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Los precios de estas máquinas pueden superar los 1.000 euros

Un café con mucho estilo

Algunos aparatos se alimentan de cápsulas. Otros emplean café molido Un modelo no requiere electricidad para funcionar

Bugatti Diva, una máquina versátil y estilosa por 590 euros.
Bugatti Diva, una máquina versátil y estilosa por 590 euros.

Hace décadas que existen, pero se puede decir que las cafeteras domésticas de máquina están viviendo desde hace unos años una segunda juventud. Gracias en buena parte al éxito que ha generado Nespresso y otras marcas de cápsulas de café, estos artilugios se ven cada vez más en cocinas y oficinas.

Pese a que las más comunes sean las asociadas a la compañía del grupo Nestlé, existen en el mercado numerosas opciones entre las que escoger. Se alimenten de cápsulas o de la forma tradicional: rellenando la cazoleta de café molido. Las hay para todos los gustos y bolsillos.

Tonino Lamborghini Espresso machine. Desde 1.100 euros.
Tonino Lamborghini Espresso machine. Desde 1.100 euros.

Una de las más llamativas del mercado es la Micro Casa a Leva, de la firma Elektra, todo un clásico en los bares y cafeterías de Italia. Fabricada en cobre y latón, su diseño imita a las de principios del siglo XX e incluye la característica palanca para darle presión al espresso. Su precio: alrededor de los 800 euros.

También italiana, aunque de estética mucho más moderna, es la Tonino Lamborghini Espresso Machine. Está diseñada para los amantes de la firma automovilística, como se puede apreciar por el emblema inscrito en el frontal y la palanca de presión (igual que la de cambios de los coches). Eso sí, esta es capaz de hacer capuccinos además de espressos. Cuesta a partir de 1.100 euros.

La cafetera Espresso Manual Rok contrasta claramente por su extrema simplicidad y atrevido diseño, que recuerda a un sacacorchos sofisticado. Es fácil de utilizar, basta con insertar café molido y agua caliente en su pequeño depósito para, tras ejercitar un poco los brazos accionando las palancas hacia abajo, saborear una buena taza de espresso. Su gran virtud: no hace falta enchufarla, por lo que puede funcionar en cualquier lugar, sin necesidad de corriente eléctrica. Cuesta 159 euros.

En busca de la mezcla perfecta de grano

Técnicamente no hay mucho secreto en la elaboración del café. Ya sea con la cafetera italiana de toda la vida o con las modernas máquinas de hoy, al final se trata de que el agua hirviendo atraviese con la presión adecuada el depósito de café para obtener un sabor mucho más concentrado que en una infusión.

Lo que marca la diferencia es la mezcla de grano empleada en la operación, así como el tueste y molido de cada una de las semillas utilizadas.

Y aquí no existe un consenso generalizado. Nespresso, por ejemplo, tiene en catálogo más de una veintena de referencias, sin contar las ediciones especiales.

El café que consumimos surge de distintas combinaciones de la variedad arábica (la más demandada, acaparando un 75% de la producción mundial y cultivada principalmente en América) y la robusta (25%), originaria del Congo. La primera es más aromática y fina; la segunda, más fuerte y ácida. Las posibilidades son casi infinitas.

Bugatti, otra enseña de las cafeteras italianas, tiene en el modelo Diva un claro competidor para estos aparatos de diseño, gracias a su funcionalidad. Admite tanto café molido como cápsulas y es capaz de hacer espresso, capuccino y latte macchiato. En la parte superior tiene una base para mantener las tazas calientes. Una joya que sale por 590 euros.

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