El 73% de los directivos prevé aplicar más medidas de reducción de costes

Los consejeros delegados de las empresas españolas son más optimistas que sus homólogos extranjeros. El 50% prevé una mejora de la economía mundial, según la encuesta publicada hoy por PwC en el Foro Económico Mundial de Davos. El porcentaje se reduce al 44% para los directivos de todo el mundo.

Esta mejora de la perspectiva, no impide, sin embargo, que el 73% de los altos directivos españoles sostenga que durante este año seguirá aplicando recortes de costes en sus empresas. A nivel global, la proporción baja al 64%. De hecho, en España, el 83% de dirigentes empresariales reconoce que ha aplicado medidas de ajuste y, actualmente, solo el 34% tiene previsto incrementar su plantilla en los próximos doce meses y el 37% augura que habrá despidos en su compañía, un nivel solo superado en el mundo por Italia y Australia.

La realidad es que el optimismo en la economía general no se traslada en la misma magnitud en los negocios particulares de los encuestados. Solo un 23% de los directivos españoles prevén que los ingresos de sus compañías aumenten en el corto plazo. En cualquier caso, el porcentaje supera en tres puntos el registro del año anterior. El informe de PwC recoge la opinión de 1.344 consejeros delegados de todo el mundo y el estudio indica que los directivos “han pasado del modo supervivencia al modo crecimiento”.

Estados Unidos, China y Alemania son, por este orden, los países en que la mayoría de encuestados prevén centrar sus esfuerzos para elevar las cifras de negocio.

El mayor temor de las empresas es que las economías desarrolladas registren un bajo crecimiento o incluso tasas de evolución del PIBnegativas. También crea dudas el efecto de un cambio de patrón en los consumidores y la volatilidad de los precios de las materias primas y de los costes de la energía.

Los directivos rechazan la idea de que las empresas pagan pocos impuestos y el 81% opina que su factura tributaria es “razonable”. En cualquier caso, se muestran a favor de que las multinacionales publiquen sus ingresos, beneficios y cantidad de impuestos pagados en cada territorio en el que operan. De hecho, la gran mayoría de encuestados defienden que las administraciones tributarias de los distintos países compartan información.