_
_
_
_
_
Cómo invertir y qué riesgos implica este tipo de renta fija

Nueve empresas españolas que debutan en el mercado de deuda y pagan hasta el 7,5%

Thinkstock

Nuevas compañías españolas salen al mercado, y no solo a la Bolsa –la próxima semana se espera el estreno de eDreams–, sino que debutan con la venta de renta fija. El crédito bancario continúa sin fluir como antes de la crisis, y el Gobierno quiere que la economía española se sacuda de una vez y para siempre la dependencia del sector financiero a la hora de lograr liquidez.

Isolux, Antolín, Redexis Gas, Tecnocom, Elecnor, Copasa y Port Aventura son las últimas que han salido o prevén hacerlo en el futuro inmediato. Desde el arranque de 2013, 17 grupos españoles han dado el salto con la venta de más de 9.000 millones de euros en deuda, según Dealogic. “La situación del mercado ha propulsado las nuevas emisiones, y veremos más en lo que queda de año”, señala Gerard Vaqué, responsable de renta fija del Centro de Inversiones de Deutsche Bank.

La avidez por deuda española, ya sea soberana, de empresas o de bancos, es espectacular. “La deuda corporativa de alta rentabilidad [high yield, bono basura o grado de no inversión] es de las mejores alternativas que puede encontrar un inversor en renta fija”, explica Diego González, socio director de la empresa de asesoramiento financiero (EAFI) Bull4All.

La rentabilidad que ofrecen estas nuevas empresas supera de largo la ofrecida por la deuda soberana. Los bonos del Tesoro español a 2 y 5 años ofrecen intereses que se mueven en mínimos históricos, en el 0,6% y el 1,8%, respectivamente, y la deuda a 10 años da el 3,2%, un rendimiento no visto desde octubre de 2005.

Las debutantes, en parte por el mayor riesgo y también por el hecho de ser novatos, ofrecen rentabilidades mucho más jugosas. La constructora Copasa estrenó el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) el pasado diciembre y ofrece un 7,5% a cinco años;_Tecnocom, a ocho años, promete un 6,5%; y Elecnor se propone lanzar 100 millones en pagarés a menos de un año. La última ha sido otra constructora, Aldesa, que paga un 6,8% a siete años. “Son compañías con una probabilidad de impago, razonablemente baja que disminuye con la diversificación y proveen de una rentabilidad muy elevada [...]”, señala Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB. Indica que son interesantes para los grandes patrimonios.

 El problema de una parte de las emisiones es su liquidez. “Una emisión con un volumen en circulación inferior a los 500 millones empieza a ser poco líquida”, advierte Félix González, socio director de la EAFI Capitalia Familiar. “Plazos por encima de los cinco años son, en mi opinión, desaconsejables para un inversor particular”, añade el experto.

Adolfo Estévez, director de Axesor Rating, considera que esta clase de activo “está en condiciones de aportar un plus de rendimiento, dentro de una adecuada relación entre rentabilidad y riesgo”.

Isolux Corsán

El grupo es un gigante de internacional en las áreas de concesiones, energía, construcción y servicios industriales con presencia en 43 países. El año pasado el 75% de sus 3.200 millones de euros de facturación procedieron de fuera de España. Su beneficio bruto de explotación (Ebitda o beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) creció un 9%, hasta los 569 millones. Isolux Corsán, controlada en más de un 56% por las familias Delso y Gomis, que se reparten la presidencia y la vicepresidencia, cuenta con una cartera de pedidos 49.107 millones de euros a cierre de 2013.

Fitch, la agencia que le otorgó una calificación de B+ –cuatro escalones por debajo del grado de inversión– antes de debutar en el mercado de renta fija, destaca como aspectos de riesgo su elevado apalancamiento, con una deuda estimada para 2014 de cuatro veces sobre el flujo de caja, y el eventual deterioro de su liquidez, motivada por una dependencia creciente de facturas pendientes de cobra y líneas de crédito a corto plazo. Los bonos, con 600 millones de euros en circulación, ofrecen un 6,5% y vencen en marzo de 2021. La inversión mínima es de 100.000 euros.

Grupo Antolín

El fabricante burgalés de piezas de automóviles –en 2013 realizó el 23,1% de sus ventas a Volkswagen, el 15,1% a Ford, el 13,5% a Renault Nissan, el 11,5% a Fiat-Chrysler y el 11% a Peugeot Citroën– logró una proeza el pasado 13 de febrero, cuando vendió bonos por 400 millones de euros con una rentabilidad del 4,75%. El interés es el mínimo de una emisión de alta rentabilidad lanzada en España, y lo logró gracias a que la demanda superó los 3.000 millones. Es cierto que la nota es de high yield por la mínima. Standard & Poor’s le asignó una nota de BB- –un escalón por debajo del grado de inversión–, mientras que Moody’s le dio un Ba3, tres por debajo.

Las órdenes de compra entre los fondos de inversión extranjeros, que se hicieron con más del 80% del importe colocado, han permitido además reducir el interés de los bonos –que se mueven de forma inversa al precio– al 4,4% actual.

Antolín ganó 55,9 millones el año pasado, un 34,4% más, si bien S&P destaca en su informe que una posible bajada de rating tendría varias consecuencias, como la pérdida de cuota de mercado. La inversión mínima en los bonos es de 100.000 euros. 

Port Aventura 

La compañía que gestiona el parque temático Port Aventura salió al mercado de deuda por primera vez a finales del año pasado. Colocó entre inversores institucionales un total de 420 millones de euros con vencimiento en dos tramos: uno a un interés fijo del 7,25% anual y otro vinculado al euríbor a tres meses (en el entorno del 0,3%) más un diferencial de 5,6 puntos porcentuales. Los ratings de la empresa se sitúan claramente en bono basura: B3, según Moody’s, y B-, de acuerdo a los parámetros de Standard & Poor’s. En ambos casos, los ratings se sitúan seis escalones por debajo de la nota que confiere el grado de inversión. 

La demanda ha seguido por todo lo alto desde que los bonos comenzaron a cotizar en el mercado secundario. Tanto, que los inversores que compraron en la emisión ganan solo por la subida del precio más de un 6,5%. Por esto mismo, su rentabilidad anual ha bajado hasta el entorno del 5,8%. 

S&P advierte que el parque temático está sometido a una alta estacionalidad –genera en torno al 80% del Ebitda en el tercer trimestre– y señala su alto grado de apalancamiento, de unas cinco veces respecto al flujo de caja. La inversión mínima es de 100.000 euros. 

Audasa 

La concesionaria que explota la autopista AP-9 cerró a finales de marzo la emisión de 400 millones en bonos dirigidos a particulares, con una inversión mínima de 500 euros y con vencimiento en seis años. Gracias a que sus intereses están bonificados fiscalmente por una ley de 1972, los propietarios recibirán el equivalente a una rentabilidad en el entorno del 6%. 

Audasa, que no es nueva en el mercado de deuda vendida a pequeños inversores, recibió demanda por más de 580 millones. Con los bonos pagará el vencimiento de otra emisión de obligaciones por 180 millones que se amortizarán el próximo junio. 

La compañía se propone además captar fondos adicionales para construir nuevos carriles en el tramo de circunvalación de Santiago de Compostela de la AP-9. Ninguna agencia de rating vigila actualmente la solvencia de Audasa. La última nota data de febrero de 2004, cuando Moody’s le rebajó la calificación hasta B1 –bono basura con elevadas dosis especulativas– desde Ba1. Los bonos de Audasa se pueden comprar en el mercado Send, a través de Auriga Bonos, Bankinter o Ahorro Corporación, entre otras plataformas en internet. 

Tecnocom

Las dos compañías son viejas conocidas de la Bolsa española. Tecnocom, una consultora centrada en las tecnologías de la información y especializada, entre otras, en el área de medios de pago, pagará el 6,5% en una emisión de bonos a ocho años. Previsiblemente, los bonos comenzarán a negociarse en el MARF la próxima semana. La compañía ha recibido una calificación de BB+ –solo un escalón por debajo del grado de inversión– por Axesor y cuenta con una capitalización de unos 130 millones de euros. Los analistas que siguen a Tecnocom en Bolsa recomiendan comprar sus acciones en un 66,7% y el restante 33,3% aconseja venderlas. 

Elecnor 

Elecnor, ha anunciado que venderá alrededor de 100 millones de euros en deuda a plazo de un año: será la primera emisión de pagarés en el MARF. La compañía, centrada en el sector eléctrico pero con intereses en las áreas de telecomunicaciones y de ingeniería, vale alrededor de 1.000 millones en la Bolsa. La mitad de los analistas que cubren el valor aconseja comprar y la otra mitad, vender. 

Redexis Gas

La única compañía regulada con presencia significativa en España en las actividades de transporte y distribución de gas ingresó 146,9 millones de euros el año pasado, y de esta cantidad convirtió en beneficio bruto de explotación (Ebitda) 105,2 millones, según sus cuentas del año pasado. Sin embargo, los elevados gastos financieros (76,3 millones de euros) y otros dejaron a la compañía con unas pérdidas de 17,3 millones de euros.

En todo caso, la solidez de sus ingresos le ha permitido obtener ratings que la sitúan fuera de la calificación del bono basura: Baa3 en Moody’s y BBB en Fitch. Esta última agencia comenta en su informe sobre Redexis Gas que “las calificaciones se sustentan en sus negocios regulados de distribución de gas en España, que le proporcionan ingresos predecibles y estables”. A fines de 2013, el 90% de sus ingresos provenían de su actividad regulada y la mayoría de ellos se basan en una fórmula establecida en el año 2002 y que se ha mantenido estable. Redexis Gas ofrece una rentabilidad del 2,7% en su emisión de 650 millones que vencen en 2021. La inversión mínima asciende a 100.000 euros. 

Copasa

La constructora gallega fue la pionera del MARF; lo inauguró el pasado diciembre con una emisión de 50 millones de euros. Sus bonos ofrecen ahora una rentabilidad del 7,5% y se pueden comprar por un mínimo de 100.000 euros. Precisamente, el bajo número de transacciones es una de las pegas de la emisión, que influye también en la elevada rentabilidad que ofrece. “Algunos días ni siquiera se intercambian títulos, en parte porque el tipo de inversor en este mercado es tan finalista que su objetivo es quedarse los títulos hasta el vencimiento”, señala un gestor de renta fija. En torno al 20% de los dueños de la emisión son inversores extranjeros. Axesor otorga a Copasa un BB, dos notas por debajo del grado de inversión. 

Aldesa 

Otra constructora, Aldesa, ha debutado esta semana con una emisión de 250 millones a siete años. Moody’s le ha dado una nota de B2 y Fitch, de B; ambas calificaciones cinco escalones por debajo del grado de inversión. Colocó la emisión al 7,25%, pero la avidez compradora ha bajado la rentabilidad al 6,8%. Fitch resalta su cartera de pedidos, por 1.600 millones, de los que el 75% procederán del extranjero.

Los riesgos y la fórmula de compra

La inversión directa en deuda corporativa es complicada para los pequeños inversores. En Deutsche Bank no les recomiendan de forma proactiva este tipo de productos y en ningún caso aconsejan que representen más del 20% del patrimonio.

Inversión mínima

Es uno de los grandes problemas. El importe mínimo para adquirir un bono de un nuevo emisor de renta fija se sitúa generalmente en 100.000 euros, lo que dificulta hacer una cartera diversificada.

Transparencia y precio

El mercado de renta fija corporativa, pese a todos los esfuerzos para darle transparencia –como la plataforma Send propiedad de BME–, continúa siendo opaco para el pequeño inversor. Las compraventas suelen tener que realizarse a través de una oficina bancaria, que transmitirá la orden a la mesa de renta fija y buscará un precio en el mercado. Determinadas plataformas, como Auriga Bonos, permiten hacer la compra a través de internet, con unas comisiones del 0,25% por operación. Si bien los nuevos no están todavía listados.

Fondos

La inversión en fondos es la fórmula más adecuada para que los particulares inviertan en estos activos. Pero no hay carteras especializadas en renta fija de empresas debutantes, y menos españolas. Los mejores fondos centrados en deuda high yield europea a tres años son el Dexia Bonds euro high yield, el ACM Bernstein en varias ediciones, el UBS Bond euro high yield y el HSBC euro high yield bond. Todos han dado más de un 10% anualizado, según Morningstar.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_