Ahorrar para la jubilación: cuanto antes, mejor

Cuando Pedro Jiménez, un ingeniero de 25 años, consiguió en septiembre pasado su primer contrato, en una multinacional, lo primero que hizo fue ponerse a buscar piso para él y su novia en Madrid.

Aunque reconoce que ahorrar para la jubilación es bueno, ha decidido esperar a que su empresa restablezca una ayuda.

La compañía pagaba a sus empleados la mitad de un plan de pensiones privado, pero hace dos años congeló su aporte hasta junio de 2014. Por eso, ahora los trabajadores nuevos como Jiménez deben escoger entre pagárselo sin ayuda o aguardar a que venza el plazo.

“He preferido esperar porque se trata de un porcentaje muy pequeño y de aquí a que cumpla 60 años falta mucho”, dice.

El caso de Jiménez es muy particular, pero en cierta medida refleja la manera de pensar de una generación duramente golpeada por la crisis.

A pesar de que el 70% está convencido de que la pensión que recibirá será peor que la de sus padres, solo el 14% de los jóvenes españoles de entre 20 y 29 años ahorra de forma habitual para su jubilación, frente al 25% a nivel mundial, según un estudio de la aseguradora Aegon.

El 65% acepta que hacerlo es importante, pero no lo considera una prioridad en este momento, ya que no dispone de los ingresos necesarios.

“Está claro que solo se puede ahorrar el excedente de renta que uno tiene y que no dedica a consumir”, señala Francisco Marín, presidente del comité de servicio a asociados de EFPA España.

“Pero hay que pensar siempre en el ahorro responsable. Sería bueno que cualquier joven supiera analizar sus gastos e identificara los prescindibles e imprescindibles para mantener una calidad de vida buena (aunque quizá no óptima) y poder dedicar una parte, aunque sea mínima, a esa cobertura futura”, añade.

Cuando uno tiene 20 años, el retiro parece algo muy lejano, por lo que la gran mayoría de jóvenes no suele darse prisa en comenzar a guardar dinero para su vejez. Todos los expertos consultados, sin embargo, coinciden en que cuanto antes se empiece, mejor.

“Es algo que conviene comenzar muy pronto porque cuanto más tiempo se lleve ahorrando, la cantidad será mayor y mejor podrá uno jubilarse”, afirma Jaime Kirkpatrick, consejero delegado de Aegon.

Más que comenzar a una edad específica, Kirkpatrick precisa que es algo que debe hacerse tan pronto como se empiecen a percibir unos ingresos regulares, ya sea porque se consiguió un empleo o inició un negocio. “No importa si al principio la cantidad es pequeña, porque lo fundamental en esto es ser constante y no dejarlo para más tarde”, explica.

Jaime Nieto-Márquez, presidente de la organización de consultores de pensiones Ocopen, coincide en que no hay una edad concreta a la que empezar, pero es básico que exista un tiempo suficiente para que el ahorro acumulado vaya generando retornos que capitalizan en progresión geométrica.

“No es tanto la ganancia que se obtiene, que también, sino la cantidad de dinero acumulado sobre la que se aplica esa rentabilidad”, aclara.

En ese sentido, Nieto-Márquez, quien también es socio de la firma Towers Watson, mantiene que el tema debería abordarse como un cambio cultural, el de la planificación de la jubilación, que –insiste– no implica una edad sino una mentalidad.

Maite Lázaro, consultora de Optima, sostiene que los jóvenes deben tener en cuenta que las condiciones para acceder a una pensión en el sistema público se han endurecido –la edad de jubilación se ha retrasado y ahora se necesitan más años de aportaciones para cobrar el 100%–, por lo que reforzar la pensión privada es imperativo.

“Lo mires por donde lo mires, lo tienes que hacer. Si hoy obtener un contrato de trabajo ya es un triunfo, todos los que tengan uno deberían empezar a destinar una parte de su nómina a ello”.