los incluyen dentro de sus políticas de responsabilidad social corporativa.

Se trata de elaborar planes estratégicos que, por ejemplo, regularicen las maneras de ir y volver del trabajo e incluyen medidas como instalar aparcamientos en las empresas –así se reduce el estrés de estar buscando sitio para aparcar– o implantar medios de transporte colectivos, de manera que poniendo una ruta en autobús se consiga que 50 personas no cojan su propio vehículo.

En cuanto a la formación, esta puede centrarse en, por ejemplo, técnicas de conducción para aprender a controlar el vehículo en situaciones imprevistas o mejorar nuestra habilidad en general. “Nuestros vehículos disponen de medidas de seguridad que no conocemos o no sabemos utilizar. Nos sorprendió comprobar cómo un porcentaje alto de conductores no saben usar el ABS o el control de tracción. Los tenemos instalados, pero no sabemos sacarles partido”, apunta Benito.

Una de las compañías que hace tiempo decidió tomar cartas en el asunto es Adecco. Empezaron con un plan piloto en 2011 que afectaba a 71 trabajadores en la Comunidad Valenciana y poco a poco han ido incorporando a empleados de toda España. Fruto de este esfuerzo han conseguido reducir la siniestralidad un 30% entre 2011 y 2013.

Según explica Javier Blasco, director jurídico de la compañía, es prioritario hacer una segmentación estadística para ver las causas (si se producen a la ida, a la vuelta o durante el tiempo de trabajo), a qué tipo de colectivos afectan más (por sexo, zona geográfica, trayectos que realizan, etc.) y esencial ir de lo más genérico a lo más específicos. “Primero hay que empezar con campañas de comunicación que consigan sensibilizar. Posteriormente hay que centrarse en una formación lo más individualizada posible. No es lo mismo un comercial que pasa buena parte de su jornada laboral en misión que otro trabajador que vive lejos de su centro de trabajo o circula por vías con gran siniestralidad, cuyo su riesgo está in itínere, o no utiliza bien el vehículo, conduce con sueño o lo hace después de comer”.

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