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Spain Investors Day

Oslo invierte en São Paulo a través de Madrid

Noruega y dos fondos estadounidenses son los tres inversores institucionales con más acciones de empresas españolas, a las que usan como puente con América Latina

Vista aérea de São Paulo.
Vista aérea de São Paulo.Paulo Whitaker (Reuters)

Cada vez que una familia contrata una línea telefónica en São Paulo o un conductor llena el depósito de combustible en México DF, de alguna manera está contribuyendo a que un jubilado de Oslo cobre su pensión y un promotor inmobiliario en Doha disponga de los recursos necesarios para levantar un nuevo rascacielos.

Esta relación parece forzada, pero no lo es tanto. Si el crecimiento de las economías emergentes ha permitido a los inversores compensar la recesión de la eurozona y EE UU durante estos cinco años de crisis, ha sido en parte porque detrás ha habido cientos de miles de fondos recogiendo ganancias en los países en vías de desarrollo.

Por su dimensión eurolatina, las multinacionales españolas han facilitado este traspaso de dinero de una zona del mundo a otra. El atractivo que compañías como Telefónica, OHL o Repsol ejercen en los gestores que se reúnen hoy en el Spain Investors Day no radica tanto en la ubicación de sus centros de decisión en Madrid como en los ingresos que generan en las barriadas de Lima, los peajes de Santiago de Chile o los yacimientos de gas de Tarija (Bolivia).

“Las inversiones de los fondos en España responden, por lo general, a una doble lógica: la tranquilidad de invertir en una economía madura que ofrece seguridad jurídica y, al mismo tiempo, en empresas que obtienen gran parte de sus beneficios en América Latina. España cumple esa labor de puente”, afirma Javier Capapé, investigador de EsadeGeo.

Así, por ejemplo, en marzo de 2011, Qatar Holding pagó 2.000 millones de euros por el 6% de Iberdrola atraída por su negocio en Brasil, mientras que a inicios de 2013, Temasek, el fondo soberano de Singapur, invirtió más de 1.000 millones por un 5% de Repsol con el objetivo de diversificar sus fuentes de abastecimiento.

Con estas operaciones, Temasek se convirtió en el cuarto accionista de la petrolera por detrás de La Caixa (12%), Sacyr (10%) y Pemex (9%), y Qatar Holding, en el segundo de la eléctrica tras elevar su participación al 8,4% en febrero de 2012.

El 60% del dinero del fondo noruego está en Bolsa; el 35%, en bonos, y el 5%, en inmuebles

Como ellas, más de 8.700 sociedades públicas y privadas de origen extranjero tienen participaciones en la Bolsa de Madrid. Entre todas ellas destaca claramente otra institución de titularidad estatal, el Government Pension Fund - Global de Noruega, que a mayo del año pasado tenía 6.548 millones de euros en acciones del Ibex 35, el volumen más alto, según Bolsas y Mercados Españoles (BME).

TRANSPARENCIA

Creado en 1990 con el mandato de rentabilizar los ingresos de las exportaciones de petróleo de Noruega para asegurar las pensiones de su población, este fondo es el más grande del mundo, con un patrimonio de 715.000 millones de euros. Es administrado por el Norges Bank Investment Management (NBIM), gestora que depende directamente del banco central del país escandinavo y tiene intereses en 10.000 compañías de todo el mundo.

A pesar del nombre, no es un fondo de pensiones, ya que no se nutre de aportaciones de planes de jubilación sino de los ingresos por las exportaciones de petróleo y gas del país. Sin embargo, es muy probable que en el futuro utilice la rentabilidad de sus inversiones para pagar las pensiones de su envejecida población.

“Es un fondo atípico porque procede de un país miembro de la OCDE, cuando la mayoría de ellos viene de fuera. Además es muy transparente: publica el detalle de las empresas en que está presente y los motivos por los que entra y sale de ellas, lo cual también es raro entre los fondos de su tipo”, comenta Capapé.

Otra característica de NBIM es su preferencia por administrar ella misma su cartera antes que delegar esta función en gestoras nacionales, aunque eventualmente hace excepciones, como en el caso de España, donde hace tres años contrató a Bestinver para que maneje parte de sus activos locales.

Algo que sí ha cambiado últimamente es su política de voto en los consejos de administración. “No buscaban voz en las juntas directivas, pero ahora han decidido tener una participación más activa. La consecuencia para las compañías es que podrían volverse más exigentes a la hora de renovar a los consejeros o restringir la inversión en negocios de armamento, tabaco o empresas que empleen mano de obra infantil”, explica Capapé.

En cuanto a sus activos favoritos, hasta 1997 solo invertía en deuda pública, pero ese año se abrió a la renta variable. Actualmente tiene el 60% de su dinero en Bolsa; el 35%, en bonos, y el 5%, en bienes raíces, aunque ha declarado la intención de elevar el peso de esta última categoría hasta un 10%, estrategia que podría favorecer al golpeado sector inmobiliario español.

Otros fondos soberanos ya han dado pasos en esa dirección. En junio pasado, Qatar Holding compró el hotel W de Barcelona por 200 millones de euros, mientras que en octubre último, el fondo IPIC de Abu Dabi – dueño de Cepsa– alquiló a Bankia la torre Foster de la Castellana por 17 millones anuales hasta 2016, cuando podrá ejercer una opción de compra.

El fondo noruego realizó su primera operación en España en 1998. En aquel primer año, sus inversiones más importantes fueron Telefónica, BBVA y Endesa. Actualmente está presente en 69 cotizadas españolas, desde Banco Santander y Telefónica, sus dos apuestas más grandes por el montante que les ha destinado, 1.000 millones de euros a cada una solo en 2012, hasta valores más pequeños, como la farmacéutica Rovi o el fabricante de máquinas expendedoras Azkoyen.

En 2012, NBIM aumentó su inversión en acciones españolas, pero redujo su exposición a los bonos del Tesoro un 69% hasta los 712 millones de euros, con lo cual nuestro país dejó de formar parte de sus 10 preferidos para componer su cartera de renta fija. En 2011 todavía era el octavo emisor con mayor peso, pero ha sido desplazado por emergentes como México y Corea del Sur, las nuevas grandes apuestas del fondo.

En renta variable, España supone el 2,9% de su cartera, un porcentaje pequeño que incluso se redujo aún más en 2012, ya que anteriormente era del 4,1%. Sin embargo, en esta categoría nuestro país sigue siendo el octavo en su lista de preferencias, por debajo de potencias como EE UU (29%), Reino Unido (13%), Alemania (7,4%), Francia (6,6%), Japón (6,1%), Suiza (4,6%) y Canadá (3%).

“Es un fondo tan grande que lo que busca en España es diversifica-ción geográfica”, apunta el profesor de Esade. En ese sentido, y a pesar de la reducción, es reseñable que la ponderación que NBIM asigna a nuestra economía todavía sea superior a su peso en el PIB mundial (1,82%, según el FMI).

Entre los fondos privados, los inversores institucionales estadounidenses son los principales propietarios de acciones del Ibex 35 por un valor de 20.729 millones de euros a través de 1.205 sociedades. Destacan en particular el Vanguard Total International Index Fund, que con 1.347 millones ocupa el segundo lugar en el ranking, y el EuroPacific Growth Fund, tercero, con 1.011 millones. El de la gestora Vanguard es un fondo que replica el comportamiento de un índice FTSE, por lo que dedica a España la ponderación que fija este: 2,18%. “Debido al buen comportamiento del mercado nacional, su peso ha subido algo desde mediados de 2012, cuando era el 1,71%”, señala Javier Sáenz de Cenzano, analista de Morningstar.

Por su parte, el EuroPacific, de la gestora Capital Group, está especializado en empresas de Europa y la Cuenca del Pacífico. “Aquí el peso de España se ha mantenido estable desde comienzos de 2012 en alrededor de un 1,5%, si bien llegó a ser de un 5% a mediados de 2009”, indica el experto. Inditex (0,52%), Banco Santander (0,27%), Grifols (0,23%), IAG (0,22%), Repsol (0,10%) y Grifols clase B (0,03%) son sus principales títulos a septiembre pasado.

Les siguen en la clasificación otros dos fondos indexados, el iSha­res MSCI EAFE de Blackrock (EE UU), con 954 millones, y el Lyxor ETF Euro Stoxx 50, de la gestora de Société Générale (Francia), con 651 millones. En ambos casos, el peso de España subió algo desde junio de 2012 y es actualmente del 3,31% y 14,16%, respectivamente. Dado que se limitan a replicar el comportamiento de un índice, estos productos son idóneos para inversores poco familiarizados con el mercado español.

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