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Conducir un Audi en un lago helado de Finlandia es algo inolvidable

La magia de dominar un Quattro sobre hielo

La marca alemana pone a prueba la tracción total de su turismo en la superficie deslizante del círculo polar ártico

La conducción sobre hielo es un constante juego de equilibrio.
La conducción sobre hielo es un constante juego de equilibrio.

En la marca alemana están muy orgullosos de sus modelos Quattro, y tienen razones para estarlo. Los Audi son los turismos con tracción total más vendidos del mundo, y también son los pioneros.

Desde que se lanzó el cupé deportivo Quattro en 1980, la firma ha ido sacando numerosas versiones con tracción a las cuatro ruedas, con diferentes soluciones tecnológicas, pero siempre bajo la denominación Quattro.

La tracción total supone una ventaja que mejora el agarre en cualquier circunstancia, pero cuanto más deslizante es la superficie, más se nota y se agradece. En Audi quieren que los usuarios conozcan hasta dónde pueden llegar sus vehículos, y por eso ofrecen la Winter Driving Experience.

Se trata de un curso de dos días que cuesta unos 3.000 euros por persona, con viaje y estancia incluidos en la localidad de Mounio, en el noreste de Finlandia, ya dentro del círculo polar ártico.

Es fácil sentirse como un piloto de rallies

La firma tiene una infraestructura permanente en la zona, adonde viajan entusiastas de todo el mundo para conducir sus coches en unas condiciones únicas. El duro invierno ártico, donde las temperaturas bajan fácilmente de los 20 grados bajo cero, permite que los lagos tengan capas de hielo de un metro de grosor. Es sobre esta superficie donde se trazan los circuitos, a base de retirar nieve para marcar la pista.

Los coches que se emplean son los S5 Sportback (cinco puertas), con motor 3.0 V6 y compresor de 333 CV, capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos. Por supuesto, cuentan con la eficaz tracción permanente Quattro con diferencial central autoblocante de corona.

La distribución normal del par es del 60% detrás y el 40% al eje delantero, pero puede mandar un 85% atrás o hasta un 70% delante. Todos llevan neumáticos con clavos, obligatorios en Finlandia durante el invierno.

En estas circunstancias, es alucinante la facilidad con la que el S5 puede rodar sobre el hielo. Mucho más seguro que ir andando, y apenas se nota algún deslizamiento que el control de estabilidad ESC corrige rápidamente.

Cuanto más deslizante es la superficie, más se nota la tracción total.
Cuanto más deslizante es la superficie, más se nota la tracción total.

Pero para el curso, el ESC se desconecta, de modo que hay que jugar con las inercias y contravolantear constantemente. Antes de empezar a rodar, el monitor da unas pautas prácticas sobre la técnica necesaria en una superficie tan deslizante. Lo esencial es que hay que mover poco el volante, y ser suave y sensible tanto con la dirección como con el gas.

Conseguir largas derrapadas con el acelerador a fondo es una experiencia muy gratificante. De hecho, el curso está pensado para mejorar la capacidad de control y descubrir el verdadero potencial de estos coches, pero lo mejor es que consiguen que te sientas como un piloto de rallies durante unas horas.

Conviene destacar que la vinculación de Audi con Laponia viene de lejos. Fue a finales de la década de los setenta del siglo pasado cuando el entonces jefe de desarrollo de Audi, Ferdinand Piëch (hoy jefe supremo del grupo Volkswagen), eligió esta zona para probar sus coches en las condiciones más extremas.

Quienes acudan al Winter Driving Experience podrán descubrir además la gastronomía finlandesa o recorrer vastos espacios naturales en motos de nieve. Una experiencia en definitiva absolutamente recomendable.

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