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Entrevista con Marcos González-Cuevas, presidente de la Asociación de Latas de Bebidas

“Con el metal de una lata se puede hacer un avión”

Trabaja en este sector desde hace 26 años y recuerda que la inversión en tecnología durante todo ese tiempo ha permitido mantener a los fabricantes el mismo precio por lata

PABLO MONGE

En 2012 se pusieron a la venta en España 6.100 millones de latas para bebidas, un sector que ha pasado de puntillas por la crisis, sin pérdida de empleo en una industria en la que trabajan 700 personas en España y 7.000 en Europa. “El sector productivo es de muy alta cualificación, no podemos permitirnos improvisar”, comenta Marcos González-Cuevas, presidente de la Asociación de Latas de Bebidas. Este diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad de La Rioja ha pasado prácticamente toda su vida profesional en esta industria. Preside la patronal española de fabricantes de latas desde 2013, un sector que factura 600 millones de euros.

Pregunta. ¿La crisis está afectando al número de latas de bebidas que se ponen en el mercado?

Respuesta. Sí, aunque no demasiado, salimos muy bien parados dentro de que todos los bienes de consumo se están resintiendo. Las latas tuvieron un pequeño decrecimiento del 2% o 3%, muy poco, es un mercado estable. En Europa ha crecido más o menos un 1%, aquí estamos todavía sufriendo, aunque este año ha comenzado un poco mejor, hay ambiente de que algo empieza a mejorar, no sé si son brotes verdes, pero sí hay cosas que se están moviendo, quizá este año podamos volver a un pequeño movimiento.

P. ¿Tienen cifras?

R. No, pero se nota más alegría.

P. ¿Se ha perdido empleo?

R. El sector genera 700 empleos directos. No se ha perdido ningún puesto de trabajo, hemos hecho las cosas con ERE temporales. Al ser un producto muy estacional, la demanda en verano es altísima, producimos en invierno para atender el verano. El sector productivo es de muy alta cualificación, no podemos improvisar.

P. ¿Cómo convive la lata con los objetivos de reciclaje?

R. La lata sale muy favorecida comparada con cualquier otro tipo de envases, primero porque ya llevamos unas políticas activas desde que se empezaron a fabricar latas en el año 1981, se ha reducido la cantidad de material en un 40% de media y se reduce constantemente el uso de energía en el proceso de fabricación. En cuanto a la reducción de material de envase, una lata de ahora pesa un 40% menos que hace 20 años. Sobre el reciclaje, en España estamos en una situación de privilegio. Europa marca que en 2020 el conjunto de envases alcance una tasa de reciclado del 80% para envases metálicos. En España cerramos 2012 con un 86,4%. Prácticamente nueve de cada diez latas ya las estamos reciclando.

P. ¿Quién da esas cifras?

R. Tenemos estimaciones propias y datos oficiales de Ecoembes, Ecoacero y los fabricantes de aluminio. Ellos conocen el tonelaje que ponen en el mercado a través de los fabricantes de latas y computan lo que se recoge de esas latas de bebidas. La media ponderada entre esos materiales nos da el 86,4%, es una cifra muy documentada que podemos defender.

P. ¿Se recicla más aquí que en otros países europeos?

R. Aquí la industria del metal está muy desarrollada, es una cuestión de eficiencia industrial a lo largo de una cadena. En España pasa lo de siempre, que nos consideramos mucho peores que otros. En Europa no nos llevan mucha delantera, más bien muy poca, en Reino Unido, Italia, Francia, Alemania y algunos países nórdicos. Bélgica nos gana a todos. De los que nos rodean, estamos muy cerca.

P. ¿A qué atribuyen esos resultados?

R. El metal es infinitamente reciclable, lo fundes y lo vuelves a utilizar para cualquier otro objeto. Con una lata puedes hacer una nueva lata, una moto GP de campeonato del mundo o una aleación para hacer un avión. Podríamos decir que la lata está hecha de material 100% reciclado, pero nos da igual, porque con ese producto podemos hacer cualquier otra cosa, es secundario. Además tenemos una ventaja específica. Las latas de bebidas necesitan simplemente que sean depositadas en la basura. Cualquier lata que no va al contenedor idóneo acaba siendo reciclada, porque en las plantas de selección van por cintas transportadoras que las separan de una forma muy barata y eficiente, por imanes.

P. ¿Qué beneficio ha tenido ese 40% menos de material para el sector?

R. El precio nominal es el mismo ahora que hace 25 años. Entonces se pagaban 13 o 14 pesetas por lata y ahora, 8 céntimos de euro. Ha habido una reducción tremenda de costes. Los fabricantes compran la lata al mismo precio que hace 25 años.

P. ¿Compite la lata con el vidrio?

R. El vidrio cada vez nos afecta menos porque no competimos en el mismo canal de venta, lo que sí nos afecta es el plástico PET. En tiempo de bonanza, la lata sigue yendo muy bien, pero cuando hay crisis, el plástico sale mejor parado, se compra en tamaño familiar.

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